Segunda regla: no extrañarse

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•Roma•
Después de unas 12 hs de vuelo donde básicamente me la pase llorando y durmiendo el avión aterrizo en mi destino.
Quede fascinada con el gran aeropuerto y luego de buscar mis valijas entre la multitud, habilite mi celular ya que ya había hecho todos los arreglos previamente y coloqué el gps para poder guiarme y llegar a la universidad.

Me tome un taxi ya que estaba a unos cuantos kilómetros y el transporte público con todo el equipaje que llevaba no iba a ser una buena idea, y al cabo de poco más de media hora llegué a mi destino.

Le agradecí al conductor y me quede unos cuantos segundos petrificados observando la universidad de mis sueños justo delante de mis ojos.

No podía creer que estaba ahí, después de todo lo que la había luchado , había logrado alcanzar mis metas y no podía estar tan inmensamente feliz.

Luego de ese momento de plenitud decidí agarrar nuevamente el equipaje y adentrarme en el lugar de mis sueños.

Al llegar me dirigí a la secretaria donde me recibieron muy amablemente y luego de darme mil papeles y ordenes me otorgaron la llave de mi habitación.

Esta universidad tenía un torre destinada a los alumnos que vivían allí, me explicaron que podía entrar y salir cuando quisiera y que los fines de semana me podía ir a cualquier otro lado si así lo deseaba.
Me gustaba que sean así de permisivos y me dieran libertad ya que estaba acostumbrada a ser muy independiente.

Muy nerviosa salí de la universidad para dirigirme a la torre de enfrente donde se encontraba mi habitación. Entre la universidad y la torre había un gran parque con pileta y canchas de diversos deportes con lo que también quede maravillada.

Al llegar observe una gran cantidad de personas de diversas edades, la mayoría muy jóvenes y luego de encontrar el ascensor que me dirigía a mi piso me adentré en él.

Me había tocado el piso 4 y la habitación 407. Las habitaciones eran dobles por lo que iba a tener una compañera de cuarto cosa que me ponía muy nerviosa ya que me daba miedo que no lográramos congeniar.

Entre con los nervios a flor de piel y una chica con lentes y un rodete en la cabeza que se encontraba escribiendo en su computadora se voltio a verme.

-mmm... hola... yo...- solté trabada

-vos sos Roma no ?- me pregunto simpática

-Sisi, soy yo

-ay que bueno, te estaba esperando. Pasa tranquila sin miedo que no muerdo- rio dándome mucha más confianza y quitando rápidamente todas las inquietudes que tenía

-como es tu nombre?- pregunte terminando de entrar las maletas

-Gabriela - me sonrió- esa es tu cama, acomódate tranquila que yo me voy a buscar algo para comer que hace 3828 hs estoy con este trabajo y ya me dio hambre

-okeey, muchas gracias- respondi amable

Ufff dios que bueno, tenía una compañera de cuarto que por lo que parecía era súper buena y agradable y con la que esperaba formar una linda amistad con el tiempo.

Empecé a desempacar todo lo que había llevado, tenía un placard, una pequeña estantería y un escritorio para mi. La habitación era sencilla pero linda y el baño que iba a compartir con mi compañera también era muy cómodo.

Empecé a sacar la ropa y guardarla lentamente en el placard, estaba bastante concentrada y tranquila haciendo eso, hasta que una remera de Mateo apareció. Mierda, mierda, mierda... no llores Roma, dale. No pude contener la lagrima y por instinto oler la remera.
Dios, tenía su olor tan impregnado que de verdad parecía que lo tenía justo ahí conmigo. Lo estaba necesitando y demasiado, seguí desarmando las valijas con la remera pegada a mi y otro golpe duro llego cuando encontré las fotos que me había traído.
Mateo, mi mamá, mis amigos...
Esperaba que la decisión que había tomado haya sido la correcta porque de verdad que por el momento la estaba pasando bastante mal.

-uhh, emm... queres que me vaya?- pregunto Gabriela entrando con un tapper con frutas

-Nono, está bien

-estás bien?- dijo sentándose en su cama y mirándome concentrada

-más o menos

-me queres contar? Si no, no pasa nada. Pero por ahí te sirve desahogarte

-extrañó a mi novio... bueno ex... nose bueno lo extraño y a mis amigos y a mi mamá

-te entiendo linda... yo me vine de Venezuela hace 1 mes y medio y todavía no puedo no llorar a la noche, pero con el tiempo todo se mejora. Después de todo somos privilegiadas por poder estar acá y hay que aprovechar la oportunidad al máximo.

-si, ya lo sé. Creo que sólo necesito eso, un poco de tiempo para poder adaptarme.

-la gente acá es bastante buena, no creo que tengas problema, los profesores son súper inteligentes, vas a estar bien

-ufff que bueno, me alegra escuchar eso. Vos estás en 2 año ?

-si, todos los de este piso estamos en 2, seguro compartimos algunas materias

-seria genial- sonreí terminando de limpiarme la cara y continuando con lo que estaba haciendo.

Una vez que termine de ordenar mas o menos todo, gabi me invito a recorrer un poco el lugar y a buscar algo para comer. Una vez hecho eso, yo decidí irme a la habitación y ella decidió salir, ya que era viernes y siempre solían hacer fiestas por la zona.

-hola wacha hermosa- dijo mateo desde el otro lado de la línea

-nene son como las 3 am allá qué haces despierto- sonreí al escuchar su voz

-ni en pedo, me iba a dormir sin hablar con vos

-Teo, ya te dije que teníamos que intentar hablar lo menos posible

-daaa roma enserio nos vamos a poner a discutir eso ahora

-te amo

-yo también y por eso te quiero llamar todos los días

-pero bebé, así nunca me vas a superar en tu vida y yo menos

-pero yo no te quiero superar, al contrario. Quiero estar con vos

-ya hablamos del tema si?

-bueno está bien, hoy es la excepción porque es el primer día. No te llamo mas, a no ser que vos me quieras llamar

-yo siempre te voy a querer llamar, pero no podemos

-bueno listo ya está quedamos así... ahora dejemos de discutir por boludeces y contame todo...