♥Capitulo 13♥[1/2]

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-Emm... no. -El color se me subió al rostro al haber sido descubierta en mi análisis visual de aquella maravilla que era su rostro.

Después de un silencio incómodo, en el acomodo de ideas, nuevas sensaciones y miles de cosas que hacían que mi estómago se moviera, una luz llegó a mi razón y pudo conectar con mi lengua y hacer salir mi voz.

-Amm... me decías que Luka había aceptado. ¿Cuándo sería? -Dije.

-Bueno, si quieres, mañana mismo. -Comentó, animado.

-Mañana... ¿Pero qué tal si le dan a Marinette el trabajo?

-Mmm.... tienes razón.- Dijo colocando una mano en su barbilla como si pensara.- Entonces sería el domingo.

-No falta mucho de todas formas. -Dije, sabiendo que mañana era viernes.

El mozo llego y colocó los platos delante de nosotros. El olor a queso fundido de la lasaña se adentró en mi nariz y mis tripas rugieron. La sonrisa de Adrien apareció fugaz en sus labios y el rubor tímido en mis mejillas.

Mientras comíamos saqué varias fotografías del lugar y justamente como la vez anterior, el rostro de él apareció furtivo entre algunas.

No sabía que pasaba, no sabía porque cada vez que Adrien hablaba me maravillaba tanto, no sabía tampoco porque cuando me miraba algo se removía en mi estómago, ni tampoco sabía por qué cuando mencionaba mi nombre me sentía especial. Eso me obligó a pensar en mi amiga y sin saber tampoco por qué, me sentí culpable de pronto.

Todos mis intentos por hacer que él no pagara mi comida fueron en vano.

Me llevó de regreso hasta el departamento de Marinette, mientras que la fierecilla rogaba encontrar alguna manera de extender el tiempo y si era posible hacerlo parar. Aquello me daba miedo, porque yo también lo deseé.

Cuando llegamos, él subió conmigo, encaminando sus pasos junto con los míos.
-Espero que le hayan dado el trabajo. -Musité mientras mis pies medio cansados subían desganados los escalones del edificio.

-Yo también. Sueña con eso desde hace tiempo. -Concordó.

-Exacto, sé que la haría bastante feliz estar dedicando su tiempo a algo que le gusta bastante hacer.- Sonreí.

Abrí el departamento y oí el chasquido de la llave al quitar el seguro, entonces Adrien siguió mis pasos y se adentró también. Una rara combinación entre la extrañeza y la emoción creció repentinamente en mi fuero interno. Me le quedé mirando cuando cerró la puerta.

-Son las tres treinta, seguro que le dieron el empleo. -Dijo, observando el reloj que colgaba de la pared.

-¿Tú crees?- Pregunté, mientras sentía a la fierecilla celebrar de emoción y no precisamente por una buena razón.

-Sí, ¿te molesta si la espero?- Preguntó, jugando con una manzana que había tomado de algún lugar en la cocina.
-No, por supuesto que no, siéntate.

La fiera celebró aún más, el tiempo con Adrien se me había expandido, al menos hasta que Marinette llegara. Esa última idea no le agradó del todo a la fierecilla.

El día terminó, mi amiga había llegado pasada las cinco de la tarde anunciando jovialmente su nuevo empleo, y él, luego de tres horas, se había marchado. Ahora yo me encontraba recostada en la cama, mirando el techo de nuevo como en la noche anterior; haciendo un análisis del día transcurrido y trayendo a mi mente aquel perfecto rostro, maravillándome al recordarlo.

[...]

Rebusqué entre las amarillas hojas de aquel grueso libro de anuncios un buen laboratorio para imprimir las fotos que había tomado ayer. Mari había partido temprano a su empleo y llegaría tarde, así que tenía que buscar alguna manera de pasar el rato.

Refunfuñé para mis adentros por no entender nada de lo que me mostraba el libro y me pregunté entonces cómo sería capaz de encontrar un laboratorio si no sabía ni siquiera leer un anuncio. Definitivamente tendría que aprender italiano. Aquella idea me hizo pensar en Adrien y reí como tonta al recordarlo. Pero eso abrió paso una pregunta que me hizo fruncir el ceño... ¿Por qué?.

Sin embargo, no era tan tonta como para no entender absolutamente nada de ese anuncio, me ubiqué un poco al distinguir las imágenes y garabateé la dirección en un papel de aquel lugar que parecía ser lo que yo buscaba.

Salí del departamento con la dirección en mente que afortunadamente había encontrado en la guía, mientras caminaba, trataba de acomodar mi cámara fotográfica en el estuche; de pronto, mi andar se vio interrumpido al chocar con otro cuerpo.

-¡Lo siento!-dijimos ambos al unisón.

Levanté la mirada y me topé con un bello rostro meramente inmaculado. Su tez pálida hacia lucir sus ojos, sin embargo poseían un hermoso color con motas de luz y las pestañas se expandián con firmeza hacia arriba. Sus labios rellenos se estiraron y formaron una bonita sonrisa curiosa.

-Hola.- Pronunció.

-Hola.- Respondí media atontada por el bello rostro que tenía frente a mis ojos.

Manual De Lo Prohibido~AdrienxChloe~(Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora