Capítulo 14

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EDWARD

A pesar de todo lo que había leído no podía borrar una sonrisa de mi rostro.

¿Sonriendo yo? Si, después de tantos años. Y es que pasara lo que pasara Bella siempre me sorprendería con algo completamente inesperado. Pensé mientras leía que revelaría nuestro secreto y no la culpaba, había  sufrido mucho por ello.

Pero decirles que nuestra familia pertenecía a la mafia era lo más ridículo que había leído. Nosotros mafiosos y Jasper adicto. Eso tendría sentido para aquellos humanos.

Lo que demostraba el gran corazón de Bella. Al mentirles también los protegía a ellos.

Mi Bella era sin duda la mujer más especial que he conocido.

Por otro lado sentía un odio terrible por ese estúpido de Jacob Black ¿Cómo había podido hablarle así a Bella?

Él no sabía lo que yo sentía, como se atrevía a decir que no la amaba y que la había abandonado en el bosque. Bella me siguió y por eso casi muere, eso sí era mi culpa entonces.

Clara, me recordaba tanto a mi madre. Siempre analizando las acciones de los demás antes que sus palabras. Esa era una de las pocas cosas que recordaba de Elizabeth Masen, que era una mujer sabia.

"Se necesita amar mucho a alguien para dejarlo libre cuando sabes que no lo harás feliz" siempre recordaría estas palabras para darme fuerza en este exilio.

Sabía que John no podría proteger a Bella si Victoria volvía, eso tal vez solo lo podría lograr Jacob, pero este lobo era tan torpe y no creo que realmente amara a mi Bella. Tal vez de esta decisión dependiera su futuro. Podía llevar una vida tranquila y con el tiempo se olvidaría de mí y sería feliz. Solo Victoria era la sombra de un pasado que no la dejaba.

Tomé una carta más y traté de alejar las hipótesis en mi mente sobre cada una de sus decisiones. Esto era un regalo invaluable que ella me hacía. Compartir conmigo su vida al menos de esta forma era como tenerla otra vez, como espectador y no como protagonista. Era suficiente.

DÉCIMA CARTA

ELECCIONES DIFÍCILES

Una vez leí en una de las aulas de la Universidad un pensamiento que vino a mi memoria "La vida es elegir. Y elegir es siempre tener que sacrificar algo"

¿Sacrificaría ahora a una persona?

No. Sería un camino el que elegiría y sacrificaría el otro. Y eso me asustaba.

Con Edward siempre había sido fácil. Sabía que él era el elegido, algo muy dentro me lo gritaba. Jamás habría otra persona que compitiera con él.

Pero ante mí se abrían dos rutas.

John era una buena persona, agradable, amable y comprensivo. Aún me faltaba conocerle y ver algunos aspectos suyos que sólo llevando al límite a alguien se mostrarían. Como ocurría ahora. Había visto los celos y la ira en sus ojos. Pero sabía que podría controlarlos. Lo que no estaba segura es si en verdad me amaba. Ahora que conocía la verdad, solo la que podía procesar, debería preguntarle si estaba dispuesto a vivir una vida a medias porque yo nunca podría entregarme por completo. Ya había dado todo y no había guardado nada para mí. Tomaría tiempo reconstruirme y aunque lo consiguiera jamás tendría el mismo brillo. ¿Acaso él no merecía a alguien completa?

Y Jacob. ¿Cómo podría amarle? Tal vez él lo único que podría provocar en mi sería pasión. Algo físico. Pero no era una vida que yo quisiera. El amor y la pasión van juntos y son dos caras de la misma moneda. Al menos para mí así era. Jacob era mi mejor amigo y no quería perder su amistad.

UNA VIDA SIN TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora