D A D D Y © [✓]

Chapter +5

Nicolle.

¡Dios! Me hizo sentir lo que nadie a logrado. Y cabe destacar que solo fue sexo, nada más.
¿Y si fuese con amor? ¡Ni lo imagino!
Diablos, aún siento mi entrepierna temblando. Ojalá se vuelva a repetir.

Estoy loca, lo sé. Apenas lo conocí hoy y ya me fuí a la cama con él.
Eso sí que es ser una chica mala.
No me importa en lo más mínimo, ame esta noche, la manera en que hizo sentirme. Temo que vaya a sentir cosas por él, viviremos juntos, y tenerlo en la casa será como tener la comida favorita que llevas tiempo sin probar.

Después de haberme dicho aquellas palabras poéticas me entraron ganas de volverlo hacer. Me besó bajo la lluvia antes de entrar a la casa, y me sentía de él. Sentí que quería ser de él, que debía conocerlo más detalladamente. Me derretí en ese beso, y afirmo que empecé a sentir algo en el corazón y no sé qué es.

-Oye, vamos a entrar, de seguro se están preguntando dónde estamos -me comunica llevando mi pelo mojado detrás de mis orejas y aprieta mis cachetes.

¡Aawwww! Que lindo fue eso.
No pude evitar que mis cachetes se pusieran rojos.

-Si vamos a entrar, mamá y Harold deben estar esperándonos.

Cuando entramos fuimos a nuestras habitaciones, ya que no vimos a nadie en la sala.
Ibamos subiendo las escaleras cuando de repente mamá grita mi nombre desde la sala de entretenimiento.

-¿Eres tú cariño? -dice mamá.

-Si mamá, y Connor también esta aquí -le respondo-. No sé preocupen, solo estamos empapados por la lluvia.

Él y yo seguimos subiendo, y de la nada comenzamos a reírnos sin sentido. Después de un minuto, creo, me fulminó con la mirada de forma coqueta y bajó su la cabeza con una sonrisa tímida. Yo puse mis manos detrás de mí y fuí caminando hacia él lentamente, hasta llegar y sonreírle. Él me vió a los ojos y luego centro su mirada en mis labios. Me tomó de las caderas y me cargó besándome apasionadamente. Me recostó de la puerta de mi habitación como esta tarde.

-¿Nicolle, pasa algo allá arriba? -grita mamá desde abajo.

Le pongo mi mano a Connor en la boca porque se iba a reír.

-No mamá, solo que me senté frente a mi puerta de golpe.

Mentiras mamá, me estoy besando con el hijo de tu esposo.

-Oye, mejor entremos a mi habitación -le susurro sonriendo-. ¿No querrás que nos encuentren en esto aquí?