Calvera ya llevaba enferma, a ojos de su familia, más de dos meses, aunque su enfermedad llevaba más tiempo que ese, pero daba lo mismo, la vida se estaba transformando en un interminable calvario, tanto para ella como para su esposo.
Su esposo. En la poca consciencia que últimamente tenía, le dolía tanto verlo así, tan desanimado, tan decaído, tan... Sin vida. Si de algo era totalmente consciente, era del hecho de que no iba a perdonarse nunca a sí misma el haberle hecho semejante daño a la alegría y vigor por la vida que el heleno llevaba, pues verlo tan fuera de si mismo, cada día un poco más, era lo que más la mataba. El cáncer no le hacía ningún daño si lo comparaba con el dolor que le provocaba ver a Kardia tan triste.
Pero confiaba en que, a pesar del triste desenlace por venir, él pudiera recuperar un poco la alegría que antes tenía y sabía que Degel podría lograr aquello, sabía que el galo era la única persona en este mundo que podría hacerlo sonreír de nuevo y ella haría todo lo posible por concretar aquello mientras tuviera vida, por lo que, le había pedido a Shaina que llamara a su jefe, pero la pelinegra le dijo que no se encontraba, que había salido con los niños, ya que Kardia estaba encerrado nuevamente y no quería ver a nadie, Degel se había llevado a los niños para que no vieran ni sintieran la tensión que había en aquella casa.
-Quien si está, es su médico.
-¿Mi médico? ¿Y qué hace aquí?
-Bueno, no me dijo la razón, pero si me dijo que lo anuncie, que necesita hablarle con urgencia.
-Entonces hazlo pasar.
Shaina solo le dio un saludo, inclinando su cabeza, más luego desapareció de la habitación y no regreso, pero quien si tomó lugar en aquel cuarto, era el médico de la familia, que casi sin perder el tiempo, acomodó una silla al lado de la cama y comenzó a bombardearla en preguntas que dejaban muy confundida a la mujer.
-¿Tú tenías una vida totalmente normal, por lo menos hace cuatro meses atrás, no?
-Creo que sí. Define "normal" y te responderé en lo que pueda.
-¿Te acostabas con tu esposo?
Fue directo en sus palabras y a ella, el corazón se le rompió en millones de pedazos más.
Al parecer, no sería la única que se iría del mundo muy prontamente.
°
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Una semana apenas si pasó de la última visita que el médico le había dado a la señora de la casa y ahora ella yacía inconsciente en su cama, totalmente ajena al mundo, yéndose de la vida segundo a segundo y solo dejando muchas almas destrozadas a su paso, aunque no lo quisiera.
La noche se les había venido encima más pronto de lo que creyeron y sin esperarlo, ese doctor regresó a la casa, con los papeles y formularios necesarios para cuando llegase el momento de completarlos.
-¿Tienes que mostrarme esto ahora?
-Lo lamento, Kardia, pero sabes que este momento iba a llegar tarde o temprano. Tienes que mentalizarte fuerte ahora, tienes un hijo que te necesita y en las próximas horas, en los próximos años, te necesitará más que a nada y a nadie.
-Teníamos tantos planes juntos... Teníamos tantos sueños por cumplir.- Se cubrió el rostro con ambas manos y se refregó los ojos mientras suspiraba cansado. -¿Por qué la vida tiene que ser tan injusta? Ella es tan joven y tiene tanto por delante, ¿Por qué tiene que pasarle esto justamente a ella?
-No puedo responderte eso, Kardia. Pero quédate con el hecho de que ella te amo y tu la amaste. Fue poco tiempo, pero lo que crearon fue increíble, es algo que por separado o con otras personas, nunca podrían haber logrado. Quédate con eso, Kardia. Quédate con lo bueno, porque sabes que a ella no le hubiera gustado verte sufrir más de lo que estás sufriendo.- Se puso de pie y dio la vuelta al escritorio, para darle un fuerte y más que necesario abrazo al griego, que no rechazó el contacto, es más, estaba muy reticente a destruirlo. -Yo ahora tengo que irme, pero regresaré en la mañana o si me llamas antes, por cualquier cosa, vendré lo más pronto posible. Te dejo los papeles, guárdalos bien.
Kardia solo lo vio marcharse, en silencio absoluto, y en ese silencio se quedó mucho tiempo... Tal vez demasiado...
Durante todos esos largos momentos, lo único que hizo fue pensar, sufrir y torturarse con sus pensamientos. Hundirse en esos pensamientos destructivos de "¿por qué?" "¿qué hubiera pasado si...?" "¿Por qué a nosotros?" y demás. La simple imaginación de saberla sufriendo, a pesar de que ya había caído en coma, lo mataba a él y eso era lo que más lo torturaba.
Kardia no quería que su amada esposa sufriera, esté consciente de ese dolor o no, no quería que sintiera ninguna clase de congoja, por lo que tomó la determinación de hacer lo impensado.
Se levantó pesadamente de su asiento y camino casi arrastrando sus pies. Sus suegros estaban en la casa, pero sabía que no tenía mucho tiempo antes de que su entrometida y para nada adorada suegra, comenzara a dar ordenes estúpidas y todos los que estuvieran en la casa, acabaran rodeando el cuerpo de la pelinegra menor, dándole un "tributo" innecesario que Calvera hubiese odiado y hasta querría evitar que pasara, pero pasaría, porque a Garnet nadie podía controlarla y también nadie quería buscar pelea en semejante situación.
Llegó hasta su alcoba y entró con todo el silencio que pudo al darse cuenta de que Milo estaba dormido al lado de su mamá y del cuarto de baño se veía salir un halo de luz por debajo de la puerta. No estaba solo, así que tenía que ser muchísimo más rápido de lo que creyó
Llenó sus pulmones de aire y le dio un último y sentimental beso en los labios a su amada mujer.
-Te voy a amar toda la vida, no lo dudes nunca. Adiós, mi reina.
Tal vez Calvera hubiera soportado en ese estado uno o dos días más, con ayuda de algunos medicamentos correctos, pero Kardia ya no la quería ver así ni un segundo más. No podía manejar esa situación.
Su mano derecha le tapó la boca y la izquierda apretó su nariz con un mínimo de fuerzas para no dejar alguna posible marca.
Fueron los minutos más largos en la existencia del mayor de los Mettaxas.
Pero él no quería que ella sufriera.
*
*
*
Calverita se llevó a la tumba el secreto de que iba a tener otro Milito 😰
¡Pero Kardia vive con el hecho de que mató a Calvera! 😭
Yo lo veo como una muerte por piedad... Pero ustedes me dirán que piensan de esto que hizo el bicho mayor.
Es polémico, lo sé, pero bueno... El niño estaba desesperado.
La palabra de mañana es "belleza". Voy a tratar de remontar esta situación.
¡Besos! ¡Las quiero!
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Fictober KardGel
FanficUna palabra es igual a un recuerdo. Directo al alma de dos eternos amantes.