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•Mateo•
Me levante temprano, hoy no era un día cualquiera. Hoy iba a competir por primera vez en la Red Bull y era algo que me tenía bastante nervioso.

La realidad era que mi sueño de ganar una Red Bull había quedado atrás con mis 14 años, en este momento de mi vida tenía otras aspiraciones aunque claramente una victoria nunca iba a estar mal.

La verdadera razón por la que hoy tenía que ganar era Roma, era mi oportunidad para poder viajar a españa y aclarar todo con ella.

El evento empezaba a las 18:00 aunque tenía que ir bastante antes ya que nos iban a cortar el pelo, hacer algunas entrevistas, etc.

•••

-tenes todo?- pregunto mi viejo una vez ya arriba del auto rumbo al luna park

-Sisi, vamos

El viaje se hizo rápido, me había mentalizado que tenía que ganar esta mierda y lo iba a lograr por lo que mis nervios habían disminuido bastante.

Al llegar saludé a todos mis colegas, a lo largo de los años había conocido gente realmente buena y apreciaba el amor que le teníamos a lo que hacíamos.

Me quede casi todo el tiempo con mks y nacho que eran con quienes mejor me llevaba y a quienes más conocía.

Me corte el pelo por vez número 728238 en el mes y jugué un par de partidos de fifa mientras tomaba Red Bull para relajarme. Hasta que nos llamaron a todos ya que en escasos minutos empezaba la competencia.

Mi primer rival era nacho, no quería empezar así ya que le tenia mucho aprecio, pero no quedaba otra y tenía que dejar todo en el escenario.

Empezó la batalla y desde el momento uno me sentí muy fresco y tranquilo, necesitaba seguir así para poder aprovechar mi potencial al máximo.

Logre ganar la batalla sin réplica y pasar a cuartos, luego de cruzar un par de palabras con nacho regrese al detrás de escena esperando a ver quien seria mi próximo rival.

La competencia estaba entretenida había muchísimas personas y el luna park explotaba, a pesar de ser mi primera vez estaba muy cómodo algo que me sorprendía y que agradecía.

Tras un par de batallas quedó como mi próximo rival Stuart. Lo conocía hace relativamente poco y me caía bien, ademas me parecía un adversario bastante fuerte, ganarle me iba a costar lo suyo.

Ambos nos subimos al escenario y empezamos a hacer eso que con tanta pasión amábamos. Estaba muy parejo, aunque tenía que admitir que el público siempre estaba un poco más de mi lado, y la verdad no era algo que amara tampoco.

Le gane sin réplica y estar en semis ya era otra cosa. Tenía que ganar dos batallas y ya estaría viajando a España y visitando a Roma.

Me senté, tomando más agua de la que ya había tomado, a esperar quien salía ganador de las próximas batallas.

Por fin terminaron los cuartos y a mi me tocaba ir contra mks.

No me gustaba cruzarme con él en esta etapa porque le tenía mucho aprecio pero no habia nada que pudiera cambiar y realmente necesitaba ganar para poder cumplir mi objetivo.

Mks se había trabado un poco y había reciclado bastante por lo que estar en una final de Red Bull ya estaba empezando a dejar de ser un sueño y convertirse en una realidad.

Una vez terminada la batalla espere con ansias el voto de los jueces, que me dieron el voto a mi llegando por fin así, a la tan esperada final.

Aunque parecía increíble seguía sin estar nervioso, no caía que estaba por dar una de las batallas que podía cambiar mi vida.

Me puse feliz por trueno Niño, ese que soñaba con ganar esta competencia y que le parecía la cosa más maravillosa del mundo.

Las cosas habían cambiado. A ver me emocionaba ganar, era una fucking Red Bull, ¿a quien no le gustaría ser el campeón de su país en la cosa que más ama?

Pero la realidad es que si me hacían elegir entre seguir estando con Roma y ganar la Red Bull, mil veces me quedaba con la primera opción.

Por suerte para poder lograr lo primero también tenía que hacer lo segundo y cuando me llamaron para enfrentarme con wolf ya estaba más que listo para cumplir mi misión.

Era mi momento y tenía que demostrar que esto era lo que amaba y que tenía talento. Creo que desde el momento 1 me posicione un poco por encima y ya al momento de que dieran el resultado no era ninguna sorpresa.

Había ganado la Red Bull, era el nuevo campeón argentino de freestyle, sueño que había cumplido luego de años siguiendo estas batallas. Y lo mejor de todo? Iba a poder solucionar las cosas con mi novia viajando a España y así lograr recuperarla, sin dejar de lado el pequeño detalle de competir en la internacional, la batalla más importante del Free.

Segunda regla: no extrañarse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora