Capítulo 17: Necesito ayuda

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Papá,
¡Hola! Sé que no te he escrito desde que empecé Hogwarts, y lo siento. Dumbledore, el primer día, anunció que la peor profesora que hemos tenido en Hogwarts. Se llama Dolores Umbridge y está del lado del ministerio; piensa que no debemos tener práctica de los hechizos ya que no vamos a utilizarlos en el exterior.
Harry y yo la contradijimos. Él mencionó a Voldemort y yo defendí la muerte de Cedric. Nos ganamos un castigo, por supuesto, y fue terriblemente duro. Digamos que me consideré bastante valiente como para resistirlo.
Espero que tú también estés bien y que hayas hablado con mamá.
Los extraño y los quiere,
Mackenzie Edevane-Black.

Guardé la carta en un sobre y me acerqué a una lechuza marrón que había allí, en la lechuceria, dándosela en su pico. Se fue volando con sus emplumadas alas y yo la observé apoyándome sobre un ventanal.

¿Por qué me siento tan mal conmigo misma?

¿Por qué estoy tan angustiada y preocupada?

¿Por qué ya no me tengo ese amor propio que tenía antes?

No tenía la más pálida idea, pero algo produjo que me ponga a llorar. Mis labios comenzaron a temblar y me abracé ya que hacía frío. Me cepillé el cabello con mis dedos y me sequé las lágrimas. ¿Qué me pasaba?

- ¡Mack!

De repente, una voz comenzó a llamar mi nombre. Hice como si nada ocurriera cuando vi que mi mejor amiga se asomaba por la puerta de la lechuceria.

- ¡Aquí estás! - exclamó con los brazos en alto. - ¡Estuve buscándote por todas partes y...!

Se detuvo al mirarme mejor.

- Mack...

Más lágrimas cayeron por mis mejillas. Me tapé la cara para que no me viera. Sentí que se adelantaba a mí y apoyaba sus manos en las mías.

- ¿Qué pasa? ¿Quién te dijo algo? - sabía que se preocupaba por mí pero yo solo quería llorar. - Me importas, Mack, dime, por favor...

- No lo sé, Mione, no lo sé...

Ella me sacó las manos de la cara y pude ver sus ojos. También estaba por llorar.

- Sabes que puedes contarme... - me dijo con voz suave y nos sentamos en el piso, ambas arrodillas y suspiré.

- Hermione, es solo que - sollozo y respiré hondo para no trabarme: - siento que hago todo mal... que soy insuficiente...

- ¿Pero qué dices, Mackenzie? - se sorprendió ella con un tono de voz lleno de preocupación.. - ¿Por qué crees eso?

Tomé valor y me saqué los guantes que llevaba puestos. Lloré más. Hermione se quedó totalmente boquiabierta y lanzó un chillido de dolor al ver lo que me había hecho Umbridge el día anterior. Mi corazón latía a toda velocidad mientras golpeaba contra mi pecho. No quería mostrárselo a nadie, pero Hermione era mi mejor amiga y podría ayudarme.

- Esto... - intentó decir pero las palabras no salían de su boca. - ¿Te lo ha hecho ella?

Yo asentí y ella pestañeó haciendo que las lágrimas cayeran por sus mejillas. Jamás la había visto así, jamás nos había visto así.

- ¡La odio, arpía, vieja imbécil! - exclamó con extrema furia. Apreté mis labios y me quedé callada. - ¡Debemos denunciarla ya mismo! ¿Harry también está así, verdad? ¡Dumbledore sabrá que hacer y la despedirá!

Mackenzie y la orden del fénix | [MEH #5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora