Epílogo

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Era muy  temprano en la mañana y Hinata se sentía extrañamente incómoda. Se levantó un poco y se percató de la mano   pesada que rodeaba su cintura.

Sonrió.

Se había acostumbrado a dormir sola por demasiado tiempo. Aún no se acostumbraba a la idea de que compartía su apartamento con Naruto.

Pero amaba el despertar entre sus brazos y las tardes a su lado. Pero en especial las noches, cuando él se encargaba de recordarle con cada parte de su cuerpo que estaba en lugar al que siempre perteneció.

Después de la graduación, Naruto la había sorprendido con aquel apartamento. Ella había dicho que si inmediatamente.

Se levantó con cuidado de no despertarlo y fue hasta la cocina para comenzar a preparar su desayuno. Sería su primer día inaugurando su pequeña oficina de arquitectos Uzumaki- Hyuga inc.

Comenzó a batir unos huevos y luego les añadió algo de vegetales, puso a tostar el pan con algo de mantequilla y acomodo la cafetera sobre la estufa.

Estaba muy nerviosa y esperaba con todas sus fuerzas que su pequeño negocio pudiera crecer. Estaba segura que junto a Naruto todo saldrá perfecto, solo por que él estaba ahí velando su espalda. Siendo su soporte.

–Buenos días.– se dio la vuelta para mirar a su apuesto novio y socio.

Estaba solo en unos calzones color negro y su torso completamente desnudo. Se le hizo la boca agua. Amaba mirarlo por las mañanas e imaginar que todo le pertenecía solo a ella.

Naruto le dedicó una sonrisa de complicidad.

–Si sigues mirándome de esa forma desayunarás otra cosa.

Hinata no pudo evitar pasar su lengua sobre sus labios al imaginar que se comería.

A penas tenían unos meses viviendo juntos, pero ella jamás se saciaría de él. Las noches de pasión habían despertado en ella una mujer atrevida y apasionada.

Comenzó a caminar hacia él contoneando sus caderas. Cuando estuvo frente a él lo besó levemente en los labios y deslizó su lengua lentamente por su garganta, luego hizo un camino por su pecho hasta llegar debajo de su ombligo.

Naruto soltó un pequeño gruñido cuando Hinata besó la uve que formaba sus calzones.

–Si no paras...

Escucho su advertencia, pero su cuerpo le daba una reacción diferente. Así que deslizó hacia abajo la ropa interior de Naruto y sacó su grueso miembro a la vista.

Hinata no tardó en rozar su lengua por la punta ya mojada de su ingle.

–Joder... Hinata– estaba excitado. No necesitaba de su tacto para estarlo, solo mirarla con aquella mirada lujuriosa lo habían encendido.

Sintió como ella se metió su pene completamente a la boca y comenzó una succión lenta pero precisa.

–Hianta... si sigues...yo ..oh mierda no pares ,joder.

Hinata comenzó entonces un movimiento rápido llevándose el miembro hasta lo profundo de su garganta. Él sabía lo que ella quería, pero al parecer se contenía.

Entonces Naruto se movió, haciendo que Hinata soltara su pene, la levantó y la acomodo sobre la mesa de comedor. Hizo a un lado sus bragas y la penetro.

Hinata gritó su nombre al sentir como él se apoderaba de ella. No tenía planeado que le hiciera el amor, pero así era Naruto. Siempre hambriento de ella.

Naruto comenzó a moverse rápidamente, no creía aguantar mucho ya que ella casi lo hacía correrse en su boca, y por más atractivo que le pareciera la idea, él quería correrse en otro lugar. Quería vaciarse por completo en su interior, consciente de que cualquier cosa que pasara, ella ya le pertenecía a él.

Continuó sus estocadas hasta sentir que su semen cubría cada espacio del sexo de Hinata.

–¿Naruto te has..?– pregunto Hinata con esfuerzo mientras trataba de controlar su respiración.

–Si, Maldición lo siento. Necesitaba llenarte.

Hinata parpadeó ante su confesión. Ella había deseado en algunas ocaciones que lo hiciera pero lo mejor era esperar, habían otras prioridades, como por ejemplo, su nuevo nogocio.

–Pero Naruto...– Naruto colocó su dedo sobre su labios para calmarla.

–Shuss... no te preocupes preciosa, eres completamente mía y yo soy tuyo entero. Estaremos juntos hasta el final. Déjame disfrutar de este momento.

Hinata le sonrió y luego lo abrazo, disfrutando también de aquella maravillosa sensación.

Después de un rato, Naruto comenzaba a vestirse y Hinata limpiaba los sartenes con comida pegada. Su pequeña sección de sexo en la cocina, habían provocado que todo lo que estaba preparando se quemara.

No era la primera vez que pasaba.

–Que tal si vamos con nuestros padres a desayunar, mamá me dijo que estarían la cafetería bistro a sólo unas cuadras de aquí.

Hinata asintió.

–Me parece muy bien.

–Escuché que tú padre estaría, ¿no te sentirás incómoda?

Hinata le sonrió.

–No, es hora de que hagamos las paces. Por su bien y por el mío también.

Naruto la rodeó por la cintura acercándola a él y la besó.

–Eres una mujer maravillosa.

–Es todo gracias a ti.

Naruto negó.

–No, eres grande Hinata. Jamás me cansaré de decirte lo orgulloso que me siento de ti. Te mereciste ese puesto como presidenta en la facultad , al igual que todo lo que te has propuesto. Deseo estar en cada uno de tus logros, para siempre.

Hinata trato de parpadear para alejar las lágrimas de sus ojos.

–¿Eso es una amenaza Uzumaki?

–No, es una promesa.

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Fin

Ahora si llegamos al final de esta historia. Espero y les haya gustado.

Ps: para los que me han preguntado, mañana continuaré actualizando Inocente Amor.

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