Capítulo 41.

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Newt y yo aparecemos en los túneles del metro, respiro con fuerza, agudizando mis sentidos. Por mucho que me cueste reconocerlo, estoy aterrorizada. Pero al menos tengo a Newt a mi lado. Este me ira, indicando con un dedo sobre sus labios que guarde silencio. Le lanzo una mirada de "no-me-digas", a lo que el responde con una débil sonrisa. Siento que un valor y cariño intensos se instalan en mi cuerpo. Haría lo que fuera por mantenerlo a salvo, incluso...

-Vamos.- me susurra agarrándome la mano.

Dejo de lado mis pensamientos y sigo a Newt. Caminamos por los pasillos, en los que la materia oscura de lo que parece ser Credence llena el techo. Nos escondemos rápidamente tras una columna, aun agarrados de la mano, y no pienso soltarle. Respiro con dificultad, intentando mantenerme calmada.

-Credence...- habla Newt.- ¿Te llamas así verdad? Credence.

Esta atemorizado, lo veo en sus ojos esmeralda. 

-Podemos ayudarte, ¿vale? No queremos hacerte daño, solo venimos a ayudar.

Newt empieza a avanzar lentamente, indicándome que me quede donde estoy. Yo niego repetidamente, pero el insiste y acabo cediendo. Sale a la vista de la materia oscura.

-¿Sabes?- dice calmado.- Una vez conocí a alguien como tú, una niña...

No puedo ver a Newt desde la parte de atrás de la columna, solo pedo escuchar su voz. Estoy demasiado nerviosa, necesito asegurarme de que no le pasa nada, pero tampoco puedo moverme de aquí.

-... una niña pequeña, a la que habían apresado y maltratado, le habían hecho daño por su magia.

Puedo escuchar el movimiento lento de la materia, una de dos, o está funcionando o tendré que atacar. Pero aún escucho la agitada respiración de Newt, y en pocos segundas, la de otra persona.

-Credence,- susurra.- vengo con alguien más, ¿vale?

Me tomo eso como una señal, y salgo despacio de mi escondite, poniéndome muy cerca de Newt.

-¿Podemos acercarnos Credence?- pide Newt.

Primero le mira a él, y luego a mi, parece preocupado e indefenso. Le regalo una suave sonrisa que espero que le ayude a tranquilizarse. Vuelve la mirada a Newt y asiente. Nos levantamos despacio, pero algo cruza el aire golpeando a Newt.

-¡Newt!- exclamo corriendo hacia él.

Credence escapa, mientras Graves se acerca cada vez más a nosotros. Le  miro furiosa y no puedo evitar soltar un gruñido. Saco mi varita y suelto todos los hechizos para atacar que he aprendido, pero Graves los esquiva todos. Una mano me agarra de la manga y tira de mi. Corro detrás de Newt, que se defiende lanzando hechizos al aire.

Escucho a Graves pronunciar unas palabras, de repente uno de los trozos de metal que forman la vía me agarran de la pierna, tirándome hacia la pared, lejos de Newt. Él grita mi nombre intentando llegar a  mi. Los trozos metálicos me agarran con mas fuerza contra la pared, y no soy capaz de soltarme. Graves aparece no muy lejos de nosotros, con una sonrisa sádica. Empieza a lanzar hechizos contra Newt, tumbándolo en el suelo y causándole dolores terribles. Él grita, pero mis gritos tapan los suyos.

-¡BASTA! ¡DÉJALE!- grito con lagrimas en los ojos.-¡POR FAVOR! ¡NEWT!

Graves me mira a los ojos, los míos borrosos por las lágrimas que humedecen mis mejillas.

-Por favor- pido- por favor, a él no, a él no...

Pero Graves solo sonríe, de una forma que me resulta extrañamente familiar. Sigue lanzándole hechizos a Newt, que esta prácticamente inconsciente en el suelo.

-¡PARA POR DIOS! ¡LE HACES DAÑO!

La estancia se empieza a oscurecer, llenándose de la materia del obscurus. Antes de que se produzca lo terrible. Newt y yo lo intuimos, el problema, no puedo salir de aquí. Le miro, rogándole con la mirada que se vaya, pero el se niega. Levantándose con dificultad, lanza un hechizo varias veces hasta que los metales me liberan, justo a tiempo para que me agarre de la cintura y escapemos de la destrucción del obscurus. 

Nos tenemos que mover muy rápido si no queremos que Credence nos dañe, pero no me despego de Newt. Credence destroza todo a su paso mientras escapamos, rompe el techo del metro, subiendo muy arriba. Para durante un segundo, antes de precipitarse a toda velocidad hacia nosotros, pero algo le frena.

-¡Credence!




























[Animales fantásticos] El secreto del lobo albino |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora