Prólogo: "Con solo un café..."

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Ruido... Escándalo... Y demasiada gente para mi gusto...

No se como fue posible que Sam me convenciera para venir hasta aquí.

Creo que fue porque me dijo que si no la acompañaba estaría sola, y yo me compadecí de ella... ¡Ah...! Y de su cara de borrego degollado también...

El lugar estaba abarrotado de gente, no podía respirar, estaba en medio de una estruendosa Sam y un caballero regordete que no dejaba de mover su celular de un lado a otro colocando su maloliente y sudada axila cerca de mis fosas nasales.

¡Asco, asco, asco! ¡Voy a vomitar!

- ¡¿Lyann, estás bien?! -dijo Sam dejando de saltar al ritmo de la batería-

- ¡Si, si estoy bien! -intenté cambiar mi cara de asco-

- ¡Ay, No! ¡¿No me digas que no te gusta el concierto?! -gritó cerca de mi oído, teníamos que gritar, pues la música estaba muy alta-

- ¡Si me gusta! ¡Pero necesito un poco de aire! ¡Hay mucha gente! -apunté al caballero de mi derecha que ahora se había cansado de saltar, el sobrepeso le hacía realmente mal-

- ¡¿Qué?! -al parecer no escuchó-

- ¡Voy por algo de tomar! -dije en su oído-

- ¡Pero aquí tengo unas cervezas! -apuntó a su mochila, que por el momento la había llevado colgada en su pecho, no sé como podía saltar con eso encima-

- ¡No quiero cerveza! ¡Voy por otra cosa! ¡Vuelvo en un rato!

- ¡Cualquier cosa te mandaré un mensaje de texto! -mostró su celular de color azul-

Y con eso me abrí paso entre la multitud. Estoy segura que me demoré mil años en salir de allí, pues a Sam se le ocurrió abrirse pasó hasta el frente del escenario para tener una mejor vista de los interpretes.

Al fin llegué a la parte de atrás, donde toda la gente tenía al menos más de un metro cuadrado para poder respirar. La música se escuchaba con volumen más bajo y la gente hablaba normalmente.

No muy lejos visualicé la tienda de bebidas, me acerqué para ver los precios. Pero al acercarme me encontré con otra multitud de gente que me separaba por lo menos unos 5 metros de la barra para ordenar.

Suspiré, relajando un poco mis nervios y me dirigí a un puesto de comida rápida que se encontraba al frente.

¡Pero que desgracia! ¡También estaba repleto!

Decidí esperar en el puesto de bebidas, realmente con tanto grito para hablar con Sam izo que mi garganta se secara; además tenía sueño, quería irme a mi casa y descansar...

Me crucé de brazos y esperé pacientemente a que la multitud se fuera, vi salir a cuatro personas del tumulto con 2 botellas de cerveza cada una.

Yo no deseaba una cerveza, nunca fui buena para el alcohol... La última vez que tomé con Sam fue desastroso...

Recuerdo que... La verdad no recuerdo absolutamente nada de esa noche de desvelo junto con Sam viendo "Como si fuera la primera vez"... Amanecí acostada al lado del refrigerador con un pedazo de pizza bajo mi axila, una rebanada de pastel bajó mi pie y tres aceitunas incrustadas en algunos de mis dedos de las manos.

Me bañé 5 veces ese día...

Y Sam... Bueno ella amaneció abrazada a la regadera de la ducha... Tuvo dolor de espalda por una semana por dormir en la bañera...

Después de ver a los cuatro hombres salir de allí no vi a nadie más apartarse del tumulto, al contrario, la gente seguía llegando.

Me armé de orgullo e intente pasar por en medio, pero una chica me insultó y me empujó hasta atrás.

Un Maldito SeductorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora