Parte 13: El secreto de Hagrid

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Era ya casi verano, y aún no habían atrapado al culpable de los ataques, y ahora que Dumbledore se ha ido, el terror es mayor. Harry se encontraba algo decaído por la ausencia de Hagrid, la verdad es que yo también le echo de menos, Hogwarts no es lo mismo sin Hagrid ni Dumbledore. 

De hecho... A mi me ha afectado mas que a mis amigos cercanos, como el '''dúo''' provisional de oro o Draco, ya que yo soy hija de Muggles, por lo que la paranoia de que al girar cualquier esquina podría morir o quedar petrificada... Era algo constante. Por eso nunca iba sin acompañante de sangre pura a ninguna parte. Draco me acompaña al gran comedor, de vuelta a la sala común y hasta al baño, donde se quedaba a la puerta con su varita en la mano, y si oía algo extraño o yo le llamaba, entraba. 

El hecho de que me acompañara al baño dio paso a la situación mas embarazosa de mi vida, y probablemente también de la suya. Un día entré al baño e hice el número uno, pero me di cuenta de lo más horroroso que me podría haber pasado. El Andrés vino de visita, como todos los meses, ya que tengo la regla desde que tenía poco más de once años, pero no tenía compresas, ni nada parecido. Adivina que hice, no mejor no. Es evidente que llamé a Draco muy roja en varios sentidos, y le pedí que me trajera compresas. Unos diez minutos después volvió y me pasó la compresa por debajo de la puerta.  

Harry me acompañaba a las clases, y mientras tanto buscábamos a las arañas, que parecían haberse esfumado. Ron nos seguía a regañadientes. Aunque siempre teníamos la dificultad de que nadie podía ir solo, y tenían que ir en grupos de sus mismas casas. Harry parecía estar cada vez más irritado por esta situación, y yo cada vez me acercaba más a Draco. Él era el único que no parecía tener miedo, y me ayudaba con el mío. La razón es simple, a Draco no le caía bien Dumbledore, por el hecho de que su padre también le despreciase, y Lucius había sido el que le echó, por lo que su padre había ganado algo más de fama en Hogwarts, aunque no de la mejor precisamente.

A mi me dolía que hiciese eso, pero sin embargo nunca le dije nada, incluso en clase de pociones, donde le sugirió a Snape que se presentara para el puesto, y le hizo un poco la pelota. Harry le miraba con tal desprecio que podría haber explotado, yo me senté sola aquel día, ya que Hermione era una buena amiga, y su silla y caldero estaban vacíos. No me siento animada como para estar con alguiel. Era extraño, pues cuando él estaba junto a Crabbe y Goyle y yo no estaba demasiado cerca, se comportaba como si nunca me hubiera conocido o yo no le importase. Pero ese día dijo algo que realmente me dolió, y lo dijo en voz alta, olvidándose de que yo estaba allí.

- Me sorprende que todos los sangre sucia no hayan hecho ya el equipaje, apuesto cinco galeones a que el próximo muere. Qué pena que Granger ya este petrificada... - dijo en tono altivo, y después soltó una cruel carcajada.

Apoyé los brazos en mi mesa, luego la cabeza entre ellos, apretando los puños.  Cerré los ojos con mucha fuerza, pero las lágrimas salieron igualmente. Era algo insólito verme llorar, realmente era la vez en la que mas me habían herido en toda mi vida. En ese momento sonó la campana, y todos salieron de la clase, mientras yo cogía mis libros, con los ojos llorosos, rojos y el rostro empapado por las lágrimas. Snape se acercó a mi y me arrebató suavemente el pañuelo con el que limpiaba la humedad que había dejado tras mi angustia. 

- Nunca pensé que llegarías a llorar así, pero no te culpo. He visto como te intentabas acercar a Malfoy... Realmente lo siento. Ve a tu siguiente clase o quedarás sola, yo terminaré de secar la mesa. Ahora mismo os alcanzo - Musitó Snape indiferente, solo con el intento de animarme ya me basta, al menos alguien se da cuenta de que he estado llorando. Después salió, todos le estábamos esperando por miedo, y Malfoy, porque quería hacerle la pelota a Snape y que le subiese nota, seguro. 

'Pero ya he gastado todas mis lágrimas,¿no?' Pensé mientras me dirigía a Herbología junto con Ron, Harry y Dean al parecer. Ron aún siendo sujetado por los otros dos para que no le pegara a Malfoy, pero sinceramente, yo que ellos le soltaría. Al llegar a la clase de Herbología, el ambiente estaba entristecido. Harry me vio cabizbaja y me invitó a ir con él, que estaba con Ernie McMillan después de que este le pidiera perdón por haber sospechado de él. Junto a su amiga Hannah trabajaron con nosotros en la misma higuera de Abisinia, que por cierto era bastante grande, así que la ayuda era buena.

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