Parte 11: Nuevas reglas...

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A la mañana siguiente me vestí, añadiendo mi bufanda, pues hacía algo de frío allá fuera, y me dirigí a desayunar al gran comedor. Draco se sentó a mi lado y estuvimos hablando, pero no solo con el, sino también con Crabbe y Goyle, que se sentían muy desconcertados por lo sucedido la pasada noche.

- No, imbécil, os vi claramente en el pasillo siendo regañados por el prefecto Weasley. Lu, aclárame lo que tu recuerdas. - declaró Draco furioso mientras los otros dos intentaban explicarle que se comieron una magdalena y se despertaron a las doce de la noche en un armario y las túnicas sobre sus cabezas.

- Debe ser que comieron tanto que ya ni lo recuerdan, pero yo claramente observé como se iban corriendo a un baño a vomitar. Claramente algo pasó después pero... Prefiero no sugerir que casi les secuestran y como pesaban demasiado les dejaron en un armario, sería demasiado fácil.- expliqué seria y los tres al parecer quedaron conformes con mi respuesta.

Pasado un rato me encontraba con el trío de oro en los pasillos, cuando Harry dijo algo que me dejó perpleja.

- Fue Hagrid, él abrió la Cámara de los Secretos hace cincuenta años. - articuló en voz baja.

- No puede ser Hagrid. No...puede ser - respondió Hermione en tono de obviedad, su expresión sugería que pensaba, tal vez, que Harry se había vuelto loco.

- Ni siquiera conocemos a ese Tom Riddle. Parece un chivato de m*erda. - opinó Ron, pero a Harry le pareció mal, y le enfrentó.

- El monstruo mató a una persona. ¿No habríamos hecho lo mismo? - preguntó él como si la respuesta fuera fácil.

- Harry, él es nuestro amigo, no me creo que le hiciera algo así a nadie, y lo pienso porque confío en el. - interrumpí yo solemnemente, Hermione paró e hizo lo mismo.

- Escuchad, Hagrid es nuestro amigo. ¿ Por qué no se lo preguntamos a él? -sugirió ella ya más calmada.

- Claro, una alegre visita. ''Hola, Hagrid. Dinos, ¿Has soltado bichos salvajes y peludos en el castillo? ''- se burló Ron, entonces Hagrid apareció detrás de nosotros.

- ¿ Salvaje y peludo? ¿ No estaréis hablando de mí? - preguntó el.

-No - respondimos todos al unísono, de forma algo divertida.

Hagrid dirigió su mirada hacia hermione, que evitó el contacto visual con él un tanto incomoda, Ron tan solo lo miraba algo asustado, y Harry preguntó:

- ¿ Qué llevas ahí, Hagrid? - señalando una especie de regadera  verde.

- Repelente para babosas carnívoras. Para las mandrágoras. Según la profesora Sprout, aún tienen que crecer un poco. Cuando se les vaya el acné, podremos cortarlas y cocinarlas para despetrificar a los que están en el hospital. - Explicó, recordando palabra por palabra en aquel momento, nosotros asentimos asombrados. - Mientras tanto, vosotros cuatro... andaos con mucho ojo. ¿Me oís? - terminó y volvimos a asentir, ahora algo asustados.

Hagrid se fue a paso lento, sacudiendo ligeramente el repelente para babosas carnívoras por el balanceo de su cuerpo a un lado y a otro. Neville se precipitó hacia nosotros y Hagrid como si nada le saludó ''Hola, Neville''. Entonces se paró enfrente nuestro y dijo un tanto exhausto:

- ¡Harry! Tienes que ver esto. ¡Rápido!

Nos dirigimos hacia la sala común de Gryffindor, pero recordé que yo no puedo entrar al ser de Slytherin. Sin embargo, Hermione, que iba detrás de mi, me agarró de la muñeca y tiró para que entrase con ellos y pudiera contemplar el desastre en la habitación de los chicos. El cual tenía el núcleo en la cama de Harry. Hedwig estaba al lado en su mesita, haciendo sonidos para alertarnos de que algo había sucedido, él también parecía estar bastante aterrorizado. Harry contempló el desorden con la boca ligeramente abierta, y nosotros con gesto preocupado. Neville tan solo esperaba por la reacción de Harry. Él se acercó y se agachó a buscar algo.

- Tuvo que se un Gryffindor. Nadie más se sabe nuestra contraseña, excepto ahora Lu, y ya sabes... ¡Ella tampoco pudo ser! - exclamó Hermione. - A menos... Que no fuera un alumno.

- Quien haya sido, estaba buscando algo. - Dijo Ron preocupado.

- Y lo encontró... El diario de Tom Riddle ya no está- respondió Harry levantando la cabeza.

-...-

El partido de Quidditch se canceló, ¿Por qué? bien.... Hermione fue petrificada. La profesora McGonagall nos llevó a verla a la enfermería y algunas lágrimas recorrieron mis mejillas.

- Hermione...- susurró Harry

- Estaba al lado de la biblioteca..- empezó a decir McGonagall angustiada - con esto.. - tomó un espejo - ¿ Les dice algo a alguno de ustedes?

Harry y yo negamos, Ron solamente estaba demasiado impactado como para contestar. Harry acarició su mano.. Y dijo que estaba fría.

Un rato después Snape entró a nuestra sala común y se dispuso a decirnos:

- Prestad atención..por favor. - comenzó a decirnos - Acontecimientos... recientes exigen que estas normas se cumplan.. inmediatamente: ''Todos los alumnos estarán de vuelta en sus salas comunes a las.. seis de la tarde'' ''Un profesor acompañará.. a los alumnos hasta el aula'' ''Sin excepciones''- recitó de un pergamino vocalizando lentamente y añadió- Y debo contarlos... Que si no se llega a capturar al agresor... La escuela procederá a su clausura. - terminó de hablar y se fue, dejándonos a todos con preguntas que no sabíamos responder.

¿Van a cerrar Hogwarts? ¿ Quién podría ser tal agresor, si no le capturaron ya? ¿ Será este nuestro último año en la escuela? Nos mirábamos entre nosotros esperando que la respuesta fuese un ''no'' pero nadie sabía a ciencia cierta que pasaría. Draco me agarró de la muñeca y me llevó a un sitio de la torre donde no había nadie, y freno a pocos metros de distancia de mi rostro.

- Lu... Sin ofender pero.. Tu eres una sangre sucia, ¿No? - preguntó susurrando.

- Si... ¿Y ? - le dije cortante.

- No te enfades... Es solo que.. Si lo eres, esa cosa irá a por ti..- articuló preocupado, y yo me dí cuenta de que mi presuntuoso amigo tenía razón. Entonces comencé a pensar.

- Draco.. Necesito que me lleves hasta la cabaña de Hagrid. - le supliqué solemnemente.

- ¿Qué? ¿Estás loca? ¿A estas horas, con esa cosa suelta y la prohibición de los profesores? - puso su mano sobre la mía - Si lo hago.. Deberás darme otro beso. - me dedicó una sonrisa maliciosa.

- Solo te daré el beso si todo o la mayoría sale bien, no te rajas y.. me cubres las espaldas. - conté y el asintió aunque un poco de mala gana.

Draco miró a una ventana y sonrió, se acercó a mi oído y susurró ''Te gusta volar? Te presto mi escoba si quieres..'' Yo tragué saliva y él me trajo su escoba disimuladamente. Si soy sincera no se cómo fue capaz de mover de un lado al otro la escoba sin que todos en nuestra casa sospecharan que algo va mal.

- Elévate , haré un campo protector en forma de burbuja mediante el cual tampoco puedan verte. - susurró sacando su varita. 

Yo le obedecí y me elevé un poco con la escoba, Draco conjuró varios hechizos y luego susurró ''¿ te has movido o sigues ahí?'' yo le susurré '' sigo aquí'' el soltó una risa leve. ''Yo te cubro, ve bajando'' fue lo último que le oí susurrar antes de bajar lentamente en la escoba. Me aferré mas a ella y pude detectar el olor a Draco y pegué mi nariz a la escoba. 

Solo yo soy capaz de distraerme con esas tonterías..  Antes de darme cuenta llegué al suelo, me bajé de la escoba y salí del hechizo de protección con ayuda de mi varita. Draco aún seguía vigilando. Oí a Harry y a Ron acercándose y tocar a la pesada puerta de la cabaña. Cuando Hagrid abrió la puerta y se descubrieron de la capa de invisibilidad me uní a ellos, no les dejé hacer preguntas, solo pasamos adentro.

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Espero que les haya gustado, este año lo haré más extenso porque aqui hay mas chicha, más salseo! Estoy segura de que os encantará /a los tres o dos que lean esta cosa/

chau!



//HEART//-Draco Malfoy-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora