Te odio {YeonGyu}

🍥VEINTISIETE🍥

—Enano, tienes que levantar más la pierna. —Indicó. —Y nada de reproches, que para lo que quieres si eres flexible.

—Vete a la mierda. —Respondió tirándole una botella de agua.

Ya llevaban una semana de prácticas en las cuales solo había discusiones entre el coreógrafo y BeomGyu.

—Deberías hablarme con mas respeto, sigo siendo mayor que tu.

—Deberías cerrar la boca. —Intervino SooBin para sorpresa de todos.

—¿Qué has dicho?

—Ya me has escuchado, lo único que consigues es parecer más idiota de lo que ya pensaba que eras, así que si vas a seguir así, vete a tocarle las narices a otro grupo.

El coreógrafo protestó por lo bajo y siguió con las practicas.

Un rato después se encontraba empujando a YeonJun cada vez que podía, para así alejarlo disimuladamente de Beom.

Y solo bastaron unos minutos para que se formase una nueva discusión.

—Maldita rata asquerosa, deja de empujarme. —Soltó YeonJun molesto.

—¿Quién eres tu para decirme lo que tengo que hacer? —Respondió poniéndose enfrente suya, desafiándole.

—Oh no, aquí vamos otra vez. —Resopló Kai, apoyándose en el hombro de TaeHyun.

—No quieras saber de lo que soy capaz.

BeomGyu resopló y cogió la mano del mayor para calmarle.

—Déjale, solo quiere atención.

Una mueca de desagrado se apoderó del rostro del más mayor de la sala, seguido de un golpe seco.

BeomGyu se encontraba con los ojos abiertos como platos al ver como YeonJun había sido empujado y se encontraba en el suelo.

—Chicos, esperar fuera.— Ordenó el lider abriéndoles la puerta, evitando así que YeonJun se pelease nuevamente.

Una vez los chicos se fueron, SooBin se acercó al coreógrafo con rostro serio.

—Solo te lo diré una vez. —Hizo una leve pausa viendo como el mayor retrocedía tragando saliva —BeomGyu es como mi hermano pequeño, si a ti, pequeña mierda, se te ocurre hacerle daño, o meterte en su relación, me encargaré personalmente de acabar contigo.

—¿Acaso tu serías capaz de hacer algo así? —Se burló intentando ocultar su nerviosismo.

SooBin sonrió ladeadamente y le agarró del cuello de la camisa dispuesto a golpearle.

—Hyung, ¿podemos ir a comer? Nos morimos de hambre.

SooBin le soltó rápidamente, y con una mirada tierna y cálida se acercó a Kai, quien acababa de entrar nuevamente.

—Claro. —Respondió sonriendo y tomando su mano. —Vámonos.

El coreógrafo trago nuevamente saliva y colocó su camisa, impresionado por tan rápido cambio de actitud.

Una vez fuera del edificio, Kai volvió a hablar.

—Oye hyung, ¿por qué le sujetabas de la camisa?

—Por nada en especial. —Respondió revolviendo su cabello. —Tenia una mancha.

Beom le dedicó una mirada de intriga al líder, que le respondió con un gesto, dando a entender que luego le explicaría todo.

Mientras que los dos menores, no muy convencidos con la excusa, comenzaban sus teorías internas.