Peter Parker in the Spider-Verse

Capitulo 9: "Recuperación"

La suela de los zapatos de ballet de Gwen resonaba por toda la habitación. Ella estaba sentada en una pequeña silla celeste, al lado de la camilla donde se encontraba Peter, que ahora mismo yacía dormido en un sueño profundo, sin dar señales de que fuera a despertar o a hacer algo.

La rubia suspiro, ya había pasado un día entero y su compañero seguía igual, y para empeorarlo, la Srta. Morales no tenía la certeza de que fuera a despertar pronto, e incluso, le había informado de que cabía la posibilidad de que no despertara nunca, cosa que solo bajo su estado anímico, dejándola con la duda de si su amigo resistiría.

Gwen clavó su vista en Peter y lentamente lo analizó; ahora se encontraba mejor o es lo que parecía, pues ya no estaba ni pálido y las líneas verdes habían desaparecido de su cuello, así que quizás estaba mejorando poco a poco.

Ella sostuvo su mano y lo miró, esperanzándose de que quizás fuera a despertar y no acabaría de esta forma.

— Peter... Por favor, despierta— Apretó un poco su mano esperando que reaccionara. No pasó nada. — No puedo perderte de nuevo...— Murmuró, recordando un poco su pasado.

Quizás solo se llevaban conociendo unos días y no debería estar preocupándose tanto por él, pero le había tomado algo de cariño, su actitud infantil, sus bromas, su amabilidad e incluso sus halagos, realmente le tomó apreció en poco tiempo. Y encima, para mejorarlo, tenía la misma cara del Peter de su mundo, cosa que la hacía sentir muy mal, era como verlo en un espejo.

— No te rindas... — Acarició un poco los dedos del arácnido. — Aguanta.

Gwen siguió acariciando su mano durante un rato, hasta que se cansó y se echó en el respaldar de su asiento, soltando a Peter. Pero antes de que pudiera quitar su mano un apretón lo evitó, manteniéndola allí. Ella abrió sus ojos de sorpresa y rápidamente dirigió su mirada hacia la cara de su compañero, notando una pequeña sonrisa en sus labios.

— ¿P-peter? — Él abrió uno de sus ojos y miro de reojo a la chica.

— Hey...— La saludó con una sonrisa— ¿Todo bien?

La rubia no espero un solo segundo y de un pequeño salto se recompuso en su silla; se acercó a la camilla y con una sonrisa en su cara asentó sus brazos en las sabanas para acercarse lo máximo posible, sin incomodarlo.

— ¡Peter, despertaste! — El castaño con cuidado se recostó en el borde de la cama y dirigió su mirada a Gwen. Podía notar como se estaba aguantando las ganas de abrazarlo.

— Si, desperté— Masajeó un poco su frente y se estiró. — ¿Y donde esto...

— ¡¿Te encuentras bien?, ¿No te duele nada?! — Lo interrumpió enfáticamente. Tocó sus mejillas y movió su mandíbula, buscando algún tipo de dolor por su parte. Alzó sus manos y dio a entender que estaba bien. Gwen asintió y dejo de hacerlo.