Severus caminó lentamente por el solitario pasillo de la oscura mansión, el Snape apuró el paso para cuando un profundo gemido resonó entre las paredes.
- ¿ Y el Señor Oscuro ?.- Severus se encogió de hombros.
- Fornicando con el señor Potter.- Lucius se acercó rápidamente y tomó el maletín de Severus; el azabache solo rodó los ojos.
- Así no ganarás puntos, Lucius.-
- ¿ Quien dijo que quería ganar puntos ?.- Severus bufó.
- Si, claro.-
- Narccisa quiere verte.- Severus suspiró y negó con la cabeza.
- tengo muchas cosas que hacer.-
- Severus.-
- Lucius.-
- Tienes que confrontarla.-
- No lo creo.-
- Sé que duele, pero-.- Severus se volteó bruscamente y le arrebató el maletín.
- Tú no sabes lo que se siente.- Escupió entre dientes, casi que corriendo a la red flu del lúgubre lugar.
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- ¿ Pudiste traerlo ?.- Lucius negó con la cabeza y suspiró, Narccisa bajó la cabeza.
- Debiste decirle.- Le recriminó el rubio.
- ¡¿ Cómo iba a saber que se enteraría de esta forma ?!.- Lucius lo miró con enojo.
- ¡ Es tu culpa que no quiera pisar la mansión !, ¡ Ya habíamos logrado un avance !.- Narccisa se sentó en uno de los cómodos y pomposos sillones de su sala de estar, escondió su rostro entre sus manos y suspiró.
- lo sé, sé que es mi culpa.- Susurró.
- Tienes que ir y hablar con él.- Lucius se acercó y la abrazó por los hombros.
- ¿ Y si él no quiere hablar conmigo ?.-
- No podemos dejar que se aparte de nosostros.- Susurró Lucius con suavidad, besando la frente de su esposa.
- Hablaré con él.-
- Sé suave, sabes que aunque parece una roca por dentro es muy frágil.-
- No hables de él cómo si yo no lo conociera.- La fémina frunció el entrecejo.
- Lo sé, pero las personas suelen olvidarlo.-
- Si, lo sé muy bien.-
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Harry abrió lentamente los ojos, sentía algo escamoso deslizarse muy cerca de su pie.
- ¡ Ahh !.- Exclamó una vez reconoció el lugar donde se encontraba, nada más y nada menos que la habitación de la tortura del Lord Voldemort.
Harry intentó removerse bruscamente pero un grillete aferrado a su pie lo detuvo, además de un agudo dolor que recorría su espalda baja hasta sus piernas.
Sus mejillas se tiñieron de rojo al recordar la causa de aquel dolor tan intenso .
- " El amo tenía razón, estás demasiado adolorido cómo para intentar escapar ".-
- " Pues dile a tu amo que si quiero podría escapar en este mismo instante ".- Gruñó, reanudando su lucha.
Algo parecido a un suspiro escapó de la serpiente, Harry solo rodó los ojos.
- Maldita serpiente.-
- " Escuché eso ".- Siseó la ofendida serpiente.
Harry rió a carcajadas, solo cómo un Gryffindor lo haría, jalando un poco las cadenas.
De alguna forma le causaba gracia molestar a la irritada víbora, era más que divertido y ya que no tenía nada con que divertirse, nisiquiera su varita... Esperen ¡ Su varita !.
Empezó a moverse bruscamente, gritando cosas ilegibles, necesitaba su varita.
- " ¡¿ Y ahora que te pasa ?! ".- La serpiente parecía más asustada que enojada, no esperaba aquellos cambios.
- " ¡ Quítame estás malditas cadenas !, ¡ Ahora ! ".-
La serpiente se deslizó rápidamente fuera de la cama para cuando Harry empezó a patalear a todo a su alrededor, tirando almohadas, sábanas y objetos a su alrededor.
- " ¡ Cálmate, joder ! ¡ Maldito mocoso !, ¡ Tooom ! ¡ Al niño se le metió el demonio !.-
Harry respiró agitadamente, tratando de renovar fuerzas para conseguir liberarse, pero aquel dolor punzante en sus caderas no le permitía moverse con libertad.
- " ¿ Cuántas veces tendré que venir a calmarte ? ".- El lord se sentó junto a este.
|| a todos aquellos que leen y siguen mis historias les informo que ya no haré más avisos en los libros, desde ahora los avisos los haré en el tablero de mi cuenta, así que si quieren saber de mis nuevas historia o pequeños spoilers que estaré publicando o anuncios de nuevas historias, les invito a seguirme
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Hablando entre sueños [Tomarry/Harrymort]
FanfictionDesde hace tiempo, Harry había empezado a soñar con Voldemort. Los sueños se han sentido cada vez mas extraños, empezando como torturas, muertes, sufrimiento... Oscuridad. Pero, ¿que ha pasado?, de pronto los sueños empezaron a cambiar, volviéndose...