Capítulo Diez

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(Actualidad)

Hinata se negaba a mirarlo, y eso lo enfurecía. Se había quedado  muy preocupado después de verla llorar en aquel estado. Odiaba verla llorar, la hacia lucir tan frágil e indefensa. Hacia que en su interior despertara ese espíritu protector que había enterrado años atrás.

Escuchaba como el profesor explicaba sobre los temas a discutir referente a la campaña. Los había reunido a él y su equipo, para orientación y seguimiento. No fue hasta que entró a la sala de reuniones que se percató de que también estaba Hinata y su gabinete.

Estaban sentados de frente uno en un extreme del otro. Veía ojeras debajo de sus ojos. Había estado despierta toda la noche. No la culpaba, él también había estado despierto toda la noche pensando en todo lo que habían vivido en tan corto tiempo. Algunos años habían pasado desde aquella discusión.

Recordaba la primera vez que la vio después de aquel día amargo. Estaba tan cambiada, se veía más madura. Se había cortado su cabello hasta los hombros haciéndola lucir más sensual. Aunque en la actualidad lo tenia igual de largo que en aquel entonces. Se quedó paralizado frente a la entrada del salón de clase cuando la divisó sentada en una de las tantas clases que él tomaba.

Jamás imagino que la encontraría allí, en aquella universidad. Él se había dado de baja de la universidad de Nueva York y se había marchado a estudiar a Londres, tratando de mantener distancia. Imaginó, que quizás Hinata iría a Nueva York y el no soportaría verla todos los días y no poderla tocar.

Después de todo lo que había sucedido entre ellos, pensó que se marcharía lejos y no la volvería a ver. O al menos no tan pronto. Su corazón se paralizó cuando la vio. Había tenido razón desde entonces... no podía estar cerca de ella sin tocarla, besarla, adentrarse en su interior. Todo su mundo había dado un giro inesperado, y ahora, varios años después, era testigo de eso. No había dejado de soñar con ella ni un solo maldito día.

–¿Uzumaki?– la voz suave y aterciopelada de Hinata lo trajo de vuelta.

Levantó la mirada y la clavó en ella. Ella lo miraba con un signo de Pregunta en sus ojos. Entonces comprendió donde estaba sentado y quienes lo rodeaban.

–Lo siento, ¿me decían?

–Te preguntaba si nos podíamos reunir esta tarde para discutir los intereses de la campaña. Sea cual sea el ganador el otro quedaría en segundo mando– ella apartó la mirada hacia unos documentos que tenía enfrente, intentando no mirarlo.

–Me parece bien.

Después la reunión volvió a continuar. Discutiendo las reglas y pautas que debían ser consideradas a la hora de la elección.

Al finalizar Naruto abandono el salón seguido por sus amigos. Quería mirarla para leer la expresión en su rostro pero se resistió. La vería más tarde y entonces le haría la preguntas que estaban rondando en su cabeza. ¿Todavía lo odiaría tanto como no dar su brazo a torcer?

****


Hinata dobló el papel que le había entregado Kakashi antes de que se marchara del salón después de la reunión. En la misma le pedía tener una cita en secreto.  De repente sintió algo de pánico. Era cierto que se colaba por su profesor hacia ya un tiempo, pero jamas imagino que él tuviera algún tipo de interés por ella. Siempre se había mostrado tan frío y distante...

Salió del salón aún sumergida en sus pensamientos. ¿Debería aceptar su invitación? No estaba segura, quizás si lo hablaba con Ino ella podría darle una segunda opinión.

Trato de no pensar en aquello. Tenía que preocuparse ahora en lo nerviosa que se sentía al encontrarse con Naruto a solas más tarde. Ella sabía que solo sería discutir algunos asuntos de la campaña, pero después de lo que había sucedido la noche anterior se sentía muy inquieta. No había descansado pensando en lo aturdida que había quedado después de que él la abrazara de aquella manera. Su cuerpo había reaccionado a su contacto de inmediato, permitiéndose volver a experimentar a aquellas sensaciones que solo él podía provocar con su tacto.

Camino hacia su residencia. Necesitaba una ducha fría que quitara el calor que sentía en sus entrañas.

Ahora no solo debía preocuparse por la noche de juegos el sábado, si no que también tendría que preocuparse de su reunión con Naruto más tarde.

Entro a la habitación y diviso a Ino en la cocina comiendo alguna golosina.

Camino hacia ella dejando primero sus pertenencias sobre la mesa que está cerca de la puerta. Agarró el tarro de helado y le quitó la cuchara a Ino para luego comenzar a comer desesperadamente.

–¡Cielos Hinata! ¿Que ha pasado para que estes tan inquieta?

Trata de balbucear contándole sobre la invitación de Kakashi, pero fue inútil no la entendía. Trague el mantecado y aclaré mi garganta.

–Hatake me ha invitado a salir.

Ino casi se ahoga mientras tomaba su soda.

–¡Por la mierda, es broma! ¿Kakashi Hatake? ¿El profesor de arquitectura?

Asiento con mi cabeza mientras continuó mi tarea devorando aquel delicioso helado napolitano.

–¿Y que le has dicho?

–Aún no le respondo. Me quede muy sorprendida por su petición que salí del salón sin siquiera mirarlo para darle una respuesta.

Ino se acercó.

–Le dirás que si– Dijo con firmeza.

–¡Que! ¿Por que me lo dices con esa seguridad?

–Hinata, eres una chica hermosa y sensual, joder, necesitas sacar las narices de tus libros de arquitectura avanzada y salir de esta habitación. ¡Por la
Mierda, necesitas cojer!

Hinata estaba tan aturdida que tuvo que tumbarse en el pequeño sofá que quedaba a unos centímetros de la cocina.

–No estoy segura.

Ino camino hasta ella y se sentó a su lado.

–Te lo debes Hinata, ya sácate al rubio ese de la cabeza y sigue hacía adelante.

Hinata cerró sus ojos al imaginar la forma en al que Naruto la estaba mirando durante reunión. Sus ojos tan brillantes y azules, la miraban con tanto anhelo, con tanto deseo, y no quería engañarse a sí misma pero juraría que vio algo más, ¿amor?

Sacudió su cabeza. No podía dejarse engañar por sus miradas. Decidió que había llegado la hora de continuar. Busco en su cartera su celular y le envío un mensaje al profesor aceptando a su cita.

Ino la miró con una sonrisa de complicidad.

–Esa es mi chica.

Hinata le devolvió la sonrisa, y luego se puso de pie. Quería darse una ducha y pensar mientras lo hacía. En una hora sería su encuentro con Naruto y más tarde su salida con Kakashi.

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Continuará...

Tratare de subir uno más.

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