Capítulo 12: Qué vida la mía

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-Tú tranquilo.- Dije y luego de despedirnos, colgué el teléfono. En eso, veo que el “bombón” se acerca a mi mesa. Siento mi corazón latir a mil por hora…

-¿Qué tal tu segundo almuerzo?- Preguntó Matías sonriente.

-Muy bueno. Tenía hambre.- Dije riendo un poco.

-Eres increíble.- Dijo él viendo las envolturas de mi comida.- ¿Cómo te pudo caber una Big Mac en el estómago luego de haber comido fetuccini hace rato?

-No lo sé. Curiosamente, nunca me ha llenado comer solo pasta.

-Impresionante, porque yo siento que en este momento explotaré.- Dijo y reímos. Neftalí me escribió un mensaje de que en veinte minutos sale nuestro avión, recogí las envolturas de la comida y las coloqué en la bandeja.

-Neftalí nos quiere en veinte minutos allá.- Al parecer, también alertó a Matías con lo mismo.

-Sí, solo tiro esto en el contenedor de basura, y vamos.- Dije con la bandeja en las manos y tratando de agarrar mi bolso.

-¿Quieres que te ayude?- Preguntó él viendo mi dificultad para mantener firmes las cosas en mis manos.

-No te preocupes. Yo puedo sol…- No pude terminar la oración, pues acabo de tropezar con mi bolso, que acaba de caer en frente mío, y toda la basura de mi bandeja salió volando.

-¡Iris! ¿Te encuentras bien?- Dijo Matías tirándose al piso para ver si estaba bien.

-Sí, solo fue la caída…- Dije algo adolorida, pues fue una fuerte caída.

-Mejor sí te ayudo.- Dijo Matías ayudándome a recoger todo lo que se me cayó gracias a mi torpeza.- ¿No te golpeaste?

-No, no. Solo fueron la caída y el susto. No te preocupes.- Matías me ayudó a llevar la bandeja al bote de basura y nos fuimos corriendo a la sala de espera para tomar nuestras cosas y subir al avión.

Pude notar que Matías comenzaba a ponerse muy nervioso, lo cual era normal porque nunca había subido a un avión. Roy accedió a cambiar de asiento conmigo para ir al lado de Matías, yéndose Roy en el lado del pasillo, yo en medio, y Matías en la ventanilla. (Excelente asiento para alguien que sube a un avión por primera vez… nótese mi sarcasmo).

Narra Matías:
Aún me encuentro en estado de shock por 1) Subir a un avión, 2) Subir a un avión con una banda famosa, y 3) Subir a un avión con una banda famosa, que tiene una vocalista famosa y de la cual estoy enamorado… y por lo que me han dicho, tal vez ella también lo esté de mí. Qué vida la mía…

-Hola.- Dijo la cantante famosa y hermosa de la que les hablo, y quien se acaba de sentar junto a mí.

-Hola.- Dije volteando a verla.

-¿Nervioso?- Preguntó ella.

-Algo, aún no puedo creer que estoy aquí.

-Sí, así me sentí también alguna vez.- Dijo ella acomodándose.

-¿Tu asiento no era el del pasillo?- Pregunté frunciendo el ceño.

-¿Quieres que me vaya?

-No, no quise decir eso.- Dije apenado.

-Calma, solo bromeo.- Dijo Iris riendo.- Decidí intercambiar con Roy, detesto el pasillo.- Dijo ella haciendo una línea recta con su sonrisa. ¿Está mintiendo?- Por cierto, toma.- Dijo dándome una goma de mascar.- Durante el despegue, es muy común que se te tapen los oídos, mastícalo para evitarlo.

-Gracias, Iris.- Dije recibiendo la goma de mascar.- Y yo no sabría decirte si odio o no el pasillo.

-Trabajando con nosotros, podrás definir eso.

El avión comenzó a moverse, preparado para despegar. Ya me sentía menos nervioso, Iris me recomendó dormir o escuchar música durante el vuelo… creo que haré la segunda, y la ventaja de la ventanilla es que se pueden tomar buenas fotografías del cielo. Me saldrán más hermosas las fotos, porque son las cinco de la tarde, tiempo de que se ponga el sol.

El tiempo pasó volando junto con el avión, pues ya hemos aterrizado. ¡Sobreviví! Iris se percató de ello y me congratuló. Los demás iban dormidos, por lo que iban tambaleándose mientras bajaban del avión, yo solo me limité a reírme, e Iris me siguió en la carcajada. Pude darme cuenta de lo grandioso que es el aeropuerto de Los Ángeles, es muy grande y, ¡Qué cantidad de turistas! ¡Mis pies están en Los Ángeles, California! ¡En otro país que no es Honduras!
Estoy muy emocionado…

Narra Neftalí:
Llegamos a nuestra casa, listos para descansar un poco. Matías se quedará en una habitación de huéspedes ahí mismo, y será como un sexto miembro de N4H. Me percaté de que Iris estaba un poco pensativa, por lo que decidí hacerle tema de conversación…

-Muchos pensamientos en tu cabeza no son buenos.- Le dije entrando a la sala de estar, pues ahí estaba ella con su cuaderno especial.

-Trato de ver qué ponerle a la nueva canción.- Dijo ella pensativa.- Quise que esta nueva canción fuese una balada.

-Oh, oh.- Respondí. Iris siempre se queda trabada cuando escribe baladas, por lo que no se espanten si el quinto álbum lo sacamos dentro de cinco años. Casualmente, cuando aparece un nuevo galán, logra terminar las baladas como por arte de magia, pero esta vez no le conocemos a nadie… ¿O tú sabrás algo, Matías?

-Relájate, Neftalí. Puedo conseguir una nueva fuente de inspiración.- Dijo ella sonriendo con picardía.

-¿Sí? ¿Y en dónde?

-No te diré.- Dijo ella riendo. Tengo una leve sospecha de quién es la nueva fuente de inspiración de Iris… su nombre empieza con M.- Bueno, encenderé la televisión. Tengo ganas de ver un buen programa.- Ella tomó el control remoto y la televisión se encendió en el canal de noticias.

-”Escándalo amoroso”- Dijo la reportera.- Carlo Bocaletti, quien fue por más de un año el novio de Iris Peñaloza, conocida por ser la cantante principal de N4H, fue arrestado esta mañana por una denuncia que se presentó por robo y acoso a la cantante guatemalteca.

-¿Qué?- Dijo Iris pasmada al escuchar la noticia.

-Las autoridades afirman que por las pruebas presentadas, Carlo Bocaletti pasará más de diez años en la cárcel, aún sin haber escuchado declaraciones de Iris Peñaloza.- Iris apagó la televisión.

-Yo no denuncié a Carlo, ¿Cómo sabían que él me robó?

-Tal vez tú no lo denunciaste, pero yo sí…- Sentí que en cualquier momento a Iris se le salían los ojos de la impresión.

Música para mis oídosWhere stories live. Discover now