Jin GuangYao llevaba una vida un poco atareada, trabajando medio tiempo en una casa de comidas y asistiendo a la universidad, a la carrera de Relaciones Públicas.
El local estaba a cargo de los sobrinos del dueño, Wen Ning y Wen Qing.
Eran compañeros de trabajo de lo más agradables, y hermanos pero aun así tan diferentes, con ellos no tenía días aburridos en ese lugar.
A veces GuangYao se preguntaba cómo sería tratar con sus hermanos.
Él sabía que tenía hermanos pero no los veía, no los conocía y para él estaba bien así, después de todo ellos tampoco lo habían buscado nunca.Ese asunto y el de su padre no le quitaban el sueño ya, había aceptado que no era querido por su otra familia y simplemente aprendió a convivir con ello, o más bien a vivir sin ellos.
Lo que si le quitaba el sueño eran sus estudios. Se había quedado leyendo hasta altas horas de la noche para aprovechar el tiempo y despertó con la luz del amanecer colándose por la ventana, aún tenía su ropa del día anterior y estaba sentado en la silla, con los brazos cruzados a modo de almohada encima de sus apuntes desparramados en la mesa.
En cuestión de minutos iba y venía por la casa, acomodando su bolso, tomando una ducha fugaz, peinando su cabello rápidamente y vistiendo otro uniforme del trabajo. Su madre apenas y se levantaba, saludando al torbellino antes de que se fuera.
Salió con prisa y afortunadamente pudo tomar un transporte que lo dejaba cerca del subterráneo, pero iba tarde.
Puntual como era, el subterráneo llegaba a la estación, sin embargo él aún no estaba arriba, llegaría tarde y odiaba eso, a pesar de que su compañero y su jefa eran comprensivos, odiaba faltar a su responsabilidad.
En esa inmensa ciudad donde nadie solía detenerse un instante a ver a quien tenía al lado o si se necesitaba ayuda, alguien ayudó.No dudó y se metió de lleno al vagón quedando frente a la persona que literalmente había puesto su mano para que la puerta no cerrase y solo pudo sentir un intenso calor subir desde su estómago hasta su rostro cuando estuvo cerca y lo observó. El sujeto tenía los ojos clavados en él, era alto, vestía traje, olía exquisito, todo era intimidante de un momento a otro.
Agachó su cabeza luego de agradecerle, porque sus mejillas enseguida se pusieron rojas.Lo suponía por el calor que quemaba su cara.
¿Qué demonios le pasaba?
Se sentía atraído, avergonzado ¿y quien diablos no? El sujeto de la puerta parecía salido de una revista de moda o algo así.Acostumbraba a ver gente así en la ciudad pero algo en ese hombre logró hacerlo temblar.
Tal vez era su porte, que lo hacía sentir pequeño, tal vez su aroma a perfume importado, mientras él usaba un desodorante cuyo olor ni estaba seguro qué era, o la fina costura y el material de la camisa frente a él, mientras su cuerpo estaba sencillamente vestido con el uniforme de "Wen&Wen pizza y comidas"... -ese nombre... ¡como si la pizza no fuera comida! -.
Y en ese momento, cuando pensó en comida, su estómago le jugó una broma cruel.
Parecía el precio a pagar por llegar temprano al trabajo cuando todo indicaba que el tiempo no estaría a su favor ese día y ser ayudado por el chico modelo.
Un rugido potente, urgente y profundo se escuchó desde su estómago.
Ahora, los ojos oscuros que lo miraban desde arriba lo hacían sentir horrible y desnudo.
Claro que no era ni horrible ni estaba desnudo, eso último, para dolor de Nie MingJue.El joven empresario escuchó el sonido desde lo bajo, lejos de causarle gracia se sintió algo preocupado.
No pensó dos veces antes de tomar la tarta que cargaba junto al maletin con la mano libre y acercarla al rostro al joven delante suyo, cuyo abdomen pedía comida. Se arrepintió poco después.

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Underground Treasure
RomanceUniverso Alterno moderno. Nie MingJue nunca usaba los medios de transporte que la ciudad donde habitaba le ofrecía, sin embargo, se ve obligado a tomar el subterráneo y encontrando sin querer entre los pasajeros, a una persona en la que no ha podido...