Bien... ¿Cómo comienzo?
Ah, claro... presentándome.
Mi nombre es Iris Peñaloza, papá quiso que me llamara Iris en honor a su canción favorita, "Iris" de Goo Goo Dolls. Tengo dieciocho años de edad y soy vocalista principal y líder de una banda llamada N4H. Somos una banda de rock que también tiene suerte con el punk y a veces, con el pop. Acabamos de cumplir uno de nuestros más grandes sueños... ser de los videos más vistos en toda la plataforma de YouTube. Nuestro sencillo "Crazy" es ahora el cuarto lugar con más de tres mil millones de visitas superando a "Sorry" de Justin Bieber.
Ahora nos encontramos de gira por el oeste de Europa, y es abundante el asombro que sentimos porque son tantos que nos apoyan, que nos siguen, y queremos que nunca se acabe. Ahora...
-Iris, en quince minutos salimos.- Mis pensamientos fueron interrumpidos por Neftalí, el guitarrista de la banda y con quien lidero N4H. Decía que ahora vamos a cantar en un escenario de Dublín y desde aquí, desde mi camerino, se oye la euforia de los fanáticos por vernos.
-Sí, ya estoy lista.- Respondí poniéndome de pie preparada para el concierto que se viene.
-Por cierto, tu novio otra vez se tomó el Ginger-ale de Roy.- Dijo Neftalí con desdén. Carlo es mi novio desde hace cuatro años y ocho meses, era mi fanático antes de ser mi pareja, pero la banda solo lo soporta por mí. Es demasiado confianzudo y es algo controlador.
-No es cierto...- Dije yo, harta de que sea tan confianzudo.
-¿Puedo cortarle la lengua y mandarla a Siberia?
-Eso le daría de comer a tantos periodistas.- Dije riendo.
-Mejor olvidémoslo y salgamos al escenario.- Dijo Neftalí riendo.
Luego del concierto, los chicos y yo cenamos en el hotel. Cenamos boxty irlandés, un pastel de patatas que es tradición para nosotros comer cada que pasamos por Irlanda. Andy, nuestro pianista, estaba contándonos lo contento que estaba por haber firmado tres autógrafos a unas trillizas. Le asombró el increíble parecido entre ellas, y cómo rimaban sus nombres también.
-Se llamaban Azucena, Macarena y Almudena.- Nos contó el carismático pelinegro.- ¿No les parece asombroso?
-Su madre ha de tener alma de poeta.- Respondí metiendo a mi boca un poco de boxty.
-¿Se dan cuenta de que sus iniciales forman la palabra "Ama"?- Dijo Roy, bajista de la banda y el dueño del Ginger-ale que se tomó Carlo.
-Sí, ellas me contaron que a su madre le gustaron los nombres por eso mismo.- Respondió Andy.
-Yo habría pensado que porque rimaban.- Respondí riendo.
-¡Eso mismo pensé!- Todos reímos por la confusión.
-¡Amor!- Llamó Carlo desde su habitación.
-Oh, oh.- Dijo Güichito, primo de Neftalí y baterista de nuestra banda.
-"Alerta ogro"- Dijo Roy haciendo comillas y los demás rieron.
-Roy, no le digas así.- Dije riendo.
-Sí, Roy. El novio de Iris es una perita en dulce.- Dijo Neftalí con sarcasmo.
-Iré a ver qué quiere.- Dije poniéndome de pie y dirigiéndome a la habitación de Carlo.
Llegué a la habitación de Carlo y toqué la puerta, me abrió la puerta de la habitación un muy malhumorado Carlo.
-Hola, amor.- Dije yo con una sonrisa.
-¿Qué estabas haciendo?- Me respondió Carlo preguntándome eso.
-Estaba cenando boxty con los chicos.
-¿Y por qué no me ofreciste cenar con ustedes?- Corrección: Lo hice. Pero hay dos problemas en esto: 1) A Carlo no le gusta el boxty. 2) Él dijo que se encerraría en su habitación y comería solo.
-Porque dijiste que querías comer solo.
-Yo nunca te dije eso, Iris. No metas palabras en mi boca.
-¿Qué?- Pregunté asombrada de su cinismo.
-Deja de ser una mentirosa.
-Ordenaste una pizza individual y te la comiste aquí.
-¿Sabes qué, Iris? Ya me hartaste. Largo de mi vista.- Dijo a gritos y apuntándome con el dedo la puerta para que saliera de su dormitorio. Yo salí con algunas lágrimas en los ojos, tal vez él tenía razón, debí insistir para que nos acompañara o venir a comer con él en su habitación, no sé. Algo que puedo asegurar con certeza es que sí le ofrecí acompañarnos a cenar. Él su pizza, nosotros nuestro boxty, pero Carlo no se hubiera enfadado si yo no fuera tan torpe.
Regresé a nuestra suite presidencial a seguir cenando con mis amigos. Ninguno tenía plasmada una sonrisa en su rostro y tampoco emitían palabra alguna, hasta diría que se les quitó el hambre al ver que lloré.
El silencio incómodo se esfumó cuando Neftalí habló:-Iris, no entiendo por qué sigues con esto.
-¿Con qué?- Pregunté.
-Permitiendo que Carlo haga de tu vida una miseria.- Respondió Roy preocupado.
-Es que fue mi culpa. Yo no lo invité a cenar aquí.
-Pero sí lo hiciste.- Frunció el ceño Güichito.
-Tal vez él quería que yo cenara con él allá.
-¿Te dijo eso?- Preguntó Andy.
-No, solo me dijo "Largo de mi vista".
-"Largo de mi vista".- Repitió Andy.- Eso es algo que no se le debe decir a una chica.
-¿Grosero, no?- Preguntó Güichito. Andy asintió con la cabeza.
-¿Saben qué? Ya no hablemos de Carlo. Roy, pásame la salsa, por favor.- Dije fríamente y Roy me pasó la salsa. Tal vez los chicos tengan razón y Carlo se portó como un imbécil, pero no puedo dejarlo. No me siento capaz...
YOU ARE READING
Música para mis oídos
Teen FictionN4H es una banda de cinco amigos que aman estar en donde están, pero a lo largo de esta historia, nos mostrarán que la fama, el amor y la música pueden tener una relación descabellada y muy interesante...