Capitulo 3 - Sorpresa

4.7K 441 97
                                    


Roman POV.

Fue el puto viaje más tenso de mi vida.

Y eso que he hecho viajes tensos.

En primer lugar, los asientos del avión de primera clase eran un asco.

Tanto Alexander como yo tenemos una complexión muy parecida, así que somos demasiado grandes para poder sentarnos cómodamente.

Y eso lleva al hecho que durante todo el viaje mi bíceps y el suyo se estuvieron tocando.

Al igual que nuestras piernas.

Sí, eso me provocó erecciones en múltiples ocasiones.

Y dejando a un lado todo eso, la actitud de Alexander no ayudó mucho.

No sé si venía inmerso en sus pensamientos.

Si venia nervioso, o de plano me odia.

No cruzamos mucha palabra durante todo el viaje.

Y eso que duró 16 horas.

Por suerte fue un viaje sin escalas, porque si no hubiera sido la muerte.

Durante el recorrido en coche también viene en silencio, quisiera quebrar un poco esta tensión, pero en el fondo creo que la necesito.

No quiero ser su amigo, quiero que se lleve a Daniel de aquí.

Así que el silencio es bueno.

Se abre la puerta, y entra Jennifer en unos tacones más altos que la puta madre, como siempre.

-¿No te duelen los pies? –le pregunto mientras me pongo de pie.

-Me duele la cabeza de verte, Roman –exclama ella-. Brant se va a molestar mucho.

-Yo puedo contra eso –le digo-. Descuida.

-Peter tiene listo el coche, con el dispositivo anti rastreo.

"Si Brant pregunta, me deslindo.

-No te preocupes. No pasará nada.

Pone los ojos en blanco, fastidiada.

Y se marcha.

Alexander está a mi lado, mirándola fijamente hasta que esta se marcha.

-Hora de irnos –le digo, haciéndole una señal para que me siga.

Camino por los pasillos, hasta el garaje.

Peter está ahí, no me dice nada, se limita a entregarme las llaves.

-La ruta está en el GPS –me dice-. Es un GPS local, así que no hay manera de rastrearlo.

-Gracias –le digo.

Tomo las llaves y subo al coche, Alexander tras de mí.

-Puedes quitar la cara de repulsión –le digo-. ¿Por favor?

-Fui entrenado para pelear contra ellos. No para pedirles favores.

-Contra Nosotros –lo corrijo-. No te olvides que soy parte de ellos. Ah, y Daniel también.

Se limita a fruncir los labios.

Así que no digo nada más.

Me pongo en marcha, y por suerte la casa no está tan alejada.

¿Vengo nervioso? No. Vengo satisfecho.

Quizá al principio Brant crea que he hecho algo malo, pero al final comprenderá que cuando Daniel elija a Alexander sobre él, yo lo habré librado de un futuro miserable.

SchneiderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora