lo que todos dicen pt 2

393 60 2
                                    

La vi irse.

Procese todo y finalmente deje que mi instinto guiara.

¡Valentina eres una imbecil! Mi inconsciente atacó, el dolor y la decepción con el que me vio fue la respuesta que necesitaba. Ella no había sido una "perra" como decían, confió en mi y yo la cague. Salí rápido de mi casa y la seguí de forma rápida.

— Juliana! Espera — llegue hasta donde estaba rápidamente, solo había camino un par de cuadras.

Le di la vuelta para poder mirarla.

Mi corazón se apretó cuando vi como miles de lagrimas bajaban por sus mejillas sin parar.

— Que- q..que quieres. No querrás juntarte con gente "como yo" verdad?— me pregunto entre pequeños sollozos, se veía tan pequeña y frágil, no podía creer que la Juliana que yo conocía era la juliana de la escuela, parecían personas totalmente diferentes. — Soy una idiota lamento haber llegado a esa conclusión, yo confío en ti —asegure — ...es que no sabía que pensar...lo siento.

Me dolía saber que se había roto a llorar solo cuando yo no la estaba mirando.

— Yo...yo, no t-e men...mentí— se excusó ella aún llorando sin parar — no quiero que les creas...por favor no seas así, yo lo único que quiero es tener... — Juliana solo hablaba entre pequeños sollozos y una gran desesperación por explicarse, hizo un silencio — lo único que quiero tener es una amiga. —admitió—

Creo que jamás había querido abrazar a alguien tanto como a ella en este momento. Era loco, habíamos hablado cinco veces pero ya sabíamos los lados más débiles de la otra, bueno ella aún no sabía mucho de mi pero ya habría tiempo para eso.

— Somos amigas. Por favor perdóname — acerque mi mano a su mejilla y limpie algunas lágrimas que adornaban su piel.

La chica de los ojos marrones buscó dudosamente mi mirada, alguna señal que dijiera que no podía confiar en mi.

Hasta que algo increíble pasó.

Juliana no pudo evitar asomar una leve sonrisa, un pequeño brillo apareció en su mirada y se pasó las manos por el rostro — Lamentó que me hayas visto así...otra vez — soltó una incómoda risita que me alivió al maximo, al parece ella estaba más calmada.

Me acerque un poco más a ella y sin previo aviso la abraze y sonreí ampliamente, ella se tensó un poco al inicio pero luego relajó sus músculos.

Ese abrazo era el
Inicio de una linda...

amistad.

O por lo menos eso creían ellas.

————————————————

— Ahora si me vas a contar lo que querías decir en la cafetería? — pregunte, las dos estábamos sentadas en mi cama comiendo la pizza que no demoro en llegar mucho más de 10 minutos. Después de prácticamente hacerla llorar le rogué que viniera conmigo.

— Oh claro — sonrió y se encogió un poco de hombros, yo quería invitarte a una cafetería que me gusta mucho...y no lo sé ¿hablar? La verdad es que he teñido unos días de mierda. —me miró espectador por mi respuesta —

— Claro que podemos ir! — salte emocionada y ella rio por mi reacción — Ya sabes que si tienes que hablar con alguien estoy aquí para ti — sonreí amplio, estaba tan feliz de finalmente avanzar esta situación con ella —

No voy a mentir, había descubierto que Juliana era un persona realmente tímida por dentro, habían muchas cosas extrañas, por ejemplo que se nos hacía muy fácil hacer conversación.

— Entonces...supongo que este viernes podríamos ir o bueno el día que quieras — le dio una mordida más a su pizza.

— El viernes es perfecto — me quede en silencio un momento y nuevamente las imágenes de ella llorando por mi culpa atacaron mi mente —...quería disculparme de nuevo por lo de hoy...he sido una idiota — repetí mirándola después de escogerme de hombros.

— Valentina creo que es la décima vez que te disculpas — rodo un poco los ojos mientras reía levemente — Entiendo qué hay muchas cosas que dicen de mi ya sabes...creen conocerte pero no — bajo un poco el tono de su voz cuando dijo las últimas palabras y miro hacia sus manos.




— debe ser difícil —

— no tienes idea. —

• amba𝔯 • [Juliantina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora