XXXIV. Después de un largo tiempo

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Después de tanto me he tomado el tiempo en volver a escribirte. Y es que desde que ya no estás no he tenido poesía o versos para dedicarte.

Ha sido tan pesado y un poco complicado seguir sin ti, porque sí, admito que había días en los que te recordaba y me dolía; pero no era lo suficiente para recrear páginas de mi libro. O si las había no tenía idea en cómo comenzar o terminar.

Era tan agobiante.

Ya no veo el café de tus ojos reflejados en aquella taza con bebida de color oscuro y con un olor tan familiar. Ya no siento nostalgia o pesadumbre al reproducir aquella canción tan nuestra, que al final terminó siendo una simple canción... Esa jodida canción.
Terminaron esos atardeceres que me parecían tan llenos de magia cuando en el Sol imaginaba el contorno de tu rostro, a ti que te encantaba dibujar melodías en el aire del cercano otoño, que con ellos se llevaron los recuerdos en los que veíamos las estrellas juntos; recordando las notas perfectas de tu voz cuando se escuchaba a través de una llamada telefónica.

Te has llevado todos los buenos recuerdos. Y me he quedado sin nada.

Pero después de un largo tiempo aquí estoy; tratando de recordar cómo era imaginarte y que las palabras fluyeran tan fácilmente... Aunque sonase tan difícil. 

-MF

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