🌻 Omegaverse.
Nunca Fue Bueno, Pero Tampoco Se Consideraba Tan Bajo Como Para Hacer Eso, Pero Su Olor, Su Maldito Olor Le Nublo Todo Pensamiento Racional, Así No Olian Los Betas ¿O Si?.
Sus grises, casi negros ojos, se abrieron totalmente sorprendidos y confusos, la escena frente a él no esperaba presenciarla nunca.
Solo fueron unos segundos.
Él albino y él habían corrido de forma desesperado hacia los padres de este, Dazai grito él nombre de Chuta y él de la habilidad de teletransportación hizó su apareció, ambos sabían cual sería su reacción, y no se equivocarno, él Beta se desespero al punto de perder la razón, más ni con tiempo ni con Rashōmon llegarían a estos, su Omega susurro algo que no lo logró escuchar y en fracciones de microsegundos este desaparecio y reapareció frente al enemigo.
Cegado por el miedo y la ira Atsushi no lo pensó, uso su habilidad, la del Tigre bajo la Luna y cortó él brazo del de oscuras vestimentas, giró sobre su propio eje y le propinó un rodillazo en el estómago.
Él Beta escupió y calló de rodillas, sus sentidos retumbaro e entorpecieron sus movimientos, la pérdida de sangre comenzaba a afectarle
Un agrio aroma hizo su aparicion, esparciendose por todo el lugar, haciendo tambalear y caer al albino, Akutagawa sin poderlo evitar le siguo, cayendo sobre una de sus rodillas, apenas logrando alzar la cabeza buscó la causa de que su lado Alpha se sintiera sometido y amedrentado.
Dazai.
Él ex-mafioso de hebras castañas se encontraba sobre sus rodillas, ido, con los ojos totalmente en blanco y lágrimas fluyendo de estos, descontrolado, siendo incapaz de suprimir su territorial aroma.
-... ¡Agh! -se quejó él mafioso, intentando ponerse de pie-
Acción titanicamente imposible.
A Atsushi comenzaba a hacérsele difícil el respirar, aun así pudo ver como él Beta se arrastraba hacia su dirección, intento ponerse de pie, más lo único que logró fue apenas y girarse.
Siendo Beta, al de oscuras hebras no le afectaba casi en nada él aroma de los Alphas, aprovechando dicha ventaja y con las pocas fuerzas que le quedaban se colocó sobre el de ojos bicolor, comenzando a estrangularlo.
Su cuerpo se petrifico, sintió sus ojos moverse de forma desesperada dentro de sus propios cuencos, su habilidad se descontroló, hiriéndolo incluso, vio como su Omega pataleo débilmente, tratando de alejar al Beta, estubo a nada de dejarse perder en la ira y el odio que olvidado que podría acabar como Dazai, de un gruñido mordió su propia lengua y controló a Rashōmo, golpeando al castaño, quien cayó inconciente y dejando de esparcir feromonas.
No había manera de que pudiera controlarse ahora.
De pie, corrió hacia él albino, quién ya había dejado de moverse, ante el hecho frente a él sus ojos brillaron en sed de sangre.
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-Mi... Omega -murmuro Akutagawa-
Rashōmo se movió y atravesó al Beta, crucificadolo en el aire.
