10: Dulzura

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Con Calvera en Berlín, Shaina con Milo y Camus quedándose el fin de semana en un hotel del centro, ya que era más cómodo de esa manera, pues solo deberían caminar unas calles para llegar a un parque temático y los servicios de la casa siendo desplazados de sus labores por dicho fin de semana, el silencio reinaba en la casa y por dicha situación, en cada rincón de esa gran casona, se oían los profundos y casi suplicantes suspiros que Degel dejaba salir.  

"Esta noche y las que vengan, quiero amarte como te mereces. Sin prisas ni miedos, solo con todo el amor y la pasión que te mereces."

Solo tuvo esa notita sobre su cama, amarrada a una orquídea, en la almohada, y luego simplemente sintió las manos de su griego tomarlo de las caderas, para pegarlo a él y aspirar fuerte su aroma. Degel simplemente cerró sus ojos y cayó, sin pelear ni resistirse, en los encantos de su amante.

Semanas, no sabía cuantas, pero sabía que habían sido semanas desde el inicio de su relación, y aunque había creído en un primer momento que iba a ser mucho miedo, estrés y tensión, resultó ser todo lo contrario, porque habían sido los mejores momentos de su vida. Las noches de pasión que el griego le entregaba cada vez que podía, eran totalmente mágicas y en silencio lloraba de alegría, porque no sabía que podía ser merecedor de semejante belleza en su vida, después de todo lo que había pasado, de todo lo que había provocado por no haber detenido a tantas personas de hacer semejantes aberraciones para consigo mismo y sus familias, por esas situaciones, creyó que jamás ser merecedor de todo lo que Kardia le estaba dando, por lo que le agradecía muchísimo más de lo que jamás podría demostrarle.

Lo único que hacía para demostrar ese agradecimiento era lo que ahora estaba sucediendo. Se dejaba hacer y deshacer por esas manos que lo tocaban con dulzura, pero que también estaban cargadas de lujuria y una desesperación poco antes vista o experimentada.

Sus propias manos estaban amarradas con la misma corbata que hacía momentos atrás estaba aferrada con delicadeza al cuello de su camisa, y sus ojos estaban vendados con un pedazo de tela de suave seda que el heleno había comprado exclusivamente para esa noche. Las sensaciones se potenciaban al estar privado de su vista y su tacto, por lo que todo su cuerpo se erizo cuando sintió gotas heladas y espesas cayeron sobre su pecho y comenzaron a caer hacia los costados de su cuerpo aunque rápido fueron detenidas por la lengua del escorpión, que también mordía aquella blanca piel, logrando que el galo se removiera más en su sitio, jadeando aún más fuerte de lo que antes lo hacía.

-Sabes que estamos solos.- Le dijo mientras comenzaba a tallar todo su pecho con sus manos abiertas, llegando a sus muslos, que también pellizcó y acarició con ahínco, para luego bajar apenas y separar sus piernas, y le respiraba pesadamente en el oído al francés. -Así que puedes dejar salir con calma y en todo lo que puedas, esa bella voz que posees.

Apenas si terminó de decir eso, acabó por meterse dentro del cuerpo de Degel, que finalmente dejó salir ese tan esperado gemido que Kardia ansiaba oír. Sonrió con triunfó al escucharlo.

-Ni la miel ni el chocolate, ni nada de lo que he dejado hoy en tu cuerpo, se siente y sabe tan bien como el estar fundido en el interior de tu cuerpo.

-Yo... Ahhg...

-También te amo, mi diamante.

Lo besó con toda la desesperación y el deseo que podría cargar una persona en esa misma situación y mientras sus labios se volvían a encontrar desesperados, Kardia comenzaba a moverse con más fuerza y más velocidad.

Era su primera noche a solas en un sitio que pronto sería de ambos y la dulzura de ese encuentro, sería algo que recordarían por el resto de sus vidas.

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Soy una mala persona xD Dije que subiría esto ayer, pero el cansancio me ganó y subí solo uno

¡No merezco vivir en el mismo mundo que ustedes! 😭

Pero hoy si lo haré. En un rato subo el que sería correspondiente a hoy y ya estoy al día con esto.

La palabra de hoy es "sirenas". 

Visita familiar al acuario será 😄

¡Besos! ¡Las quiero!

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