El Ángel guardián ◇Paulchard◇.+18

Capitulo 6

__¿Dónde me llevas?.
__A un lugar muy especial.
__¿A tu cama?.
__Agh, cállate.
Richard le lanzaba bromas a Paul, pese al mal rato la mejor forma de romper el hielo era haciendo bromas, para que también el doctor sonriera un rato, lo que menos la gustaba a Richard ver que el mayor esté afectado por una mujer que no vale la pena.
__¿Me vas a bailar con ese uniforme?
__No seas desubicado Richard.
__Anda, se te marca el culo con esa tela tan suave.
__Tsh... ¡Cállate!.
Llegaban a la casa,  paul metía la mano a su bolsillo buscando las llave, antes de que este las encontrara Richard lo abrazo por la cintura.
__Paul, no te sientas mal por lo que acaba de pasar, la culpa fue de ella no tuya ¿De acuerdo?.
__S-Si Richard…. No te preocupes…
En ese momento Paul se puso bastante nervioso, no por lo que decía el menor más bien por tenerlo tan apegado a su espalda, podía sentir incluso el trabado cuerpo del menor en su espalda,  la diferencia de porte se notaba bastante ya que Paul es más bajo que Richard.

En ese silencio Richard aprovechaba se posar sus manos por la cintura ajena haciendo que su trasero se apegue a la entrepierna ajena, paul podía sentir directo el contacto gracias a la delgada tela de su uniforme, solo por ese contacto soltó ligero suspiro.
__Reesh…No te apegues tan a mi… esta ropa me hace sentir todo… Trataba de separarse pero Richard lo sostenía con mayor firmeza, en  compañía de una ligera y sorpresiva mordida en el cuello.
__Te quiero comer, más con esta ropa que te marca todas tus curvas.
Richard estaba a pasos de hacer algo más cuando salió una vecina a saludar a Paul, en ese momento ambos se separaron nerviosos.
__¡Doctor Landers! Que alegría verlo temprano. La mujer fue a saludarlo con un abrazo.
Esta era bastante llamativa,  con unos pechos y trasero que hasta el más homosexual podía distraerse con facilidad, Richard por su parte la miró con impresión, incluso tragó saliva para evitar babear ante semejante mujer. Mientras que Paul  estaba bastante nervioso al tener tan cerca a esa mujer que en cualquier momento tragaba al doctor con esas curvas.
__Se-señorita Kate… Que alegría verla, cada vez está más fuerte… Decía Paul en lo que intentaba separarse de la mujer cual tenía su busto puesto en su cara.
La mujer se percató de Richard, esta abrió sus ojos impresionada de la belleza y juventud que emanaba el guitarrista, más con ese sombrero negro que cargaba con él, su mirada seductora y esos profundos ojos celestes que no dejaban de observar a la mujer, más ese marcado físico que cargaba Richard, no era necesario desnudarlo para notar lo bien trabajado que estaba.
__Oh doctor Paul,  no me ha presentado a su amigo . Decía esta yendo a saludar a Richard de beso en la mejilla.
Ahora Richard sacaba su lado galán. __Mucho gusto señorita,  soy Richard  para servirla. Este le sonreía seductor.
Paul por su parte se cruzaba de brazos molesto, de alguna extraña razón sintió muchísimos  celos que el menor haya sido tan galán y leguas se notaba que este estaba que se le caía la baba por la mujer.
__Oh y usted ¿Qué viene ha hacer por estos lugares?.
Richard estaba a pasos de responder cuando Paul lo tomó del brazo, de sus bolsillo sacaba las llaves para abrir la puerta del departamento,  lo que menos quería es que el menor siguiera coqueteando a la vecina.
__Este mocoso viene conmigo a que le inyecte su medicina.
__Oh ¿ Que tiene el guapo?. Preguntaba la mujer cruzándose de brazos, en ese momento su busto se marcaba más.
Richard abría los ojos impresionado, pero no pudo hablar porque Paul lo jaló con fuerzas para que entre al hogar .
__El mocoso tiene el síndrome del calientustits. Sin más que hablar Paul entró al hogar cerrando de inmediato la puerta.
Ahí estaba Richard aterrizando a la realidad, estaba anonadado por esa mujer que en solo su cara se le notaba, paul sin pasarlo sacó un par de guantes quirúrgicos que traía en su uniforme para lanzarlos a la cara del guitarrista.
__Baboso. Se cruzó de brazos molesto.
__Ey no te me enojes, no pude evitar distraerme ante semejantes melones.  Decía Richard con el fin de molestar al mayor.
__Agh idiota, no me vas a tocar. Sin más se fue hasta la sala a sentarse, aparte de cansado, estaba bastante celoso que no quería seguir hablando con Richard.
Este en silencio fue hasta donde estaba el mayor, se sacaba su sombrero dejándolo en la mesa de la sala y a continuación as incorporaba al lado del mayor para abrazarlo.