Cap 3

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Bien dicen que los tiempos de Dios son perfectos, eso no es verdad; para Los Ángeles no era muy diferente el saber si algo se encontraba cocinando en su estómago a los humanos, claro, con algunas variaciones como el tamaño de las alas del próximo ángel o el echo de que el embarazo duraba mas, en el echo de los betas Ángeles , los omegas lograban concebir un pequeño mini ángel en la cuestión de 7 meses, siete como los días en que Dios tardó en crear la tierra y las cosas dentro de ella.

En esos momentos azirafel se encontraba temblando de los nervios, hacia ya un mes de los echos ocurridos, debía admitir que seguido contaba con pequeñas náuseas y antojos pero no le tomaba tal importancia, en su mente se hacía a la idea de que fuera una culpa interna o nervios quizás; ya en la sala de espera sentía las miradas puestas sobre el, no era un secreto que azirafel había sido creado para un angel muy importante en esos tiempos y tal vez tampoco era ya un secreto que Gabriel había ido exclusivamente hacia la tierra por el echo de intentar concebir un cachorro con su ángel; se encontraba nervioso, su estómago revuelto quería devolver lo que alguna vez comió, era el único omega esperando su consulta fuera del área de radiografía.

-azirafel- vociferaron por aquella solitaria sala a lo cual azirafel rápidamente se levantó y se dirigió hacia donde le llamaron- ya puede pasar- comentó la que al parecer era la doctora

El ángel nervioso entró al consultorio y suspiró, odiaba ese olor a hospital, nervioso se colocó en la silla frente a el escritorio de la doctora y esta comenzó a teclear de su máquina de escribir.

-le perteneces a él Ángel Gabriel, cierto?- pregunto la doctora haciendo que azirafel tragara seco

Pertenecer era una palabra fuerte, pero también acertada; nervioso asintió y la doctora terminó de escribir dirigiendo su mirada inexpresiva a este.

-el Ángel Gabriel debería estar ocupado en estos momentos pero se le enviará una copia de todo cuando terminemos, por favor pasa a aquel asiento y descubre tu estómago- ordeno la beta dirigiéndose al mismo lugar

Azirafel nervioso asintió e hizo caso omiso a lo que se le ordenó, en realidad no creía estar embarazado, no era posible, simplemente había sido una noche, eso no era algo tan fácil...a menos de que el encuentro con Crowley también pudiera alterar algo; se removió y expresó un pequeño gemido de quejido tras sentir como la doctora lo sacaba de sus pensamientos y colocaba aquel gel sobre su estómago, era algo incómodo si lo podía pensar así. Todo quedó en completo silencio, azirafel se encontraba paralizado por lo siguiente que pasaría, la doctora colocó sus manos sobre el estómago de azirafel y comenzó a esculcar; la diferencia entre una consulta angelical y una humana era el echo de que los doctores angelicales poseían el don de con el echo de tocar el estómago hacer una radiografía la cual podían proyectar desde su mente cual proyecto. Así fue, de pronto se escucharon unos pequeños golpeteos por la habitación, eran leves y no constantes, eran lentos y profundos, el corazón de azirafel se contrajo apenas vio la imagen proyectada.

-señor azirafel, me complace informarle que se encuentra en cinta- comentó la doctora nada entusiasmada

Las lágrimas no hicieron falta, eso era realidad?, estaría listo?, esa criatura lo amaría tanto como el ya lo estaba amando?, tenía miles de dudas pero a la vez ninguna, era cierto, era su pequeño, su hermoso angelito por cuidar.

Tras algunas recomendaciones y explicaciones de parte de la doctora azirafel salió con una gran sonrisa directo a la tierra, más específicamente a su librería, simplemente tenía ganas de llegar a su cama y observar aquella primera foto de su próximo bebé, claro que hubiera sido así si no hubiera encontrado a un demonio ansioso desde su auto esperando su llamada.

-mi ángel!!- grito el demonio contento

Azirafel le tomó poca importancia a las palabras y rápidamente corrió a abrazarlo aunque intentando a la vez ser delicado, ahora cuidaría su estómago como algo Preciado.

-las buenas nuevas me acompañan Crowley- expresó el ángel feliz a lo cual el demonio arqueó una ceja confundido- acompáñame dentro, prepárate una taza de té y muy feliz te lo contaré- expresó sin más para tomar rumbo al lugar

De un chasquido apareció todo listo, Crowley se encontraba asombrado, su ángel rara vez utilizaba sus milagros para algo tan sencillo como preparar un té, debía ser una ocasión muy especial, pensó el demonio; azirafel con una sonrisa sentó a Crowley y colocándose frente a el le expresó su gran mensaje.

-Crowley, me complace informarte que estoy en cinta- expresó contento sacando de su gabardina la foto de la radiografía

El demonio quedó impactado por unos momentos, observó detenidamente la foto y volvió a ver a su ángel, en realidad eso estaba pasando?.

-Ángel...estás seguro?- expresó algo nervioso volviendo su mirada a la foto

-ciento por ciento seguro-expresó feliz para luego dirigirse a tomar las manos de Crowley y colocarlas sobre su estómago- también estoy ciento por ciento seguro que es tuyo, serás padre my dear- expresó en una sonrisa sincera

El demonio no pudo aguantar su emoción, era cierto, si su ángel lo decía era cierto, todo lo que viniera de su ángel era perfecto, simplemente quería conservar aquella sonrisa en el rostro del omega el tiempo que pudiera, le era necesario, aunque fuera lo último que hiciera.

Take me to churchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora