💌 Carta 35 💌

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¡Querido Diario!

Si hay algo que aprendí de la vida con cáncer, y que quizá no es algo muy positivo es que, "el dolor vine y va, quizá un día vuelva de nuevo, pero quizá un día ya no regrese".

En varias revistas y sitios web he leído de casos en los que los pacientes con cáncer llegan a tener recuperaciones milagrosas casi de la noche a la mañana, claro que eso no me ha pasado y probablemente no pasará, por ello, pensé en que debía hacer algo. Debía hacer algo más que ver los días pasar frente a mí y no hacer nada.

Estoy cansada de la lucha eterna y de imaginar un futuro no muy probable para mí. Sólo estoy desperdiciando mi tiempo y pretendo cambiar eso.

Así que cité s mis padres y a mi novio en el comedor de la casa. Papá por suerte pudo salir antes del trabajo, mamá estaba en casa y Luca se saltó sus últimas clases para poder venir lo antes posible.

Las tres personas a mi alrededor me miraban curiosas y a la vez ansiosas por lo que tenía que decir.

Estuve pensando este último tiempo — comencé diciendo — Todos sabemos en la situación que me encuentro así que espero me comprendan y respeten mi decisión — continué creando a su vez algo de suspenso — Lo que quería informarles es que... Voy a dejar la escuela

Por un momento el tiempo se detuvo y nadie dijo nada, el silencio reino en el comedor y las miradas que yacían sobre mí comenzaban a ponerme nerviosa. Mamá me miraba con molestia, papá parecía algo comprensivo y Luca, él tenía una y mil emociones en su rostro, pero ninguna de ellas opaco nunca el brillo en sus ojos.

Y entonces, pasó lo que sabía que tarde o temprano pasaría, mis padres estallaron en mil preguntas, demasiadas como para ser respondidas.

— ¿Acabas de escucharte, Haysel? — mamá preguntó incrédula

— Sí escuché mamá. Tengo tiempo pensando en esto así que se perfectamente lo que dije

— No puedo creer que quieras hacer esto, ¿y tu futuro? ¿Acaso no piensas en eso?

— ¡Es que precisamente por eso lo hago! — exclaméNecesito ese tiempo mamá. Quiero aprovechar cada segundo hasta el final, aún si para ese momento faltan diez años, quiero gozar cada segundo. Quiero hacer cosas — hablé más tranquila — Y en serio me gustaría que estuvieras ahí conmigo en el proceso

Mamá se puso de pie de un sólo brinco, podía leer en su rostro que esto le dolía, demasiado, y eso me hacía odiarme porque yo era la causante de ese dolor.

— Está bien, Haysel — dijo papá antes de que mamá pudiese decir algo — Mañana mismo iré al instituto a hablar con el director y tus profesores

Papá expresaba tal tranquilidad que me gustaría saber de dónde sacaba las fuerzas para mostrarse así, sobre todo porque se que esa tranquilidad que proyecta es falsa. Él, al igual que todos los presentes ahora, ninguno está tranquilo.

Mamá quien seguía de pie, salió del comedor para ir a su habitación, dónde una vez ahí, se aseguró de que todos escucharamos el portazo al cerrar la puerta.

— Señor Sellers, ¿está bien si Haysel y yo salimos ahora?

— Está bien, pero no regresen tarde

Luca asintió en dirección a papá y sin más tomó mi mano para llevarme fuera de casa en dirección al parque. Donde pasamos el resto del día juntos.

Con amor, Haysel...

11:00pm.

Con amor, HayselDonde viven las historias. Descúbrelo ahora