x. irnos

1.7K 168 27
                                    

Cuando el más alto rompe el beso puede notar esa dolorosa reacción en el rostro del norteño, finalmente relaja su agarre para comenzar a acariciar la herida fresca. Barre suavemente el líquido rojizo que sale de su mejilla sin percatarse realmente de lo sucedido, lo único que obtiene como reacción es un leve sollozo por parte de los hinchados labios norteños.

Las saladas lágrimas corren sin cesar por el rostro del chico, algunas avanzan hasta desbordarse por su mandíbula. Joffrey no dice nada al principio, parece conmocionado y sólo limpia levemente cualquier tipo de fluido que interrumpa una mejor visión de la expresión ajena.

Vuelve a acercarse con suma confianza, besando repetidas veces los labios opuestos, la diferencia es que para ese punto Jon ya está muy asustado, como protección su cuerpo ha empezado a temblar, ninguno de los dos parece darse cuenta de que hay un doloroso olor a miedo rodeando la habitación.

El norteño se siente inútil cuando intenta empujar al príncipe lejos, sus brazos parecen gelatina y no logra moverlo ni un mísero centímetro. Las manos del rubio comienzan a bajar hasta colocarse en la fina cintura del bastardo, incluso toma la confianza como para acariciar dicha zona; inevitablemente el peligroso agarre del menor se mueve hasta su parte trasera, aprieta con fuerza uno de los muslos contrarios y en respuesta Jon vuelve a aplicar fuerza para alejarlo, pero parece inútil.

No desea a Joffrey, no le gusta ser tocado por nadie y mucho menos por un príncipe que lo manipulaba bajo una horrible excusa.

Sus ojos finalmente se cierran, haciendo que las pequeñas gotas acumuladas en sus pestañas caigan en conjunto con el resto de lágrimas. No corresponde sin importar que, no pretende un disfrute o algo así.

No se da cuenta cuando la puerta se abre de una estocada, haciendo un terrible ruido y como consecuencia los dos jóvenes caen al piso de la sorpresa. Jon gatea lo más lejos que puede antes de levantarse y correr a los brazos del hombre que abrió la puerta, el olor era conocido; aunque no podía abrir los ojos sabía bien que se trataba de su padre.

Ned colocó sus fuertes brazos alrededor del niño sin mirarlo porque si lo hace no tardará en avalanzarse contra su agresor, miró a Joffrey con todo el desprecio que puede reunir, pero el príncipe no parece arrepentido. Se miran durante bastantes minutos, gruñendo ocasionalmente.

Robert entra con un grito, mirando en todas partes para encontrar la razón del alboroto.

"Joffrey." Sentencia con voz dura, el rugido que emite hace que todos los presentes de encojan, exceptuando a Lord Stark.
El Rey mira a su viejo amigo y toma al tembloroso niño de un hombro. "Ven, pequeño." Murmura con tranquilidad, haciendo que el Omega camine con el hasta los brazos de la guardia real. "Tu padre y yo tenemos que castigar a alguien." Explica, intentando no demostrar lo molesto que está con su hijo.

Jon asiente sin entender mucho realmente, está temblando y sólo se aferra al Lannister que lleva armadura. Jaime parece mortificado, pero no cuestiona órdenes de la corona y sólo se lleva al joven a pequeños y suaves empujones.

Está seguro de que todos en Desembarco han escuchado la horrible voz Alfa del Rey, pero es necesario, sabe que el príncipe es un niño terco, que no entenderá bajo ninguna circunstancia que no lo ponga en peligro física o psicológicamente.
Debería estar preocupado por él, también por su hermosa hermana quién intentó detener a toda costa a su esposo, pero sólo puede pensar en lo mucho que su sobrino merece un castigo.

Ve al niño en sus brazos por primera vez desde que llegó y puede entender la razón por la que los Baratheon quieren tenerlo en su família. Es lindo, incluso si su rostro está permanentemente en una dolorosa expresión y tiene unas cuantas heridas por todo el cuerpo.

Jon aún llora contra su pecho, gime con desconfianza y terror. El Matarreyes no sabe que decir para tranquilizarlo, si intenta cualquier cosa podría espantarlo, su olor era parecido al de Joffrey después de todo.

Lentamente colocó una de sus manos sobre la cabeza del chico, acarició sus largos rizos azabache con paciencia; nunca había hecho eso para alguien más, no era padre, tampoco tenía la confianza suficiente con Joff o Tomm para hacerlo.

Sólo deja pasar el tiempo, regalandole un par de palmaditas más mientras se lo llevaba cada vez más lejos. Debía sacarlo del Castillo, al menos a los jardines para que no escuchara todo el revoltijo que se formaría.

Pasaron unos cuantos minutos que parecían eternos, hasta que al final llegaron a la parte externa del lugar; donde los huargos jugaban y se refrescaban.

Jon captó primero a Fantasma, quien estaba con un gran bozal y una cadena, el huargo luchaba por romper el agarre mientras hacía su inútil intento de aullar. Corrió sin pensarlo dos veces, arrodillandose frente a su lobo volteó a ver con cierto temor a los guardias quiénes rápidamente explicaron que el animal estaba intentando correr hacía el castillo mostrándose agresivo, tenían que lastimara a alguien así que lo detuvieron.

Lentamente deshizo el nudo del bozal y acarició la cabeza de la criatura. Fantasma inmediatamente se relajó en los brazos del contrario; los hombres parecían asustados, pero eventualmente dejaron que Jon abrazara a su compañero todo lo que quisiera.

Jaime se acercó a la escena, incandose para estar a la misma altura que ellos, miró al norteño esperando a que éste le devolviera el favor, pero no sucedió hasta que carraspeó suavemente. "Estarán bien lejos." Comentó sin explicar mucho. "El Rey y su mano hablaban de cómo mandarte lejos. Planean llevarte a Dorne y casarte con alguno de los hijos de Doran." Dice intentando mantener las cosas lo más ocultas posibles.

"¿Servirá de algo que vaya a Dorne? Ésto es estúpido. No quiero casarme con nadie." Murmuró contra el suave pelaje blanco de Fantasma.

El mayor dejó escapar un largo suspiro. "¿Pretendes quedarte aquí entonces? No lo se, niño, pero si yo fuera tú ya estaría llegando a Dorne durante amanecer." Respondió, como si fuera un poco obvio.

"No quiero dejar a mi familia." Replicó, aún recostado sobre el suave huargo.

"Por supuesto que no, pero es necesario. Podrías ser alguien en Dorne, el apellido Martell es de prestigio." Intentó hacer que el niño viera cosas positivas, pero su expresión era la misma.

"Dorne es muy lejos. No sé qué haría allá; Fantasma sufre mucho aquí y se que sería peor si nos fuéramos." Contraataca y entonces se da cuenta que no puede discutir con el chico.

"Doran tiene dos hijo; ambos son criados totalmente diferente a Joffrey y Tommen... " Volvió a insistir, su trabajo era comunicar y proteger; ahora estaba siendo molesto.

"Un Alfa sin Omega no puede darme una platica acerca del matrimonio y posibilidades." Murmuró, no teniendo la valentía suficiente como para decirlo en voz alta.

El Lannister se limitó a sonreír y asentir "Sino aprovechas quizá termines soltero a mí edad." Tras esto el guardia decide darle un poco de espacio, no tenía más que decir.

Dorne era bueno, pero la idea de huir al norte siempre estaba en su cabeza; aunque si se negara aún tendrían para ofrecerle Bastión de Tormentas, Alto Jardín y Roca Casterly donde tenía pretendientes que habían dado un sí con anticipación. No quería pensar en eso, incapaz de olvidarlo sólo insistía en lo bonita que era su vida en Invernalia y lo mucho que deseaba volver.

《 Bastard 》 Robb/Jon. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora