Roman POV.-¡¿Qué carajo haces aquí?! –exijo, con un tono de voz tan alto que las personas alrededor se giran para mirarme.
Alexander lo único que hace es despegar su vista del teléfono celular y quita su abrigo de la silla junto a él, ofreciéndome el lugar.
Como si quisiera sentarme, puta madre.
-¿Por qué coño te fuiste así?
-Baja la voz –me ordena-. Y mejora tu vocabulario, estamos en un lugar público.
Está tan tranquilo... que lo único que me provoca es querer arrancarle la cabeza.
Le hago una señal para que me siga, y por suerte, lo hace.
Nos alejamos de la sala de espera, hacia donde no haya gente que pueda molestarse por mi vocabulario vulgar.
Estamos en el aeropuerto, fue el primer lugar a donde me dirigí cuando tomé el taxi.
No estaba seguro si Alexander estaría aquí, y tampoco tenía manera de rastrearlo porque tomó el mejor coche anti rastreo de la ciudad.
Así que me limité a venir a ciegas.
Pregunté por el próximo vuelo a San Diego, y me mandaron al ala B.
Ahí fue donde lo encontré.
Sentado cómodamente, como si no hubiera hecho un desorden hace unas horas.
-¿Qué carajo pasó? –exijo cuando nos alejamos de la gente lo más que podemos.
-¿De qué hablas? –inquiere él-. ¿Por qué vienes así?
-¿Cómo que por qué? ¡¿Por qué te fuiste así?!
-Terminé de hablar con Daniel, y no sabíamos dónde estaban ustedes. ¿Qué querías? ¿Qué me quedara ahí hasta que aparecieras? Supuse que podrías llegar al aeropuerto intacto. Cálmate.
No puedo creer la... tranquilidad con la que está hablando.
-Pero... ¡¿Y Daniel?! ¿Hablaste con él? ¿Qué te dijo? ¿Qué harán?
-Roman, relájate mucho –exige-. Hablé con él. Estamos bien. Gracias. Te lo debemos a ti.
"Por cierto, cené con él. Les íbamos a guardar pero no teníamos idea de a donde se fueron.
Estoy... confundido.
-¿Y luego? O... sea. ¡¿Qué pasará con Daniel?!
-¿Cómo que qué pasará? Pues nada, supongo que estarán aquí un tiempo, después se irán a otro país.
"No sabe mucho sobre eso, y no se lo pregunté de todas formas.
-Pero ¿Qué pasará con ustedes? ¿Qué hay de ustedes dos?
-Pues nada –responde despreocupado-. Cerramos el ciclo. Nos hacía falta. Daniel necesitaba saber que yo estaba bien, y que no tengo ni un solo sentimiento negativo hacia él.
"Y yo quería verlo una vez más.
"Así que ahora es momento de que los dos sigamos con lo que estábamos haciendo.
-¿Sigan? ¡¿Estás loco?! ¡Estás enamorado de él! ¡Tienes que luchar por él! Tú lo quieres, sabes que él también te quiere. ¡¿Qué haces?!
-Sí. Lo quiero –admito-. Y sí, creo que él también me quiere.
"Somos personas importantes el uno para el otro.
"Pero, Roman, él tiene a alguien más.
"A alguien a quien ama.
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Schneider
RomanceRoman Schneider está acostumbrado a conseguir siempre lo que quiere. Así que cuando un obstáculo se pone en su camino, intenta quitarlo a toda costa. Pero esta vez se topó con algo mas grande que él. Algo que volverá a pegar sus pies sobre la tierr...