💌 Capítulo 53 💌

79 19 2
                                    

S E G U N D A  P A R T E  D E L
E S P E C I A L  N A R R A D O
  P O R  L U C A












- ¿la montaña rusa? - le pregunté temeroso a mi novia

Ella asintió frenéticamente

- ¿por qué no? Eso si es algo extremo, mi amor...

- si pero...¿que tal si el carrito ese se sale como en destino final?

- eso no pasará, no dejaría que murieras tan joven - me miró con una sonrisa

A pesar de que estaba muerto de miedo, acepté. Siempre había tenido fobia a las montañas rusas por lo veloz y altas que eran. Una vez intente subirme con mis amigos y vomite antes de que el juego comenzará.

- esta bien, pero si muero recuerda que te amo - me incliné para besar

- yo también te amo - me volvió a besar

- Subamos antes de que sufra un infarto prematuro

- eres un dramático - se burlo

- ¡ha! - me quejé - ¡me duele! - toque mi pecho - me muero - seguí quejandome - ¡auch! - me queje de verdad al sentir como golpeo mi brazo

- ahora si tienes un motivo para quejarte

- arruinaste mi actuación

Caminamos al juego sin decir una palabra más. Subimos y sentí como mi respiración se aceleró al sentir como el juego comenzaba a moverse. Sentí como una mano tomaba la mía, y no tarde en reconocer el tacto cálido de la mujer que amo, a pesar de que su mano se sentía fría esta desprendía calor. Al verla note que ella también estaba nerviosa.

El carrito comenzó a andar más rápido haciéndome gritar ridículamente como niña, la escuche reír y a propósito grité más fuerte para que ella siguiera riendo.

Cuando el juego término nos bajamos sintiéndonos mareados.

- ¿estas bien? - pregunté al ver que miraba a un punto fijo

- si, si... - sacudió su cabeza

- entonces ahora me toca elegir a mi el juego - dije

- ¿cuál elegirás?

- ese - apunte a la rueda de la fortuna

- me parece perfecto

- tú eres perfecta - volví a besarla, pero está vez duró más, fue un beso lento y dulce, lleno de amor y cariño, pero después sentí que el beso tenia un toque salado, al separarme de ella vi en sus tristes ojos lágrimas que salían sin parar - no quiero que llores - seque sus lágrimas

- no me quiero ir - sabia a lo que se refería, ella no hablaba de irse de la feria, si no del mundo - no te quiero dejar... - sollozo

- entonces tendré que subirme otra vez a la montaña rusa - me burle tratando de hacerla reír, y funcionó - no te preocupes por mi... - bese sus labios - yo estoy bien...

Después de un pequeño abrazo caminamos hasta la rueda de la fortuna que era el último juego que nos faltaba por visitar.

Una vez que nos subimos este comenzó a moverse lentamente posicionándonos en la cima del juego dejándonos apreciar la vista.

Nos quedamos mirando las luces de la ciudad, el sol ya se había ocultado sin darnos cuenta. Había sido uno de los mejores días de mi vida, todos eran el mejor día de mi vida desde que la había encontrado.

Todo era silenció pero este se vio interrumpido por la respiración acelerada de Haysel.

- ¿amor?¿amor estás bien? - la miré preocupado viendo como una línea de sangre salia desde su nariz recorriendo camino hasta su barbilla para terminar goteando sobre sus piernas - ¡Respóndeme!

- Lu...Luca... - murmuro con voz débil

- ¡DETENGAN ESTO! - grité a la encargada que se encontraba abajo. Me sentía desesperado - ¡VAJENOS! ¡AHORA! - la chica encargada del juego reaccionó y comenzó hacer que fuéramos bajando. Mientras bajábamos aproveche para llamar a la ambulancia 

Cuando esta llego la subieron rápidamente mientras yo llamaba a sus padres para avisarles lo ocurrido.

- resiste Haysel - tomé su mano viéndola a sus ojos que volvían a llorar

Sabía que le dolía más ver que yo presenciara esto que cualquier otra cosa. Estaba sufriendo, lo podía ver, lo sentía, y a mi lo que más me dolía era ver que ella sufría más emocionalmente, que físicamente.

- tú eres la mujer más fuerte del mundo... - me incliné para acariciar su cabeza donde apenas comenzaba a salir cabello en pequeñas ondas

- no...me...sueltes... - dijo débilmente con la máscara de oxígeno

- no lo are...nunca lo are... - respondí con voz ahogada

Los médicos la revisaban rápidamente, yo no entendía nada de lo que estaban haciendo pero intuía que no era nada bueno.

Haysel intentó decir algo pero de sus labios no salio ni una sola sílaba.

- Hay...Haysel... - balbuceo al ver como luchaba por mantener los ojos abiertos - no amor...no te duermas... ¡no! ¡NO!

Con amor, HayselDonde viven las historias. Descúbrelo ahora