Noche de invierno

Capítulo 4 conociendo a los niños

A las 7 de la mañana empieza a sonar una campanilla

- ¿Qué sucede?- Pregunto Laura mientras coge a Liliana que empieza a llorar

- Disculpe señorita Laura pero el señor le presentara a los niños.

En el comedor

Laura ve a doce niños.

- Ella va a hacer su nueva niñera y maestra. Espero se comporten a la altura sino quieren tener problemas

- Claro enviarnos a los internados es la solución,-dijo una de ellas.

Edward señala a la mayor

- Ella es Sofía tiene 16 años, le sigue Mariana 15 años, después los mellizos Henry y Charlotte de 14 años, los trillizos John, Julieta, y Juliana de 13 años, Esteban de 12 años, Kevin de 11 años, Carlos y David gemelos de 10 años, la última Anabella de 7 años.

- Mucho gusto soy Laura

- Los dejo en sus manos. Tengo que irme al hospital ahora.

- Hm. Está bien.

- Les presento a Liliana-dijo Laura mostrando a la bebe. Es mi hija

- ¿Y el padre? Pregunto Bella.

- No tiene tesoro.

- Nosotros tampoco tenemos mamá.-dijo con dulzura Bella. Tú podrías ser mi madre

- Anabella.

- Claro que no.-dijo Sofía. Ella es solo una amante más de nuestro padre.

- Disculpa pero entre tú padre y yo no hay nada apenas le conozco

Los ojos azules de Sofía se oscurecieron y comenzaron a inspeccionar a Laura y a su beba.

- Vámonos.-dijo Sofía a los demás niños.

- Es igual a su padre.-dijo Laura

- Es cierto Sofía es la que más siente la ausencia de su madre. Es la mayor...

- Disculpa no debí haber dicho eso.-dijo Laura se sonroja. No sé qué decir

- No te preocupes. Soy Isabel la ama de llaves y te ayudare con los niños-

- Muchas gracias.-dijo Laura

Se dan la mano

En la noche

Liliana comienza a llorar

- Cálmate.-dijo Laura.- intenta darle pecho pero ella la aleja

- ¿Qué pasa?

- Eres primípara ¿cierto?- dijo Isabel

- Sí. Vengo de una situación difícil.-dijo Laura.

- Yo he trabajo en esta casa desde que Edward era un bebe.

- ¿enserio? – dijo Laura

- Ven conmigo.-dijo Isabel

Van a una especie de desván allí Laura ve juguetes antiguos y muchas fotografías de Edward.

- Que tierno.-dijo Laura viendo la fotografía. De pronto ve algo que le llama la atención

- Es el diario de la difunta esposa de Edward, Anabella.-dijo Isabel. Deberías de leerlo

- No podría.-dijo Laura. Tengo que...irme

- ¿te sientes mal?- pregunto Isabel.

- Es por Liliana. Ya se ha dormido.-dijo Laura bajando y empieza a ir a sus habitaciones

- Niña. Espera el castillo es muy grande. Yo te guiare de nuevo.

- Gracias Isabel.-dijo Laura.

Al otro día

Laura vio el horario que le había dejado Edward quien se fue antes del amanecer al hospital.