Cap 13

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Azirafel ya ansiaba la llegada de su pequeño, el escuchar sus llantos, el ver su hermoso rostro, tocar su cabello, poder oler sus leves fermonas de bebé; lo ansiaba más no quería que llegara, el no podría criar un bebé celestial en la tierra, lo sabía, incluso Crowley lo tenía en cuenta, después de el parto tendría que volver, la menos por un tiempo, a el cielo, el reino celestial, no quería separarse de Crowley, no quería irse sin su pequeño Adam, no quería solo dejar su vida atrás y hacer como si nunca significó nada porque para el ellos eran todo.

Ya era su sexto mes y medio, Adam a diario miraba su estómago y jugaba con el, era divertido aunque un poco doloroso; el joven alfa ya sabía lo que vendría, habían pactado el y Crowley que Adam se quedaría con el solo un tiempo, en lo que el podía regresar y que intentaría mandar fotos o mensajes seguido; eran promesas que no sabían si podría cumplir pero quería hacerlo.

Adam se encontraba en la escuela, Crowley cumpliendo algunos de los antojos extraños de el ángel, Gabriel...bueno, este se encontraba lo más lejos de azirafel posibles pues su visita semanal ya había pasado. El ángel se encontraba relajado sobre su sofá, su vista comenzaba a pesar, posó su mano sobre su gran abultado estómago y cedió ante la tentación de una siesta corta.

No tardó mucho en caer en sus más profundos sueños, se sentía comido, volaba por los aíre sintiendo el viento romperse en sus alar, un atardecer hermoso si le permitían decir, coro que ese pacifico ambiente no duró mucho, sin saber el porqué comenzó a caer, parecía que pronto chocaría con el suelo de tierra, preparándose para el impacto colocó sus brazos sobre su estómago por inercia abrazándolo, intentándolo proteger, apretó los ojos tan fuertes como pudo y esperó, espero, parecía que se había detenido pero no sentía nada, confundido y nervioso abrió sus ojos y noto lo cerca que estaba de el suelo aunque ya no caía, se había detenido, intentando incorporarse se levantó y vio su alrededor, era desierto, una parte llena de luz y otra con una oscuridad que le causaba escalofríos, aún no entendía bien el que pasaba o el porque se encontraba en medio de estos, detrás de el una pequeña voz lo comenzó a llamar.

-mama!!- se escucha en forma de eco haciendo a azirafel voltear rápido

Tras el un pequeño Niño se encontraba, su pelo era peli rojo claro, piel blanca, vestía las típicas vestimentas angelicales y detrás de el salían dos muy grandes alas las cuales llegaban a ser incluso de el mismo tamaño que las de el mayor.

-mama!!- volvió a hablar el pequeño

Azirafel no entendía, quien era?, porque lo llamaba así?, porque no era capaz de ver su rostro, mientras azirafel intentaba acercarse a él este se alejaba, no comprendía en realidad el sueño.

-no tendremos mucho tiempo, madre, no debes decir a Crowley lo qué pasa, si papá Gabriel se entera pondrás en riesgo nuestras vidas y el presagio de romperá, si el presagio se rompe Adam y yo no podremos estar juntos y el se convertirá en la destrucción de la humanidad como alguna vez predijo- expresaba el pequeño apresurado, azirafel llevó su mano a su boca sorprendido mientras sus ojos se cristalizaban

-a que te refieres con decir algo a Crowley?, Adam la destrucción dd la humanidad?- pregunto el ángel confundido y miedoso ante la respuesta

-después de mi nacimiento viviremos en el reino celestial exactamente .... años- expresaba  apresurado el menor aunque el omega no llegó a escuchar el número de años- después de eso volveremos, mi destino y el de Adam están unidos, el tuyo y el de Crowley igual, pero debe seguir un curso, debemos desaparecer de su mapa, por tu bien... mamá, no lo olvides... siempre me amaste tanto y ahora yo quiero devolverte el favor... recuerda solo ... años- expresaba entre gritos y desesperación el pequeño mientras su imagen se volvía borrosa y algunas palabras inaudibles

Take me to churchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora