Mayo, 30 de 2011
Cancún, Mexico.Hinata observaba el camino con gran entusiasmo. Eran las primeras vacaciones que se tomaba con su padre en mucho tiempo.
Y aunque para su padre sólo se trataba de unas vacaciones de negocio. Para ella significaba algo más.
–Estamos cerca– les indicó el conductor.
Hinata bajo el cristal de su ventana y disfrutó de la brisa costeña que los rodeaba. Por alguna razón sentía que aquel viaje venía cargado de esperanzas. Sumándole a que ese fin de semana sería su cumpleaños numero dieciocho.
–Hinata cierra esa ventana– le exigió su padre.
–Lo siento papá– inmediatamente la cerró. Era la primera vez en años que compartía con él y no quería ponerlo de mal humor.
–Nos vamos a hospedar en casa de unos socios. Aunque el viaje es de negocios, espero que puedas disfrutar del lugar, es muy hermoso.
Hinata vio como su padre sonreía. Era la primera vez que lo veía sonreír después de la muerte de su madre.
–Aquí fue donde Hanna y yo nos conocimos, así que es posible que quieras visitar a tus abuelos.
Eso la emociono. Los abuelos solo la habían visitado en algunas ocaciones y se moría de ganas de verlos.
–Los Uzumaki tienen un hijo de tu misma edad, así que no te sentirás tan sola cuando este cerrando algunos negocios.
Aquello la entristeció.
–Pero pensé que me mostrarías el lugar.
–Soy un hombre muy ocupado Hinata, no tengo tiempo para andarte paseando. Es por eso que Naruto será perfecta compañía para ti.
Hinata arrugó el rostro en forma de protesta. Una pequeña parte en su interior había creído que aquello sería perfecto para establecer un vínculo con su padre, pero se había equivocado.
El coche se detuvo frente a una hermosa casa de playa. Ambos bajaron y en la entrada los recibía una elegante mujer de algunos cuarenta años, tenía el pelo tan rojo como el fuego y unos hermosos ojos. Estaba acompañada por un hombre de más o menos la misma edad, pero este, tenía el pelo rubio y unos impresionantes ojos azules. Ambos se acercaron con una sonrisa.
–Buenos días Hyuga, Bienvenidos.
–Namikaze, gracias por invitación. Ella es mi hija Hinata. Cumplirá sus dieciocho años el sábado.
La mujer se acercó a la chica y la saludó con un abrazo sorprendiendo a Hinata.
–Eres adorable, encantada de conocerte Hinata, mi nombre es Kushina y el es mi esposo Minato.
–Un placer conocerlos.
–¿Y donde esta Naruto?– pregunto Hiashi.
–Aún no ha llegado. Estaba en casa de sus abuelos pasando la mayor parte del verano, pero llegaría esta tarde.
Hiashi asintió.
Kushina los guió hasta la casa. Minato y Hiashi se excusaron y se dirigieron a la biblioteca Para discutir asuntos de negocios. Mientras que Kushina ayudó a Hinata, guiándola hasta su habitación.
–Está será tu habitación.
Hinata se percató de lo amplia y fresca que era la habitación. Seguramente dormiría como bebé allí. No le paso desapercibida una pequeña puerta, pensó que quizás se trataba la puerta del baño, se acercó para abrirla cuando Kushina la detuvo.
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Tregua
FanfictionDel odio al amor solo existe un paso, pero... ¿sera este el Caso? [Fanfic original] [Personajes y fotos no me pertenecen]