• Capítulo 13 •

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La campana de la tienda sonó avisando de nuevos clientes, Jessica no tardó en acercarse a la puerta para dar la bienvenida al ver que eran sus dos clientes favorito sonrió gustosa.

-¡Bienvenidos, chicos! -saludó. -¿Pasó algo? Traen una cara.

-Digamos que, tuvimos un mal momento nada más -respondió Eiji, omitiendo información de más. -Dejando eso a un lado ¿ya están listo?

Estaba ansioso, no podía evitarlo, moría por ver los disfraces y llevarlos a casa para ponérselos a sus dos mascotas. Sing no dijo nada, simplemente sonrió leve colocándose aún lado del japonés, igual estaba ansioso por ver sus pedidos. La mujer asintió con la mirada y corrió hasta el mostrador en dónde se encontraba una pequeña caja de cartón perfecto para guardar algunos trajes pequeños, Eiji y Sing no tardaron en acercarse.

-Miren, aquí están sus pedidos, Max se aseguró de que fueran hechos con la tela más cómoda.

Abrió de la caja haciendo un lado algo de plástico, en esta habían en total cuatro disfraces con su bolsa correspondiente, Jessica sacó el primero mostrándolo sin sacarlo de la bolsa.

Eiji encantado tomó los suyos con mucha delicadeza, la tela era increíblemente suave, perfecta para Buddy y Ash, tenían buen aroma lo que era de esperarse de la tienda de Max y Jessica.

-Están increíbles, Jessica -respondió Sing fascinado. -Muchas gracias, realmente se lucieron ¿cuanto les debemos?

-Oh no, nada son un regalo.

-¿¡Qué!? -gritaron los dos al mismo tiempo.

-¡No podemos hacer eso, Jessica, se han tomado una gran molestia haciéndolos -exclamó aterrado, no podía tomarlo simplemente como un regalo.

-Eiji tiene razón -apoyo Sing. -Por favor Jessica.

La mujer suspiró suave, supuso que ambos muchachos dirían algo así los conocía tan bien. Su plan siempre fue dárselos como regalo, su esposo, Max, estuvo de acuerdo con ellos, los dos eran clientes favoritos, y lo que querían hacer era darles un regalo como un gracias más que nada por haber adoptado tres de sus animales que merecían amor.

-Ni hablar, ya lo dije muchachos son un regalo.

Tanto Eiji como Sing ahogaron un Jade, estaba hablando demasiado en serio su mirada lo decía todo.

-Gracias.. Jessica, son tan amables -dice Eiji conmovido.

-Los atesoraremos.

Jessica sonrió satisfecha con la respuesta de los dos, era lo menos que podía hacer.

-¡Feliz Halloween!

Ash sentía que hoy era el fin de sus días, que por fin la muerte había venido por él, fue rápido pero al menos pudo vivir una vida plena junto a Eiji, su amado

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Ash sentía que hoy era el fin de sus días, que por fin la muerte había venido por él, fue rápido pero al menos pudo vivir una vida plena junto a Eiji, su amado.

Aventuras de un gato [Banana Fish] [AshEiji]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora