Desperté con los músculos cansados, y las piernas algo adoloridas, las cuales eran un recordatorio constante de anoche. Y sé que quizás es muy pronto para decir si estoy embarazada, pero de verdad es que siento algo diferente.
De cualquier manera, Ivar me despertó en cuanto se despertó él, con la respiración acelerada, inmediatamente me volteó a ver, como si estuviese confirmando mi bienestar.
—¿Pasó algo?
—Tenemos que deshacernos de Margrethe.—fue lo único que me dijo, antes de volverse a vestir, y colocarse su prótesis, pero antes de salir, giró a mí.—¿Sientes algo ya?
—Creo que sí, pero no quiero precipitarme Ivar.—le dije, dándole esperanzas.—Estoy segura que dentro de nada, será notorio.
Sin decir nada más, salió de la habitación. Al contrario de lo que esperaba, no está de buen humor, algo soñó que lo alteró.
Salí detrás de él casi de inmediato, mientras Hvitserk y Harald se susurraban cosas entre ellos.
—¿Buena noche?—nos preguntó Harald.
—No tienes idea.—dijo Ivar, sonriendo, pero su sonrisa desapareció en dos segundos.—¿Qué haremos con Margrethe?
—¿De qué?—cuestionó Hvitserk, haciendo el mayor esfuerzo por no rodar los ojos.
—Está loca, nos matará a todos.—aseguró Ivar.
—No te matará a ti, si es lo que temes.—dijo Hvitserk, burlón.
—No es por mí por quien temo.—dijo Ivar, mirándome fugazmente, supongo que tiene que ver con su pesadilla.—Y tú Harald, ¿por qué sigues aquí?
—¿Qué?—preguntó Harald, confundido.
—No hay razón para que estés aquí. A menos que quieras matarme y robarme el trono de Kattegat.—respondió Ivar, algo me dice que está dejando de confiar en todos menos en mí, espero que nunca deje de confiar en mí, porque si lo hace...
—No quiero hacerlo, no quiero todo el... desastre.—aclaró Harald
—Entonces, ¿por qué te quedas?—mi esposo le cuestionó de nuevo.
—No voy a quedarme, créeme. Tengo planes de invadir Inglaterra, los demás están invadiendo allá, no quiero quedarme atrás.—explicó Harald.
—Bueno, en otras noticias, mi esposa ______, ya está embarazada.—comentó Ivar, Harald y Hvitserk me miraron extrañados, supongo que el rumor de que algo andaba mal con Ivar no se hizo esperar.
—Tuvimos ayuda de los Dioses.—dije brevemente y pareció que comprendieron un poco más.
—Felicitaciones entonces.—dijo Harald, levantando un vaso, acción que Hvitserk imitó.
(...)
El día fue realmente tranquilo, por la noche, había un banquete tranquilo, y podía sentir la mirada de Hvitserk sobre mí, nunca noté lo mucho que me observaba hasta ahora, y lo tenso que estaba Ivar a mi lado, y lo firme que estaba su mano en mi cadera me hacían saber que él también lo notaba, y no le agradaba.
—¡Rey Harald!—gritó Ivar, repentinamente.
—¿Qué haces?—le susurré confundida.
—Pensaré en ti en York.—Ivar continuó, haciendo caso omiso de mi pregunta.—Dejé buenos hombres a cargo.
—Me encantará conocerlos, pero solo estaré de paso en York.
—Bien, lo considero parte de mi nuevo reino.
ESTÁS LEYENDO
¿Por qué con él?| Ivar Ragnarsson y tú.
FanfikceNuestro matrimonio fue arreglado. Mis padres no encontraron mejor manera de arreglar nuestros problemas económicos y de deshacerse de mí. Pero tanto es su odio hacia mí, que parecieron escoger al hijo de Ragnar Lothbrok más difícil de todos. Ivar. B...