¿Quién despertará a Midoriya?

Utilízame.

Agarré mi mochila amarilla y empecé a empacar ropa nueva para toda la semana, también metí un adorno de All Might que mi mamá me había comprado hace unos días.

Después de unos segundos tocaron el timbre, mi madre abrió la puerta y...

- Oh!! Katsuki-kun! ¡¡Me alegra que nos visites!!

- Buenas Noches.

- ¿Buscas a Izuku?

- Sí. ¿Está durmiendo?

- No, debe estar alistando sus pertenencias. Creo que regresará a los dormitorios con un compañero.

- Ya veo.

- Adelante! Puedes ir a buscarlo!

Cerré la puerta de mi habitación rápidamente al saber que el que había entrado no era Todoroki, sino... ¡Kacchan!

Me quedé en silencio. Hasta que tocan la puerta de mi habitación.

- Oye. Abre la puerta.

- ...

- ¡¿No me escuchas?! ¡Abre la puerta!

- S-Sí

El pecoso abrió la puerta y se encontró frente a frente con el rubio.

Estaba avergonzado. Su rostro estaba completamente rojo.

- ¿Por qué no contestabas mis llamadas?

- Yo... Estaba ocupado...

- ¡No te creo!

- E-Es la verdad...

¡Un mensaje llegó!
¡Un mensaje llegó! (Voz de All Might)

Mi celular estaba en mi escritorio, Kacchan se apresuró a cogerlo y leer el mensaje.
           
Mensaje de Todoroki:
Lo siento Midoriya, llegaré en una hora. Mi hermana necesita que le ayude. Nos vemos.

- Tks... ¡Entonces como es que saldrás con ese Mitad-Mitad!

- E-Eso...

- ¡¿Acaso te gusta?!

- Eh?

- ¡Yo pasé más tiempo contigo!

- ...

- ¡Deberías pensar en mí!

- ¡¿A-Acaso no me desprecias?!

- Te lo dije en el parque de diversiones. ¿Lo olvidaste?

- No... Yo... Lo recuerdo...

- ¡¿Necesitas que te lo repita?!

- N-No.

- Tch... Entonces deja de ver a ese maldito Mitad-Mitad y responde a mis llamadas... ¡Solo debes mirarme a mí!

- Lo que sientes Kacchan, e...

Antes de terminar de decirlo, el rubio lo empujó hacia la cama y lo acorraló. Izuku empezó a sentir miedo, lo único que quería era estar en paz después de lo que pasó hace unas horas.

Se sentía tan destruido que ya no tenía fuerzas para huir o simplemente retirarlo de  encima.

- Kacchan... Sí vas a hacer algo, házlo de una vez...

- Tch... Tú...

Estoy cansado. Aún así debería fingir estar bien, pero no puedo. Tal vez solo necesite esto para olvidar todo.

- Te gusto ¿no?... ¿Entonces por qué no empiezas? - Dije murmurando.

Sin más que decir, Kacchan empezó a besarme. La sensación que se sentía era extraña pero también satisfactoria.
Luego comenzó a lamerme y morderme, el cuello, las orejas, dejando marcas moradas.
Al estar cuerpo a cuerpo pude sentir su erección entre mis piernas.