Llegada la graduación, Octavio asistió y llegó a las justas. Lía se sentía feliz y triste a la vez porque probablemente esa sería la última vez que lo vería así, para ella, completamente para ella.
Los días pasaron y él volvió a escribirle para pedirle que lo ayudase con algunas tareas que le pedían en su universidad. Lía aceptó porque amaba a ese muchacho, y sentía que esa podría ser una posibilidad muy remota pero posibilidad.
Ella lo ayudó y le entregó la tarea en su universidad el último día que ella tenía un curso justo al costado. Mientras ella lo esperaba escuchó la voz de Octavio llamándola por su nombre, eso generó una sensación de tristeza, alegría, amor y pena, todo en conjunto, al verlo sintió que su mundo se desmoronaba, como amaba a ese chico, que le había hecho, Lía aún no lo entendía. Lía quería abrazarlo, besarlo, no soltarlo, pero no sé atrevió y fue de lo que vivirá siempre arrepintiendose. Ella se fue sin voltear atrás, porque traía los ojos llenos de lágrimas creyendo que ahora si, sería la última vez que lo vería y así fue.
Muy a pesar de que siguieron hablando, todo ya iba de picada, Lía mantenía la incertidumbre de saber en condición de qué, ella lo ayudaba, no era que quería algo a cambio, materialmente hablando, ella lo único que quería era que él estuviese bien, aun a pesar de que ella vivía con la incertidumbre de no saber si como otros, Octavio sólo la estaba utilizando para sus tareas.
Lía hizo un comentario sobre esto, y Octavio reaccionó mal y terminó zanjando todo vinculo entre los dos y quedando como víctima ante Lía quien solo trataba de entender la situación, pues ella quería las cosas claras.
Lía sufrió mucho por ello y sintió culpa innumerables veces, cuantas noches enrollada en la cama de su habitación lloró mordiendo las frazadas por aquello que había sucedido.
Lía intentó solucionar las cosas pero sólo consiguió palabras crueles de parte de Octavio, quien se encargo de hacerla sentir más miserable que de costumbre. Además de que le dio a entender que Lía había confundido las cosas y que en realidad nunca hubo nada serio entre los dos. Que el guardaba muchos miedos por la relación de 5 años que había culminado y que creía que no podía superar.
Lía también tenía miedos, miedos exactamente que tenían que ver con lo que habia sucedido. Algo que Octavio nunca entendió.
Pasaron unos días y Lía descubrió que Octavio salía con alguien más, con alguien con quien al parecer no tenía miedos, lo cual hizo sentir terriblemente mal a Lía y le terminó de romper el corazón y de incrementar aquel temor existente desde siempre.
Lía sufrió irremediablemente una vez más, frente al delirio del desamor.
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Virgos
RomanceBajo un cielo gris, Lía Harris intentará encontrar una oportunidad de conocer el amor en su más pura expresión, del cual hoy casi todos se han olvidado y que se parece manifestar tan solo por la atracción física dirigida a lo sexual. ¿Lía conseguirá...