Capítulo 6: Parte dos: La vuelta de Harry

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Asentí con la cabeza y una sonrisa se escapó de él.

- Entonces, ¿qué estuvieron haciendo ustedes, si no los dejaban entrar en las reuniones? - siguió preguntando. - Decían que estaban muy ocupados.

- Y lo estábamos - contestó Hermione. - Hemos descontaminado esta casa; llevaba muchos años vacía y se había criado de todo. Hemos conseguido limpiar a fondo la cocina, casi todos los dormitorios y creo que mañana nos toca el sa... ¡Aaaaah!

Con dos fuertes estampidos, Fred y George se habían materializado de la nada en medio de la habitación. Pigwidgeon gorjeó, más alterada que las otras veces, y echó a volar para reunirse con Hedwig en lo alto del armario.

- ¡Paren de hacer eso! - ordenó Hermione a los gemelos.

- ¡Hola, Harry! - lo saludó George con una radiante sonrisa. - Nos pareció oír tu dulce voz.

- No reprimas tu rabia, Harry, suéltalo todo - le aconsejó Fred, también sonriente. - Quizá haya una o dos personas a ochenta kilómetros de aquí que no te han oído.

- Veo que han aprobado los exámenes de Aparición - comentó Harry todavía malhumorado.

- Con muy buena nota - confirmó Fred, que tenía en la mano una cosa que parecía un trozo de cuerda muy largo de color carne.

- Han tardado unos treinta segundos más si hubierais bajado por la escalera - les dije, divertida.

- El tiempo es galeones, Mackenzie - repuso Fred. - Bueno, Harry, estás dificultando la recepción. Estas son las orejas extensibles - añadió ante la expresión de desconcierto de Harry, y le mostró la cuerda que tenía en la mano y que empezó a arrastrarse hasta el rellano. - Estamos intentando oír lo que pasa abajo. Ayer lo intentamos con Dean y Jaquie.

- Tengan mucho cuidado - les recomendó Ron mirando la oreja. - Si mamá vuelve a encontrar una de esas...

- Vale la pena correr el riesgo  - comentó George mirándome de reojo. - La reunión de hoy es importante.

Entonces se abrió la puerta y por ella entró una larga cabellera pelirroja.

- ¡Hola, Harry! - saludó alegremente Ginny. - Me pareció oír tu voz - miró a Fred a George, y añadió: - No van a consequir nada con las orejas extensibles. Mamá le ha hecho un encantamiento de impasibilidad a la puerta de la cocina.

- ¿Cómo lo sabes? - preguntó George alicaído.

- Tonks me ha explicado como descubrirlo - intervine dándole la razón a Ginny. - Solo tienes que lanzar algo contra la puerta, y si no logra hacer contacto quiere decir que la han impasibilizado. He estado lanzándole bombas fétidas ayer desde lo alto de la escalera, pero salían despedidas antes de tocarla, de modo que no hay forma de que las orejas extensibles puedan pasar por debajo.

- Yo también lo he intentado hoy.

Fred exhaló un hondo suspiro dándonos una mirada de decepción.

- ¡Que lástima! Estaba deseando averiguar que ha estado haciendo Snape.

- ¡Snape! - saltó Harry. - ¿Está aquí?

- Sí - contestó George, que cerró la puerta con cuidado y se sentó en una de las camas; Fred y Ginny lo siguieron-. Ha venido a dar parte. Es confidencial.

- ¡Imbécil! - exclamó Fred sin darse cuenta.

- Ahora está en nuestro bando - le recordé con un movimiento de cabeza. - Tendrán que confiar en él como yo lo hago.

- Eso no significa que no sea un imbécil. Basta con ver cómo nos mira - opinó Ron, soltando un bufido. - A Bill tampoco le cae bien.

- ¿Bill también está aquí? - preguntó Harry, con voz confundida. - ¿No estaba trabajando en Egipto?

Mackenzie y la orden del fénix | [MEH #5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora