𝓲𝓽𝓪𝓵𝓲𝓪𝓷 𝓰𝓪𝓵𝓵𝓮𝓻𝓲𝓮𝓼
(⁰⁵) Pero cuando te miro, todos los miedos se van.
No temo ni dudo en dar pasos adelante,
me siento feliz, segura en paz,
no hace falta que el dolor aguante.
Lucerna, Suiza, Europa
Cuando abrió los ojos, Luca no supo decir qué había hecho mal. No había tocado a Caroline -si es que así se llamaba-, y suponía que por eso despertaban siempre. Miró la hora, eran las siete de la mañana, ¿Tan rápido había pasado el tiempo?, el sueño parecía haber sido algo efímero.
Tomó su almohada y la puso encima de su cabeza, pensando que el día siguiente tendría que viajar a Irlanda con su madre. No parecía ser algo muy malo, y si todo era como Alma decía, sólo tendrían que estar no más de tres días allí, ir a ver ese viejo café, y luego volverían a Suiza. No sabía muy bien por qué se quería quedar en ese país, tal vez le había tomado cariño porque era el primer país que su madre le dejaba elegir, además de que había encontrado una galería que realmente valía la pena, casi lo mismo que le había sucedido en Italia.
Sintió que alguien abría la puerta de su habitación, pero no se gastó en quitar la almohada de su cabeza, no podía ser nadie más que su madre.
—¿Te he despertado? —le preguntó.
—No, mamá... estoy despierto desde hace un rato, a decir verdad.
—Ah, bueno. Te iba a decir que el dueño de la fábrica habló con un conocido dueño de una pastelería, que al parecer está interesado en hablar conmigo.
—¿Para qué querría hablar contigo el dueño de una pastelería suiza?
Para Luca, ese viaje cada vez tomaba menos sentido, ¿para qué estaban haciendo todo eso? ¿Cuál era el fin de ello?
—Algo parecido a lo de Irlanda
—Okay... ¿Y me vas a pedir que vaya contigo a esa reunión?
—No realmente, la reunión es un poco privada, creo que tiene que ver con que iban a cerrar el negocio pero está en un trámite de herencia, me han pedido que intente razonar con el heredero acerca de mantener un café en el edificio si es que me lo venden... el joven dice algo sobre mantener vivo el espíritu de su abuela en el pueblo —la mujer suspiró—, pero te iba a decir que la panadería queda en el centro, y te iba a preguntar si querías venir conmigo, y mientras yo hablo, vos conocés lo que quieras.
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Galerías Italianas
Novela JuvenilMadeleine tiene un gran problema: sueña todas las noches con un chico que no conoce y el verdadero inconveniente es que, lejos de incomodarla, comienza a desarrollar sentimientos por él. ¿Podrías enamorarte de alguien que has visto sólo en tus sueño...