el corazón duele al latir

terrible despertar

Había despertado una vez más ahí sentado, me dolía mi cuerpo como nunca. me costó mucho trabajo incorporarme ya que sentía que cada hueso de mi cuerpo me dolía.
Jeff= maldición, ahora porque me duele el cuerpo...
Maldije a lo bajo mientras caminaba con mucha dificultad para tomar una mochila que llevaba y cambiarme la ropa que aún se encontraba mojada.
Cambie mi ropa y desidi que lo mejor era irme de ese lugar que solo me traía malos recuerdos.
Al pasar por el baño me di cuenta que la marca con sangre que hize aún estaba, me acerque para verme en el espejo y pude verme por primera vez como era... Un monstruo, incapaz de parpadear, e incapaz de dejar de sonreír.
Jeff = tal parece que este lugar me está causando daño. Debo largar e de aquí ya.

Tome mis cosas y salí ese lugar que solo sufrimiento s
Psicológico me causaba, aunque pienso que me lo tengo bien merecido.
Caminaba rápidamente aprovechando que aún no había personas por la calles. Y al final me encontré en la entrada del. Bosque, el bosque que de niño me causaba terror ahora era mi mejor escondite.
Me interne en este caminando ahora tranquilamente, sabía que nadie se adentraria sabiendo lo peligroso que era perderse hay.
Suspiré cansado, transcurrieron 5 horas desde que me adentre en el bosque.
Jeff = cuanto más tendré que caminar... Estube tanto tiempo lejos que a lo mejor olvide el camino. Ya me imagino la burla de los demás si se enteran.
Me senté en una roca a fumar para relajarme cuando sentí frío y bi  niebla, lo que significaba que si estaba Serca de la mansión. Terminando mi cigarro me levanté con dolor, aún me dolían los huesos, y seguí caminando, entrando en la espesa niebla que me envolvió inmediatamente.
Un rato paso antes de poder verla a lo lejos, una enorme mancion de madera de un estilo victoriano algo desgastada. Por fin había regresado a la creepyhouse, nombre tonto si me lo preguntaban.
Ningún humano normal podía encontrarla, solo los que eran como nosotros podíamos encontrarla atravez de la niebla en el bosque.
Seguí caminando y al llegar a la puerta toque fuerte, sabía que adentro varios estaban sordos con ganas.
La puerta se abrió dejándome ver una niña de estatura pequeña con cabello castaño, ojos color esmeralda que vestía un bata rosada manchada un poco con sangre.
Sally = JEFF!!! REGREZASTE
Jeff = hola Sally también me alegra volver a verte. Dije sin ganas, a lo que ella se dió cuenta.

Sally- Jeff te sientes bien ?
Jeff- si Sally, solo estoy cansado, ¿Dónde está Slenderman?
Sally- Papi slendy está en su oficina.
Jeff - bueno iré a verlo, gracias.

Camine por los pasillos de la mansión sintiendo como mis piernas les faltaba fuerzas, en Cerio estaba enfermo?, De seguro se pasaría como siempre  lo hace.
Al llegar toque la puerta de la oficina y del otro otro lado resibi una respuesta.

Slendy - puede pasar

Entre a la oficina y Slenderman posó su atención en mi.
Slendy- Jeff veo que regresaste, donde estuviste todo este tiempo?
Jeff - en otros poblados volviendo hermosa a la gente.
Slendy - mmm ya  veo, pues es bueno tenerte de regreso aquí. Pero ya sabes la normas.
Jeff - si, ya lo sé. No tratar mal a Jane ni buscar peleas con otros de la mancion, no salir a menos que se noche de casería o salir a comprar víveres y hacer quehaceres en la mansión. - al final lo dije con una voz muy tranquila pues no tenía ganas ni fuerzas de sonar fastidiado.
Slendy- si... Eso es correcto. Tu habitación ahora es la última del corredor del tercer piso. Puedes retirarte.

Al salir Jeff de la oficina Slenderman se quedó extrañado con la nueva actitud del adolescente.
Slendy- es raro que Jeff esté tan sumiso y no haya replicado para nada. Quizás esta cansado.

Pov Jeff
Anduve hasta las escaleras y empeze a subirlas con sierra dificultad sosteniendo me del barandal para poder subir mejor y al llegar segundo piso me encontré con ella, la que menos quería ver hoy que mi salud no estaba de lo mejor.
Xx- así que regresaste mapache
Jeff - hola Jane
Jane- ¿desde cuándo me saludas sin insultarme?
Jeff- Jane estoy cansado, no quiero pelear contigo hoy por favor, solo deseo dormir un poco.
Jane - como quieras... Al fin que no me importa en lo más mínimo tu vida.

Sin decirle nada sigo subiendo, está vez sin apoyarme en el barandal para que no se diera cuenta de mi estado, desapareciendo de su vista al llegar al tercer piso.
Al estar en mi habitación suelto un suspiro de cansancio y dejo mi mochila a tirada en suelo para tumbarme  en mi cama y taparme con las sábanas antes de quedarme profundamente dormido.