Accidente -AkuAtsu-

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Si creyó que la vida era fácil, que matar y vivir era ya un reto que controlaba, en ese momento llenó de terror supo que no, no era así.Jamás había visto un cambio de expresión tan rápido como en ese momento.

Dos días después de que él Omega albino terminara las pasantías del que sería su ahora nuevo trabajo, ellos estaban llegando al aeropuerto de Japón.

No esperaba ver a los padres de éste ahí, aun y cuando sabía que tendría que enfrentarlos, su cuerpo se tenso y las alegres caras de Dazai y Chuuya cambiaron por unas con expresiones asesinas.

-Dazai -dijo fríamente él Omega mayor- guindalo del puente más alto con tus vendas -ordenó Nakahara-

-Tus deseos son órdenes mi amor -respondió sádicamente él castaño-

-M-Mamá -tartamudeo Atsushi-

-Ven, cariño, hay que ir a casa -habló esta vez amorosamente él mafioso-

-Pero- -

-Adiós~ Atsushi-kun -despidió su padre sonriente-

Nakajima y Akutagawa se miraron con terror, aún así él heterocromatico sonrió apenadamente y alzó su mano en despedida.

-"Traidor" -pensó él Alpha azabache-

-Ahora si -dijo él castaño- ¿en que estábamos Aku-ta-ga-wa-kun~? -deletreo cantarinamente él detective-

Ryuunosuke no sabe cuanto corrió o como lo atrapó, nisiquiera cuando perdió la conciencia, solo sabe que cuando abrió los ojos estaba de cabeza colgando de un concurrido puente a nada de caer al río.

-"No volveré hacer enojar a Dazai-san o a Chuuya-san" -se dijo medianamente arrepentimiento él de ojos grises-

Lo único bueno de todo esto era que estaba con la persona que amaba, aún y cuando este recientemente lo acababa de abandonar a su suerte.

-¡¡Ryuu!! -grito Atsushi-

Akutagawa se alzó como pudo y vió al albino en la cima del puente, miradolo con total preocupación, haciendo que soltara una pequeña risa de lo absurdo que era todo en ese momento.

De lo maravilloso que era todo en ese momento.

-... ¿De un puente? -preguntó incrédula una joven de dieciséis años-

Atsushi rio ante el rostro de su ahora no tan pequeña cachorro, ella era la viva imagen de su esposo, incluso en su género, lo que provocaba muchos malos entendidos, pues era torpe e ingenua para su edad.

-Si -le reafirmó con una sonrisa-

-Los abuelos dan miedo -murmuro temblorosa Yuki-

-Dímelo a mi -susurro igual de tembloroso él Omega-

Akutagawa que iba llegando rodo los ojos, Yuki podría parecerse a él pero tenía la torpeza de su Jinko, haciendola adorable más no lo diría, se le pegaría como chicle de escucharlo.

-Yuki, me encontré con él peli-rojo Kunikida, te envía este libro -entregó Ryuunosuke-

-Mitsuki -suspiro suavemente la Alpha, haciendo fruncir el ceño al azabache mayor- ¡Me voy! -grito de pie-

-No llegues tarde -pidió él albino, caminando lentamente hacia la cocina-

Cuando la joven desapareció, Akutagawa se cruzó de brazos, mirando seriamente al Omega.

-¿Enserio, Jinko? -

-¿Que? -pregunto confundido, lavando los trastes-

-¿Mandas a un Alpha con un Omega? -

-¿Eh? Yuki y Mitsuki son muy responsables con sus supresores -dijo sin entender-

-A Yuki le atrae ese enano -bufo él de ojos grises-

-Bueno, por algo son pareja ¿no? -siguió sin entender, siendo incapaz de ver la sorpresa en él Alpha- Akane-chan, Hanabi-chan y Setsuna-chan incluso me enviaron un video de la declaración de Yuki -

-¿De-Declaración? -tartamudeo-

Atsushi se giró y miro a Alpha, quien estaba por desmayarse.

-¡Ryuu! ¿Que pasó? Hey, resiste -

-¿Tu sabías que eran pareja? -

-¿Que? Oh, si pero- -

-Esa mocosa -murmuro entre dientes-

Nakajima rio nervioso.

-¿No... No te lo había dicho? -

La puerta se abrió y por ella ingreso la mencionada con un avergonzado peli-rojo de ojos verde.

-... Yuki -susurro Mitsuki-

-Ehhh, creo que mejor me voy -dijo dando media vuelta-

Akutagawa hija se tensó cuando una pesada mano se posó sobre su hombro.

-Creo que es momento de que alguién conozca cierto puente -

-N-No, no le puedes hacer eso a Mitsuki -tartamudeo Yuki-

-¿Quien dijo Kunikida? -sonrió él azabache-

La Alpha miro esperanzada a su madre, quien sonrió y alzó su mano en despedida, sobando su vientre abultado con la que tenía libre.

-¿Quieres pastel Mitsuki-chan? -pregunto alegre Atsushi-

Él mencionado miro a su asustada pareja, más uno de sus ideales era vivir largamente así que la ignoro.

-Me gustaría Akutagawa-san -dijo inexpresivo él joven-

-¡¡Mitsuki, Traidor!! -grito Yuki mientras era arrastrada por el cuello de la camisa-

-Bienvenida a mi mundo -habló con sarcasmo él mayor-

Jamás esperó ser como su suegro, más era sádicamente placentero torturar a la gente, ya esperaba conocer a las futuras parejas de sus gemelos.

Ese sería un gran día.

Fin. 🌻