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•Roma•
La primera semana la había sobrellevado de la mejor manera posible.
Gabi y Lau a pesar de todo, habían sido de gran ayuda y por suerte Pablo no se había acercado más.
Todo parecía estar en orden por el momento y yo me estaba dedicando a estudiar y tratar de entender todo lo que me estaban dando.

A mateo por suerte le estaba yendo bien, había ganado la jornada de fms y estaba súper contento, además estaba re metido en una canción nueva que le estaba quedando genial y eso me ponía muy contenta.

Termine de cepillar mi pelo y agarre mis cosas para dirigirme a la otra torre a estudiar. Todavía quedaba como una hora para mi clase de microbiología pero quería repasar un poco antes en la biblioteca.

Lau se sentó a mi lado y empezó a comer una fruta mientras me invitaba a una fiesta que se hacía ese día por la noche.

-es que no se... hace mucho que no salgo- me ataje

-pero vamos Roma tienes 19 años como no vas a salir, va a estar súper guay. Te vuelves a la hora que quieras

-uff bueno está bien

-Gabi y yo vamos a ir a mi casa, donde vive mi familia. Porque hay más lugar para prepararnos y eso, si quieres también puedes venir

-emmm... prefiero prepararme en mi cuarto

-okeey, está bien como tu quieras, tipo 23:00 te pasamos a buscar, nos lleva Lucas

-dale perfecto- le sonreí

-bueno tia, me voy que no llego mas, nos vemos más tarde- me saludo la española

Pase mi día de salón en salón, no me quería perder ninguna clase y los pequeños ratos libres que me quedaban los usaba para estudiar o hablar con mateo.

Ya estaba empezando a anochecer así que decidí darme una ducha para empezarme a preparar.

-vos decís que así va?- le pregunte a mateo mirando a la cámara

-nananan tremenda estás

-no me queda muy corta?- le pregunte por mi pollera dándome vuelta para que chequeara

-naa estas perrisima, con el tremendo orto que tenes como para no mostrarlo

-jajajajaja dios amor te amo

-yo también belleza

-qué onda la canción ?

-re piolaaa, la semana que viene grabamos el video y ya estaría

-noo que bien, yo quiero ver eso

-sin privilegios Italia

-qué sin privilegios ni sin privilegios, soy tu novia así que voy a tener todos los privilegios que quiera

-jajajajaja no te pienso mostrar nada

-qué malo que sos- dije haciendo puchero

-ay no, no hagas puchero que no estoy ahí para chaparte

-por malo

-bueno capaz que mañana te paso un pedacito

-más te vale

La conversación con mateo se extendió hasta tal punto que le tuve que cortar cuando me empezó a llamar Lau.

Me despedí de mi novio y baje todos los pisos necesarios para llegar hasta donde me estaban esperando mis amigas

-hola Romi- dijeron la española y la venezolana al unísono

-hola chicas, hola lu...- al ver al asiento del conductor me di cuenta de que quien conducía no era el novio de mi amiga

-Lucas se descompuso así que nos lleva mi papá, decile Pablo

-ahh... emmm... hola Pablo- dije nerviosa

-vos sos roma no ?- pregunto haciéndose el desentendido

-sii, me llamo así

-qué lindo nombre- sonrío, él había elegido el nombre

Omití comentario, quería salir de ahí cuanto antes. El auto aceleró y tras 20 min llegamos a una súper casa.

Nunca había visto una casa tan enorme, parecía una súper mansión, sin separarme de mis amigas nos adentramos entre la gente

-toma proba esto, Ginebra española- dijo Laura encajándome un vaso

-naguara tampoco me empedes a la argentina en 10 min- rio gabi

-tranqui amiga en argentina vivimos alcoholizados- reí tomando y sintiendo el ardor en mi garganta

Lau al vivir en españa conocía a muchas personas que nos fue presentando a lo largo de la noche, la verdad que la joda española era casi tan buena como la argentina.

Ya estaba bastante pasada en una de mis nuevas bebidas favoritas, Ginebra. A falta de fernet me tenía que conformar con lo que había.

Mis amigas habían desaparecido y estar perdida con un par de vasos de mas no era algo muy oportuno. Empecé a caminar sin rumbo tratando de visualizar a una enana de pelo corto con acento español o a una colorada con lentes y flequillo que decía palabras en venezolano que no tenía la más mínima de lo que significaban.

Mientras deambulaba choque contra un chico haciendo que toda mi bebida fuera directo a su remera blanca.

-yo, emm... mil perdones

-no te preocupes, ya está. Que lindo acento, de donde eres?

-Argentina, vos por lo que veo sos de acá

-si, soy de Madrid pero vivo acá hace un tiempo. Cuál es tu nombre ?

-Roma

-un gusto, soy Joaquín

-encantada, perdón pero no se donde están mis amigas y estoy apurada, no suelo ser tan ortiva

-ortiva ?

-mala onda... emmm... borde, creo que ustedes le dicen borde

-ahhh ya, tranquila siendo tan linda es imposible que seas borde

-jajajajaja gracias, bueno me voy- lo salude mientras retomaba mi camino

-te puedo acompañar? Yo también perdí a mis amigos

-emm... bueno está bien

Empecé a recorrer toda la fiesta y no había caso a mis amigas se las había tragado la tierra

-parece que se han ido o nose- dijo el rubio de ojos claros sentándose

-ufff dios, no puede ser, no creo que se vayan a ir sin mi

-entonces envíale  un mensaje a alguna y cuando se estén yendo supongo que te contactarán

-ya les mande mil mensajes pero bueno, les voy a decir que estoy acá a ver si aparecen en algún momento

-ya van a venir no te preocupes. Quieres beber algo?

-creo que me retiro del juego del alcohol y quiero una gaseosa

-perfecto, ya te busco

-Gracias

Me quede revisando mi celular y hablando con Lau que por fin se había conectado

-y todo bien?- pregunto Joaquin volviendo a sentarse a mi lado

-sii, ya las contacté, en un rato vienen

-ahh que bueno, ten tu refresco

-Gracias- le sonreí

-de nada... emm te manchaste un poco- dijo acercándose a mi boca y robándome un beso

-Nono... tengo novio, perdón- dije alejándome rápidamente

-ahhh perdón yo pensé que... bueno ya me voy- dijo el rubio levantándose y yéndose

Pensé que era buena onda, pero termino siendo un imbecil. Decidí pararme y buscarme algo más fuerte para esperar a mis amigas porque ya estaba cansada y me quería volver a dormir

Segunda regla: no extrañarse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora