¡Querido Diario!El olor de la lluvia al estrellarse contra el pavimento, simplemente es exquisita. Debería ser considerada una de las maravillas del mundo.
La lluvia me hace sentir tanta paz, incluso en mis peores momentos la lluvia es capas de calmarme.A veces creo que la razón por la que disfruto tanto de la lluvia es porque me hace sentir menos sola.
Me gusta disfrutar del sonido que hacen las gotas al caer y de lo tranquilizante que puede llegar a ser, a veces me parece raro que la lluvia me de paz cuando a muchas otras personas en el mundo ni siquiera pueden dormir cuando llueve.
Personalmente, ni siquiera me molesta mojarme en la lluvia, al igual que hoy...Recuerdo que esta mañana iba caminando hacia el instituto cuando las gotas matutinas comenzaron a caer, sin poder cubrirme ya que había olvidado mi sombrilla, terminé empapada en sólo unos segundos, seguí mi camino por las calles bajo la mirada de las personas que luchaban por no mojarse. Debo confesar que no me molestaba en absoluto caminar bajo la lluvia, y por ello me sorprendí cuando de pronto las gotas dejaron de hacer contacto con mi cuerpo. Giré mi cabeza para ver lo que ocurría, y ahí lo vi, un chico alto, cabellos castaños y lindos ojos marrones sostenía una sombrilla sobre mí.
— No estoy seguro, pero creo que estás algo mojada — se mofó
Comencé a reír ante la obviedad de sus palabras, al final él terminó riendo conmigo.
Note como sus ojos se achicaron por la sonrisa en su rostro, me pareció que así lucía más tierno que con el cabello mojado y bajo la lluvia.
No suelo prestarle mucha atención a los que me rodean, y que él robara mi atención con sólo aparecer estaba preocupándome.— Soy Luca — se presentó
Esa fue la primera vez que escuché su voz.
— Haysel
— Mucho gusto, Haysel...
Escuchar mi nombre saliendo de sus labios había provocado algo en mí que no sabía explicar...
Haysel y Luca...
Con amor, Haysel...
11:52pm
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Con amor, Haysel
Ficção Adolescente[Antes conocida como "¡Querido Diario!"] Flotaba sola en el aire, y fue ahí cuando él llegó para sostener mi mano con fuerza hasta que yo no pude sostener la de él... A veces, lo que más tarda en llegar es aquello que más pronto se va. Publicada e...