triste realidad; trueno

triste realidad

Bueno, al final no todo es como en las fanfics que leo en wattpad, que tienen una hermosa historia de amor y que después de muchos obstáculos terminan juntos. Esta es la verdadera triste realidad.

No voy a negar que sigo muy triste por lo que pasó aquel día.

Después de pensarlo mucho, más que olvidar a Mateo tenía que superarlo, aceptar que fue un amor no correspondido pero que hay muchos peces en el mar, ¿no?
También sé que nunca lo voy a dejar de querer, por siempre va a tener una partecita de mi corazón que le pertenece, porque alguna vez me hizo tan bien sin saberlo (bueno si lo sabía) y sería muy egoísta de mi parte enojarme con él cuando no tiene de culpa de que yo no le guste, por más triste que sea.

Este cuaderno lo usé para hablar de él así que supongo que acá terminarán mis relatos.

Después de desparramar un par de lágrimas sobre la hoja cerré el cuaderno y me lo llevé al pecho abrazandolo con fuerza. Cerré los ojos y suspiré fuertemente, tenía que cerrar esta etapa sea como sea.

Me levanté de mi cama y con una decisión tomada, agarré las llaves de mi casa, el cuaderno y salí de esta.

El viento se hizo presente en mi cuerpo despeinandome pero no me importó.
Caminé durante cinco cuadras hasta que encontré uno de esos carros de basura que ponía la ciudad en la plaza.

Me acerqué lentamente y una vez ahí bajé mi mirada hacia lo que se encontraba en mis manos. Sin pensarlo más lo lancé dentro del cesto y con lágrimas en los ojos salí corriendo antes de arrepentirme.

Ya está, tu enamoramiento se fue junto con ese libro Cami, ya es hora de soltar.

Pero es difícil y me duele en mi corazoncito.

Cuando menos me di cuenta ya había llegado a la puerta de mi hogar. Entré rápidamente y después de cerrar y dejar las llaves por ahí, subí corriendo a mi cuarto.

Iba a ser mi última lloradita por él.

《♡》

Mateo

Después de un estresante día de grabación de un videoclip me encontraba sentado en un banco de la plaza del barrio fumandome un buen fasito.
Amaba mi barrio, era el lugar donde no me pedían fotos constantemente, donde estaba cómodo y sin sentir que me estaban acosando.

Acosando.

Perdí a mi acosadora personal.

Me costó decirle aquellas palabras ese día a Camila pero sabia que era lo correcto antes de que fuera tarde y la lastime más, aunque sé que ya la lastimé.

Tomé otra calada al cigarrillo y cerré los ojos tratando de olvidar todo por un momento pero se ve que el destino no quería eso ya que escuché unos ruidos detrás del tacho de basura ese.

Me incliné un poco para ver que estaba sucediendo y vi a la persona que quería olvidar. Se la veía angustiada y llevaba un cuaderno rojo en las manos. Luego de un momento lo tiró dentro de la basura y con lágrimas en los ojos se fue corriendo.

Mordi mi labio aguantando las ganas que tenía de seguirla y preguntarle que le había pasado pero no podía, no debía. Pero me daba mucha curiosidad eso que tiró a la basura, ya que no parecía algo viejo y roto, sino bastante nuevo.

Sé que lo que estoy a punto de hacer está mal y probablemente si lo tiró fue por algo y estaría invadiendo su privacidad... pero ya fue.

Me levanté de un salto y me dirigí hacia el basurero, hice una mueca de asco al sentir el olor que salía de ahí dentro. Tapándome la nariz abrí la tapa e inclinándome un poco logré visualizar el cuaderno. Miré hacia los lados por si alguien me estaba viendo y, al corroborar que no, lo tomé rápidamente. Lo guardé adentro de mi campera y me fui corriendo hacia mi casa.

Una vez que llegué, cerré la puerta y fui a mi habitación.
Me senté sobre mi cama y después de un suspiro abrí el cuaderno, pero lo volví a cerrar rápido.

Esto está mal.

Mateo e6stas invadiendo la privacidad de una chica que anda a saber lo que contiene y vos sos un chusma del orto.

Pero no era cualquier chica.

Era la misma que me había estado persiguiendo durante toda la secundaria así que... quizás no es tan grave esto.

Tomando una calada de aire volví a abrir el libro. Empecé a leer lo primero hasta que el último párrafo me llamó la atencion:

Mateo Palacios me encanta mirarte aunque tus ojos no me miren, ni me registren. Disfruto de tu presencia sin que sientas la mía.

Lo siento tanto, Cami.

bueeeeeeno un final medio choto pero aquí está. que novela de mierda lol

Espero que les haya gustado quizás haya un capítulo extra narrado por Mateo, que les parece?

baaaiii