Accidente -AkuAtsu-

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Su mente se llenaba de desesperados pensamientos, cada pasó que daba era un tropezón tras otro, la muñeca de su mano derecha ardía por la fuerza que ejercían sobre esta.

-A-Akutagawa ¡p-para! -tiró de su mano- ¿¡Que Diablos Te Pasa!? -grito presa del terror-

Cuando el azabache se giró a verlo, lo único que hizó fue soltarle un amenazante gruñido, volver a tirar de la blanquecina mano y de un golpe abrir la puerta de su departamento.

Atsushi miro a todos lados asustado.

-¿Q-Que hacemos aquí? -pregunto, siguiendo guiado a la habitación- no s-se que te pasa.... p-pero para ya, no es gracioso... t-tengo que ir co-

-¡CON QUIÉN! -grito poniéndose de frente- ¡A QUIÉN VAS A VER! -

-¡PARA YA! -devolvió el grito, cerrando los ojos- ¡NO SE QUE TE PASA!, ¡PERO NO TIENES NINGÚN DERECHO SOBRE MÍ! -tiró de su muñeca, soltandose al fin-

Atsushi escuchó claramente como los dientes del Alpha crujieron en enojó, asustado retrocedió.

Poco a poco el ambiente se vía tornando tensó.

-¿Q-Que -trato de hacerse él valiente-

Ryuunosuke no espero más, con pasos firmes se situó frente al Omega, y con más fuerza de la necesaria chocó sus labios contra los contrarios, demandando en un salvaje beso los labios del Omega.

Atsushi gimio en sorpresa, abriendo su boca, concediéndole sin querer total dominio al Alpha.

Sus lenguas se reconocieron aún y en contra de la voluntad del albino, Akutagawa presionó su boca y cuerpo sobre él tembloroso detective, su pálida mano comenzó a recorrer la fina cintura contraria, ante aquello Atsushi se estremeció y comenzó a empujar al azabache asustado, sus ojos comenzaron a cristalizarse.

-¡Aghmm! ¿que .. y-ya .... ¡para! -pidió entre quejidos, empujando al Alpha-

Cuando logró separarse al fin, su boca se lleno del metálico sabor de la sangre.

-¿Q-Que? -murmuro Atsushi, asustado-

Al alzar la mirada pudo lograr ver la satisfacción en esas oscuras orbes.

Ese no era él Akutagawa que él conocía.

Con un leve empujón al Alpha, Atsushi se dispuso a correr a la salida, no alcanzando ni a poner una mano sobre la puerta del lugar cuando la habilidad del Mafioso volvio a hacer su aparición, enrollandose otra vez en su cintura y está vez aventandolo a la cama del lugar, al rebote del colchón Nakajima trató de ponerse de pie, más una fina y rápida hebra de tela negra corto por enmedio su camisa.

Tembló de miedo.

-A-Akutagawa.... para... p-para -pidió con ya evidentes lágrimas en sus ojos- no quiero.... esto... no -negó- ... yo -recordó lo feliz que era su padre Omega con él castaño como Alpha-

Disputó a parar, Akutagawa estiró su mano, más nada lo preparó para lo siguiente.

-... no te quiero -soltó- ... quiero a -

Las palabras del detective se cortaron, su cuerpo entero comenzó a temblar, dudoso alzó la mirada, solo para encontrar unos coléricos y fríos ojos negros.

-No me importa -gruño, usando su voz, a la vez que sus feromonas se disparaban- ¡No Te Daré A Nadie! Ese Alpha tendrá que morir -aseguró sonriente-

Con enojo mal contenido Akutagawa se dispuso a ponerse entre las piernas del Omega quién al instante trato de patear y separarse de éste.

-No te voy a dejar ir -aseguró- haré que no pienses en nadie más -deslizó su lengua por el tobillo contrario-