Roman POV.
-No pensé que fuese a ser así de rápido –le digo, cruzándome de brazos, y mirando a mi alrededor.
-Tuve suerte de encontrar este lugar –me dice-. Tardé más de una semana.
"Te facilité la búsqueda.
-Gracias –sonrío y le guiño el ojo-. Te invito a cenar. De recompensa.
-Va. Me parece un trato justo.
Son las nueve con treinta minutos, y ya tengo un nuevo departamento, amueblado, con despensa surtida, y mi ropa acomodada en el closet.
Alexander me trajo al edificio departamental en donde estaba rentando, y en menos de una hora ya me habían entregado el mío.
Solo fui a recepción, pregunté si había disponibles, me pasaron a oficinas con un gerente y solo me pidió mi identificación.
Obviamente los dos meses de renta se pagan al instante.
Y lo mejor de todo es que en cuanto entré al departamento ya estaba amueblado, con despensa básica en el refrigerador y las alacenas.
El baño listo, con todos sus artículos de aseo nuevos.
Y mis maletas sobre la cama, listas para ser ordenadas.
Este lugar es increíble.
-Tienen un muy buen servicio de surtido –me había dicho Alexander mientras me ayudaba a acomodar mi ropa en el closet-. Tú puedes dejar una lista de todo lo que necesitas en tu despensa, y ellos harán el súper por ti.
"Y cuando llegues tendrás en casa todo lo que ordenaste, listo y acomodado en su lugar respectivo.
Enarco la ceja.
-¿Y eso que tiene de divertido?
-¿Divertido? –inquirió-. No tiene por qué ser divertido. Es útil.
-Pero ¿Y dónde queda la parte de ir a la tienda, elegir los productos, comprar cosas innecesarias, y regresar a casa a acomodar todo?
-Pues se elimina –respondió-. Para eso es ese servicio.
-Eso apesta –exclamé-. Hacer el súper debería considerarse una actividad recreativa y obligatoria para todos.
Sonrió.
-¿Te gusta hacer el súper?
-Pero claro –respondo emocionado-. ¿A quién no? Me encanta ir por los pasillos viendo cosas que no ocupo, y echándolas al carrito porque se veían interesantes. ¿Sabes?
"No sé, ver un paquete de papas fritas que no se me antojaban, pero ahora si se me antojan.
"Comprar cerveza... yo que sé.
"No entiendo por qué alguien querría perderse todo eso.
Sonrió de nuevo.
-Bueno, si así de feliz te pone ir a comprar la despensa, deberías acompañarme a comprar la mía.
-¡Encantado! –exclamé-. ¿Ya?
-No, no. Mañana. O en estos días.
-Excelente. También necesito cosas.
Y así es como nos pusimos de acuerdo para hacer el súper.
Lo crean o no, eso me emocionaba.
Pero bueno, eso lo habíamos dejado para otro día.
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Schneider
RomanceRoman Schneider está acostumbrado a conseguir siempre lo que quiere. Así que cuando un obstáculo se pone en su camino, intenta quitarlo a toda costa. Pero esta vez se topó con algo mas grande que él. Algo que volverá a pegar sus pies sobre la tierr...