♥Capítulo 31♥

244 31 5
                                    

-¡Chloe! ¿Estás? -Preguntó Marinette en un sonoro grito. ¿Y ahora qué se suponía que debía hacer?¿Salir y portarme como si nada, siendo hipócrita con mi amiga y ordenando callar a mi corazón cuando Adrien se acerca? o ¿Quedarme encerrada en mi habitación y hasta quizá ocultarme en el armario para siempre? -¡Allí estás! -Dijo Marinette, con alivio, abriendo la puerta de mi habitación y haciéndome sentir descubierta bajo la mirada de su novio que se mostraba en segundo plano.

Le sonreí, totalmente nerviosa y atontada debido a que no tuve la oportunidad de salir corriendo por la ventana, aunque hubiera sido mala idea por los tres pisos que había antes del suelo. No pude mirar a Adrien, o mejor dicho mantener mi mirada en él, mientras él me veía; pero tampoco pude hacerlo con Mari, porque ella quizá podría ver en mis ojos alguna aflicción. Y no estaría del todo equivocada.

-¿Por qué no le abriste a Adrien? -Preguntó, entre tanto que yo bajaba de la cama y me acercaba para salir de mi habitación, aunque no lo quisiera.
-Oh, perdóname. -Intenté mirar al interpelado pero su mirada me derritió el corazón incluso antes que este pudiera latir, así que me apresuré a hablar para quitarla rápido. -Es que me quedé dormida con la música a todo volumen.- Me excusé y luego me dirigí hasta la cocina para tomar una manzana, pero más para huir de ambos. Porque por el lado que sea, yo me sentía culpable.

-No, no te preocupes. -Me dijo el rubio; y su voz hizo que las piernas me temblaran.

-Lo encontré sentado afuera, quién sabe por cuánto tiempo estuvo allí. -Musitó Marinette y por la colilla del ojo miré como se giró hacia su novio para darle un abrazo cariñoso. El hecho de que no quería admitir que me daban celos, no evitaba que los sintiera. Aunque me hizo sentir un poco mejor el hecho de que él no le correspondió el abrazo, sino que me miraba con un poco de decepción. ¿Qué le ocurría?

Entonces el timbré sonó interrumpiendo el beso que estaban a punto de darse y corrí alegre a abrir la puerta, dándole gracias a quien sea que estaba del otro lado. Cuando abrí, un ramo de rosas rojas le tapaba la cara a alguien y solo divisé las viriles manos que lo sostenían. Todos nos quedamos observando, confundidos y curiosos, hasta que el ramo de rosas bajó y pude ver el bello rostro juvenil de Nathaniel, sonriéndome.

Manual De Lo Prohibido~AdrienxChloe~(Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora