IV. No sé qué decir

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No sé qué decir.

Tengo un fuerte amor por las palabras, pero a veces me fallan.
Puede ser causado por tener demasiados pensamientos para saber por dónde empezar. O hay veces que mi corazón y mi mente lo están teniendo y estoy demasiado cansada para sacar nada de mi boca. Cuando el silencio se extiende demasiado tiempo entre mí y otro, me olvido de cómo llegar con algo ligero y aireado. No puedo simplemente fingir que la brecha de conversación no existía pero al mismo tiempo, llamar la atención puede llevar a apuntar con el dedo y mis manos no siempre están limpias. Así que el gran silencio permanece. Y parece que tal vez no me he quedado sin palabras.

Tal vez el miedo de decir lo equivocado y lo correcto en el orden equivocado es lo que me retiene.

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