Capítulo 3: Roy

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Narra Roy:

Carlos Ernesto Guzmán: Presente. O mejor… díganme Roy nada más.

Soy el suizo-beliceño-guatemalteco bajista de N4H. Nací en Guatemala, pero mi madre es de Belice y mi padre es de Suiza. Debo ir a los dos países cada año a visitar a mi familia y la verdad, es divertido. Las giras de la banda también han contribuido a ver a mi familia más seguido. Tener a Neftalí, Güichito, Andy e Iris como amigos es lo mejor que me ha podido pasar en la vida, entre los cinco nos cuidamos, gracias a ellos no morí, pues yo padecía gracias a mi obesidad, y los cuatro se ejercitaban y comían frutas conmigo. Y gracias a Neftalí y a su locura de formar una banda, he descubierto lo que quiero hacer hasta el día de mi muerte: tocar el bajo… y tejer. (Ya sé, parezco abuelito)

Nos encontramos en la prueba de sonido para el concierto de mañana, estoy demasiado nervioso. Si bien es cierto que estamos aquí por quinta vez, también es cierto que no quiero decepcionar a los fanáticos. Ahora estamos cantando otro de nuestros sencillos más conocidos “Save you”, de nuestro segundo álbum “Tonight”. Es mi canción favorita de todo el álbum, Iris supo mezclar la dulzura de la melodía con las letras que llegaron repentinamente a su cabeza. Es genial.

-Bien, chicos. El sonido está perfecto, tomen un descanso.- Nos dijo Walker. Iris fue al graderío, donde estaba Carlo con su botellón de agua. El mío estaba al lado, pues le pedí a Carlo si podía cuidarlo, y veo que esta agua no se la tomó cómo se tomó mi ginger-ale.

-¿Y qué tal soné, amor?- Preguntó Iris a Carlo.

-Excelente. Ahí la llevas.- Respondió Carlo.- Estuve charlando con Victoria, es tan sexy.

-¿De veras?- Preguntó Iris bebiendo de su botellón.

-Sí… si estuvieras más delgada, serías tan guapa como ella.- ¿Qué fue lo que dijo este? ¿Por qué compara a dos personas tan distintas de esa forma? Imbécil.

-¿De qué hablas, Carlo?- Dije acercándome a ellos.- Iris es guapísima así como es.- Dije defendiendo a mi mejor amiga.

-No te lo discuto, Roy. Pero Iris tiene panza… y la panza no es atractiva.- Pude notar cómo a Iris se le borraba la sonrisa poco a poco; no la culpo. ¿Cómo alguien que se supone que la ve perfecta le dice cosas así?

Luego de tres horas, regresamos al hotel. Iris no dijo nada, ni sonrió un poco desde que Carlo le dijo que por su figura, no era atractiva. Todos estábamos extrañados, pues Iris siempre está sonriendo, conversando con nosotros… pero Iris siempre está triste cuando Carlo está cerca.

-Iris…- Le llamé tocando la puerta de su habitación. No hubo respuesta alguna.- Iris, soy yo, Roy.

-… Pasa.- Respondió ella. Abrí la puerta y encontré a Iris, frente a su espejo, con su abdomen descubierto mientras ella lo apretaba.- ¿Estoy gorda, verdad?- Me preguntó ella viéndome desde el espejo.

-Claro que no, Iris.- Dije sentándome en la cama.- No le hagas caso a Carlo. Es un patán.

-Pero si fuera más delgada, ese patán me querría.- Respondió ella.- Pero tenía que estar hecha una marrana…

-No, Iris.- Iris siempre fue conocida por querer su cuerpo, ahora me duele tanto que hable de ella de esa manera.- Iris, tú eres más que un cuerpo, una cabellera sedosa…

-Esa es la idea errónea que siempre tuve de mí.- Me interrumpió ella mientras bajaba su blusa y cubría su abdomen.

-No logro entender por qué dejas que sus ideas estúpidas le ganen a las tuyas. Iris, date cuenta…

-¿Crees que sí soy bonita?

-Absolutamente. Pero lo más importante es que te creas a ti misma bonita.- Ansío el día en que Iris reaccione y se dé cuenta de que Carlo no es su príncipe azul. Él me agradaba cuando ellos empezaron a salir, pero fue cuando cumplieron dos años de relación, que me di cuenta de que Carlo es un controlador, que ha sabido pisotear a Iris.

Música para mis oídosWhere stories live. Discover now