ix. peligro

1.7K 168 62
                                    

Jugar con Tommen es agradable, el niño parece tan interesado en pasar tiempo con Jon que hace lo posible para evitar que se vaya, intenta entretenerlo con sus mejores figuritas, de ésta forma el Omega terminó con un juguete de un gran dragón en sus manos, justo sobre éste estaba un jinete. Estaba claro que hacía alusión a los Targaryen.

"¿Sabes la historia Aegon el Conquistador, Tommen?" Preguntó dejando la pequeña figura frente a su ejército. La respuesta del menor fue negativa y el norteño se tomó la libertad de comenzar a contar, mientras tomaba otras dos figuritas de Dragón.

" Aegon, el fue quien unificó los siete reinos de Poniente al subirse a Balerion, uno de los dragones que habían entrenado en Valyria después de darse cuenta que prosperarían más fuera de esas tierras, después de todo ¿quién iba a lugar contra un ejército acompañado de tres dragones?" Comenzó a golpear las figuritas del pequeño con la suya, derribando la mayor parte.

"¿Nadie hizo nada para frenarlo?" Preguntó, ignorando el juego, parece mucho más interesado en la historia.

"Por supuesto, fue una guerra larga. Hubieron muchas pérdidas, incluso de un dragón y una de las esposas de Aegon, pero finalmente el logró conformar el mundo como lo vemos ahora." El pelinegro se acercó al menor y colocó una de sus manos sobre el rubio cabello de éste. "Aunque eso pasó hace más de trecientos años, ni siquiera tu abuelo Tywin había nacido." Agregó para quitarle esa cara de preocupación.

"Pero ahora los Targaryen ya no están en el trono, ¿no crees que volverán? " Preguntó, retirandose levemente el toque del Omega.

"Yo no preocuparía; los únicos Targaryen están muy lejos, desterrados y no tienen ninguna forma de llegar aquí, tampoco tienen armas ni un ejército ni mucho menos dragones." Jon apretó levemente una de las mejillas del niño y volvió a sonreír con toda confianza.

"Me gustaría ser Rey, ¿a ti no?" Cuestionó de la nada, haciendo que el norteño se quedara en silencio sin saber que contestar. Tommen era bueno para ser impredecible con sus palabras y Jon aún no estaba acostumbrado.

"Yo no puedo ser Rey, sería una Reina." Respondió, encogiendose de brazos.

"¿Y quieres serlo?" Insistió nuevamente.

"No estoy seguro, pero quiero que tú seas Rey." Dijo en un intento de cambiar el rumbo de las cosas, pero el príncipe se abalanzó hacía él en un abrazo y eso hizo que perdiera el resto de palabras.

"Cuando sea Rey, quiero que tu seas mi Reina." Sonaba como una propuesta peligrosa, endulzada levemente con la voz de un niño pequeño que no entendía lo que decía o al menos no del todo.

Las probabilidades de que Tom fuera Rey estaban bajas, incluso si Joffrey falleciera aún estaban Stannis y Renly antes, por eso Jon dejó un pequeño beso en su frente  y asintió para después decir. "Cuando tú subas al trono, quizá yo ya esté casado."

"No me importa. Tú serás mi Reina, seré el Rey y podré hacer lo que quiera. Lucharé por ti." Promete, cuando el mayor observa los penetrantes ojos del príncipe sabe que no miente, hay una determinación en su mirada a pesar de estar lagrimeando.

Limpia las mejillas del pequeño con sus pulgares, se inclina lo suficente como para dejar un beso en la punta de su nariz. "Esperaré tu rescate." Jura en voz baja, a sabiendas que después de un par de años no volverá a verlo en su vida.

_____________

Los días pasan con más lentitud, no puede explicar lo cansado que se siente con tan sólo levantarse. Odia tener que lucir presentable frente a la corte, odia salir de su habitación y mucho más odia tener que tomar un jodido té amargo para suprimir su estúpido celo.

Sabe que es necesario, pero su cuerpo rechaza el sabor y textura del supresor. Ha vomitado el líquido en diversas ocasiones, esto hace que tenga que comenzar el tratamiento desde cero; se le está acabando el tiempo para hacerlo bien, podría caer en un celo fuera de su zona de confort, rodeado de Alfas peligrosos y desconocidos.

En momentos como esos quiere volver al Norte, a Winterfell, con Bran, Rickon y Robb. Quiere despertar con la certeza de que nadie se aprovechará de él y de sus incapacidades.

Un largo suspiro sale por sus labios, parece estar a punto de lanzarse en su cama, pero se detiene cuando escucha un suave toque en su puerta. Al abrirla se topa con un guardia de su padre, el hombre parecía aliviado de ver a Jon completamente sano.

"Mi Lady." Saluda, buscando algo en su bolsillo "Esto es para usted, de parte de Lord Robb Stark." Y poco después le entrega un pergamino perfectamente doblado.

El pelinegro lo toma entre sus dedos, siente como si el papel le quemara las yemas, tanto que ignora el hecho de que le llamaron Lady. "Gracias." Murmura, haciendo una pequeña reverencia antes de cerrar la puerta.

Lanza la carta al pequeño escritorio descuidado, se sienta en aquella silla que parece más pequeña de lo que realmente es. Rompió con sumo cuidado el sello de los Stark y abrió la carta de un tirón.

No decía mucho, salvo el típico saludo y un muy breve texto acerca de Bran; el niño había despertado y eso era un gran alivio para Jon, no se sentía tan mal de haberlo dejado, después escribiría una carta para él.
El resto del escrito es sobre cuánto se les hecha de menos, dicho de forma seca y con esa perfecta caligrafía de Robb.

Decide no responder porque no vale la pena sólo escribir "también los extrañamos."

La puerta vuelve a ser llamada, está un poco harto del ruido monótono incluso con esa misma intensidad enorme que hace que el Omega salte de sorpresa en su lugar. Abre de un jalón, casi gritando en respuesta, pero cierra la boca cuando ve a Joffrey parado frente a él.

Su rostro refleja un tipo de odio que el norteño no puede entender; hay un minuto de silencio, donde se miran mutuamente hasta que el rubio da un pequeño paso.

La delicada mano del príncipe se coloca en el ancho hombro ajeno y el pelinegro se encoge en respuesta; los larguiruchos dedos del menor van avanzando a medida de los segundos, hasta que llega directamente a su rostro.

"¿Joffrey?" Pregunta, dando varios pasos hacía atrás. Ahora si que estaba un poco asustado.

"Tranquilo, vengo para preguntarte algo." Sin embargo, el lobo no parece menos espantado.

"¿Qué es?" Logra pronunciar después de un segundo casi eterno.

"¿Me prefieres a mí o a Tommen?" La mano que descansaba sobre la mejilla del niño pálido comienza a apretar su agarre, clavando las garras en la suave piel del contrario. Jon gime.

El olor de Joff comienza a ser intimidante, huele a peligro. Es asqueroso y hace que el Omega reaccione.

"Me estás haciendo daño." Lloriquea en respuesta.

Puede sentir como las uñas se enterraban en su piel, probablemente dejaría una horrible marca. El bastardo empieza a temblar, dejándose dominar por su sensación de terror.

No podía hacer mucho más que rogar, comenzaba a doler y el Baratheon siempre estaba armado con su estúpida espada real; no tendría oportunidad cuando el única arma que tenía era su fuerza física que estaba en disminución.

Aún así lucha para quitarse al joven malcriado. Le empuja por la muñeca con ambos brazos, pero parece que la fuerza de éste está aumentando.

"Escuchame, imbécil. Crees que eres lindo, ¿verdad? Piensas que porque tienes un rostro bonito vas a tener a todos los Alfa que quieras; no se como funciona en el Norte, pero aquí se hace lo que yo quiero, tú vas a ser mío en un par de lunas más, voy a tomarte a la fuerza y a la tonta de tu hermana también." Escupe y Jon puede entender la razón de la situación; apestaba a vino, sus ojos estaban inyectados en sangre, parecía que acababa de llorar y beber sin descanso.

El Omega asiente levemente, no quiere un rasguño incurable en su rostro así que se limita a asentir para después decir entre hipeos. "L-L-Lo entiendo, A-Alfa."

El herdedero sonríe, parece complacido, empuja su rostro contra el del más pequeño; sus labios se juntan una vez más, Joffrey tiene gusto a sudor y vino con un toque de la sangre del norteño. Es el segundo beso que comparten y Jon se niega a corresponderlo nuevamente, es horrible, tanto que está llorando y mirando a través del pasillo, aunque el menor no parece muy conscientes de esto.

《 Bastard 》 Robb/Jon. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora